sábado, 19 de julio de 2014

La nueva Réplica y el mismo Max

Por: Ricardo Alarcón de Quesada


Portada de La Nueva Réplica.
Portada de La Nueva Réplica.
Lo que tiene en sus manos el lector, aunque lo parezca, no es un milagro. Es el fruto de una voluntad irreductible, prueba de que sí se puede.
Al conocer del proyecto de Max Lesnik de devolver vida a Réplica, ahora renovada como la época en que reaparece, la noticia trajo una mezcla de sorpresa y admiración. Cuando muchas publicaciones impresas paralizan sus máquinas, reducen sus plantillas o pierden suscriptores, insistir en ese tipo de periodismo es una demostración de coraje personal y de juvenil confianza en el futuro, cualidades que, como es bien sabido, tiene para regalar su Director.

Sobre todo si se trata, como lo fue Réplica en su etapa anterior, de periodismo auténtico, inteligente y veraz, comprometido sólo con la noble misión de informar a los demás y ayudarles a comprender el mundo en que viven. Un oficio que nada tiene que ver con la mendacidad y la chatura demasiado abundantes en esa mercancía que algunas corporaciones venden con el nombre usurpado de “periodismo”.
Es hora de rendir tributo a la vieja Réplica porque hizo periodismo, sin comillas, en las peores circunstancias. Para colmo lo hizo en Miami cuando allí campeaban por sus fueros los peores elementos que, salidos de Cuba, se apoderaron de aquella ciudad y entronizaron allá los vicios y lacras que portaban, como principal equipaje. Entre lo que se llevaron iban la incivilidad y el crimen y de ambos hicieron inusitado derroche hasta convertir a Miami en una urbe diferente a cualquier otra en Norteamérica. Ninguna otra conoció nunca de la violencia terrorista como la que inundó a Miami en los años de la primera Réplica.
La revista tuvo que enfrentar grandes obstáculos por ser una voz diferente que traía una luz molesta a quienes imponían en el sur de la Florida un lenguaje único, el del odio y la mentira contra Cuba y su Revolución. Ser allí una alternativa de racionalidad y diálogo implicaba riesgos muy graves, exigía hacer del periodismo una hazaña cotidiana.
La revista y su Director además de los insultos y amenazas que recibían, fueron objeto de numerosos atentados con bombas en cifras que no conoció ninguna otra publicación, nunca, en cualquier tiempo y lugar. Esos actos vandálicos, que pusieron en riesgo, más de una vez, la vida de Max, la de su esposa y la de sus dos hijas aun niñas, quedaron en total impunidad.
Max, pese a todo, vuelve al camino sobre un nuevo Rocinante, en busca de aventuras.
El mundo ha cambiado bastante desde aquellos tiempos, aunque todavía operan por esos lares los cultores de la fuerza bruta.
Cuando empezó a circular la primera Réplica Cuba estaba aislada, sus enemigos creían que podrían aniquilarla en cualquier momento y dominaban, por las buenas o por las malas, a la mayoría de la gente en Miami.
Hoy Cuba tiene relaciones de cooperación y respeto, como nunca antes en su historia, con todos los países del Continente con la única excepción de Estados Unidos. Y en este país también las cosas están cambiando. Incluso en Miami. Lo demuestran encuestas de opinión serias que indican que la mayoría de las personas quieren vínculos normales con Cuba y las cifras de los que así piensan son las más altas, precisamente, en el sur de la Florida.
Día a día se publican declaraciones de políticos, empresarios y otras personalidades que se expresan contra el bloqueo y por normalizar las relaciones, una lista interminable que incluye, entre las más recientes, al Presidente de la Cámara de Comercio y a la señora Hillary Clinton.
Quedan batallas por delante. La más urgente es la de poner fin al terrorismo contra Cuba. El primer paso tiene que ser la libertad inmediata e incondicional de Gerardo, Ramón y Antonio. Para lograrlo hay que movilizar al pueblo norteamericano como lo hacen, en Miami, con tenacidad admirable, las organizaciones agrupadas en la Alianza Martiana. Pero hace falta que la verdad de los Cinco llegue a muchos más.
Por eso y por otras razones, salud para Max en su nueva cabalgata.
(Publicado el 15 de julio de 2014 en el primer número de la revista La Nueva Réplica)

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