Paulo Slachevsky Chonchol es un prestigioso intelectual chileno, director-fundador de la editorial LOM, que, además, es judío y antisionista.
Siempre me he sentido orgulloso de ser parte del pueblo judío, de una cultura que con todas sus contradicciones vio nacer a Montaigne, Spinoza, Marx, Freud, Einstein, Trotsky, Arendt, tantos hombres y mujeres que han hecho significativos aportes a la humanidad, en la creación y en la búsqueda de un mundo más justo y humano.
Me siento judío cuando pienso en los sueños que marcaron a generaciones de jóvenes que fueron ensanchando el mundo con sus aspiraciones de libertad, de comunidad, de justicia, de hermandad, que transversalmente han cruzado colores de piel y naciones. Desde el mismo texto bíblico Éxodo, está explícita la necesidad y experiencia de la libertad de un pueblo, de las aspiraciones y derechos cuando se está sometido al yugo, al sometimiento.
Me identifico con la historia emblemática de exilios y dolores del pueblo judío, en cuyas esperanzas de libertad se reflejan todos los pueblos. Y esa historia, con horas trágicas, me ha motivado, como a muchos otros, a defender irrestrictamente los derechos humanos, partiendo por el derecho a la vida y a la dignidad.