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lunes, 18 de octubre de 2021

Perico Bravo y el sueño de Camilo

Dentro de unos días se conmemorará otro aniversario de la desaparición del Comandante Camilo Cienfuegos, y gracias al profesor Eliades Acosta, historiador, filósofo, y a su programa Pensar la Historia, he dado con la revista Bohemia del 20 de Noviembre de 1960, que hace un reportaje acerca de la creación del poblado y Cooperativa de Itabo, en Yaguajay. Recuerdo el orgullo con que Perico (Pedro Bravo Moya) guardaba aquella revista, él había sido el contador de este y otros proyectos agrícolas de la zona. Itabo fue uno de los tantos proyectos que soñó el Comandante Camilo para el territorio, lamentablemente otros quedaron truncos, según escuchamos muchas veces contar a Perico.




 





 

Perico se casó con mi madre cuando yo tenía 16 años y desde entonces fue como un segundo padre para mi. Con él aprendí de la historia en primera persona, y de la honestidad del revolucionario de pueblo. Alegre, bromista y de risa contagiosa, siempre dio el paso al frente a las tareas de la Revolución. Me contaba que su abuelo había sido un personaje destacado en las Guerras de Independencia en la región de San Juan de los Remedios, lamentablemente no recuerdo el nombre de tal personaje, pero por investigaciones hechas supongo que se refería al Coronel Quintín Bravo un destacado luchador por la independencia en la guerra del 68 y el 95. Antes del 59 él y sus 4 hermanos militaban en el PSP, por eso siempre estuvieron involucrados en las luchas contra la dictadura de Batista.

 

Con los Rebeldes marchó a La Habana, pero al poco tiempo se licenció al no acostumbrarse a vivir en la gran ciudad, lejos del pueblo.

Al regresar a Yaguajay, su profesión de contador lo llevó a involucrarse en los proyectos ganaderos de la región, bajo la dirección del Comandante Troadio Camacho, a quien tuve el honor de conocer, gracias a sus asiduas visitas a nuestra casa, para conversar con el compañero y amigo.


Gracias Perico por tu alegría y el compromiso con Cuba que un día nos contagiaste.

domingo, 14 de marzo de 2021

LOS 27 DE NOVIEMBRE DE LA PATRIA

Todos conocemos la historia del 27 de Noviembre de 1871, fecha fatídica para ocho estudiantes de medicina cubanos, quienes fueron fusilados por las hordas integristas defensoras del estado colonial de Cuba. Pocos recordamos otro 27 de Noviembre, 20 años después, cuando la emigración cubana en Tampa prendió la chispa del independentismo, bajo la dirección de José Martí. En una reseña de aquel acontecimiento, salida en el semanario Cuba y América (21.05.1898), para conmemorar el tercer aniversario de la caída en combate del mártir de Dos Ríos, como allí le llaman, recogen de primera mano los recuerdos de lo sucedido aquel 27 de Noviembre de 1891, y que reproducimos íntegramente más adelante. Sin dudas, esos 27 de Noviembre son los que quedaran en la memoria histórica de nuestro pueblo, que con ingentes sacrificios, y al costo de mucha sangre joven y hermosa, primero puso fin a las cadenas coloniales que mantenían prisionera a la Patria. Y esas mismas banderas de Tampa, Cayo Hueso, Martí, Maceo y Gómez y tantos otros próceres, fueron recogidas, casi un siglo después, por la generación del centenario, que al costo de otro tanto de sangre joven, trajo la total independencia de la Nación cubana, quien había sido por tantos años tutelada y violada por el Tío del Norte.

El anexionismo no es una opción para los cubanos dignos, porque siempre ha sido la corriente de quienes nunca han confiado en las fuerzas propias, en la grandeza de nuestro pueblo, en el derecho que tiene a caer y también a levantarse por sus propios esfuerzos. Sietemesinos, les llamaría Martí, a ellos el olvido. Tanta resistencia y sacrificios de un pueblo noble, hospitalario y solidario, no pueden ser en vano.

José Conde

Berlín, Alemania

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A continuación el texto al que nos hemos referido:


La verdad histórica

La organización revolucionaria de los cubanos en el extranjero, No es la obra realizada por esta o aquella agrupación: es sola y exclusiva del mártir de Dos Ríos que la concibió, le dio forma y vida con el concurso decidido de todos sus acendrados adeptos.

Así conviene dejarlo sentado de una vez para siempre a fin de que la verdad histórica no se altere, ni la vanidad o la Gloria falsa quieran apropiarse la verdadera que sólo cupo al genio inmortal de José Martí.

Estás líneas van encaminadas a demostrar que, a lo menos, por lo que a Tampa concierne, la obra redentora de los cubanos, surgió de aquí por uno de esos acontecimientos casuales que se suceden en la vida de los pueblos; casualidad que no le quita nada de su gloria por más que se empeñen personalidades distinguidas y apreciadas, en oscurecerla, quitándole lo que en justicia le pertenece, acaso por desconocer los acontecimientos políticos que se desarrollaron en la colonia cubana de Ibor City.

El 10 de octubre de 1891, Tampa dio el más grandioso espectáculo que los emigrados en 22 años habían llevado a cabo, celebrando con gran pompa y unidad el aniversario del Grito de Yara, dando lugar esta fiesta patriótica a qué España protestará del acto por medio de su Ministro Plenipotenciario.

Levantado algún tanto el espíritu desde esa fecha, los cubanos de Tampa empezaron a cambiar impresiones y simpatías con los demás emigrados en otras poblaciones de los Estados Unidos y desde entonces acaso está está la chispa revolucionaria que alzo al pueblo de Cuba contra su opresora de cuatro siglos.

Organizada desde mucho antes de la citada fecha la Liga Patriótica cubana, conocida por Sociedad de Socorros Mutuos --Hermanos de la Fe--, sus trabajos secretos fueron de grandísima utilidad para la colonia cubana en general; y a esa sociedad que nadie menciona, en parte se debe a la gloria que hoy Tampa puede ostentar orgullosa.

A poco de establecida la Liga, se fundó el Club cubano “Ignacio Agramonte” que trajo por primera vez a la Florida al eximio Martí.

Martí fue llamado para la celebración de una velada literaria organizada por dicho club y acaso muchos miembros de esa agrupación cubana no hayan olvidado aún los sinsabores que pasaron; porque, fuerza es confesarlo: lo mismo aquí que en Cayo Hueso, la venida de Martí sembró, sin que sepamos por qué, ciertos antagonismos que a poco de su llegada desaparecieron como por encanto.

La presencia de él bastó para que el pueblo cubano se mostrara confiado y esperanzado de algo que acaso presentía, pero sin explicarse bien a las claras lo que pasaba alrededor no midiendo la importancia de esa visita ni los acontecimientos que de ellas pudieron derivarse. El fervor patriótico y extremado de aquellos días era debido a las torpezas y actos vandálicos que los tabaqueros españoles habían realizado contra la colonia cubana…

El 25 de noviembre de 1891, llego a esta población el Mesías cubano y al día siguiente se celebró la gran velada literaria, siendo Martí debidamente presentado y muy bien recibido por el público congregado en los entonces amplios salones del Liceo cubano.

Fue en esa velada en la que quedó colocada la primera piedra de la revolución. Fue de esa velada dónde surgió el chispazo que conmovió al mundo y trastorno más de un espíritu allá en Cuba…

El 27 de noviembre de 1891 Martí se inició en la agrupación de carácter secreto Liga Patriótica cubana conocida por el vulgo por Sociedad de Socorros Mutuos: Hermanos de la Fe, y fue en esa reunión en la que Martí dijo: que todo lo había encontrado hecho. Palabras que son un escudo para Tampa.

El 28 de noviembre de 1891, el pueblo en masa acudió al liceo cubano para despedirse de Martí. En aquellos salones estaba toda la sociedad de Ibor City: el cubano, el español, el americano y el italiano. Todos confraternizaban, todos eran un solo hombre para clamar y vitorear a Martí.

A poco de dar comienzo la fiesta, el señor Rivero con voz firme y reposada pronunció un corto discurso y acto seguido dio lectura a las resoluciones que Tampa adoptaba en asamblea Magna para comenzar los trabajos para la unidad de todos los cubanos emigrados, las cuales fueron aclamadas por unanimidad.

Llegó la hora de partir y la manifestación fue imponente como el acto que se acababa de realizar, llevándose Martí el alma, el corazón de este pueblo y la chispa de la revolución recogida por él y por el lanzada.

¿Quién fue el hombre previsor que conoció el alma del pueblo cubano y recogió todos sus sentimientos y los concretos como un deseo vivo en el preámbulo elocuente y las resoluciones previsoras para la unificación de los cubanos?

La historia no lo podrá decir, porque acaso el historiador no esté al tanto de los datos precisos y conviene que se lo digamos: el Preámbulo y las resoluciones adoptadas por la emigración cubana de Tampa, fuero escritas a vuela pluma por José Martí, de visita en esta colonia y las convirtió poco más tarde en las Bases y Estatutos Secretos del Partido Revolucionario Cubano, surgido del histórico Cayo Hueso adónde Martí fue llamado después de su visita a Tampa.

Esa fue la obra, ese fue el chispazo que salió de Tampa y como recuerdo de ese día memorable conservo en mi poder el original del preámbulo y de las resoluciones que escribió José Martí. A él, solo a él, pertenece esa obra gigante que hoy realiza nuestra emancipación,Iniciar a como hemos dicho y consumada por el esfuerzo de un pueblo heroico.

José G. Ramírez

Tampa, Florida

domingo, 19 de julio de 2020

Apuntes acerca de la Historia, la Nación Cubana, y el oficio de escribir la historia


 
Primer Apunte: Las generaciones revolucionarias en Cuba, una Cronología comparada. Este es un apunte bastante especulativo, parte de una mirada personal cuando intento comprender la Historia de mi país holísticamente. Uno de los documentos más antiguos de reflexión de un proceso revolucionario lo encontramos en La Biblia, hay que estudiar el Éxodo, para entender las situaciones y los peligros que acechan a toda Revolución, sus aciertos, sus errores, sus retrocesos. El pueblo de Israel que aparece en el Éxodo, no es una etnia escogida, el hebreo es una mezcla de sectores y clases sociales que se enfrentan a la opresión y la esclavitud y sueñan con la liberación. Mucho tiene la Historia de Cuba en común con la historia del pueblo hebreo, con sus luchas, con sus anhelos, con la manera de contar y mantener vivo el espíritu revolucionario. Cuando observamos la “genealogía” desde Adán hasta Jesús y más acá, descubrimos el ansia por transmitir una verdad histórica, cada generación (no en el sentido literal) es hija de su antecesora. La reflexión simplista, seguramente se queda en la envoltura, el investigador acucioso busca más profundo. El espíritu revolucionario en Cuba, tiene igualmente una cronología que pasa por Hatuey, Martí hasta Fidel y sin dudas, continuará. Esta mirada a la Historia, es necesaria e imprescindible, porque le da una identidad propia y una guía a todo proceso de liberación. Si bien los cubanos, nos hemos liberado de muchas ataduras, aún no hemos llegado al punto en que como Nación, no sintamos peligros al acecho. Decía un profesor de historia que tuve, en cuestiones generacionales, los hijos se parecen más a su tiempo que a sus padres. Y es aquí donde entra el segundo apunte.

Segundo Apunte: La historiografía revolucionaria debe superar el lastre del esquema piramidal. Sin demeritar, ni abandonar el estudio, y la preservación del pensamiento, de las figuras, de los personajes históricos que sobresalen, porque han logrado interpretar mejor que otros el espíritu de su tiempo. También se corre el riesgo de atribuir al individuo una preponderancia sobre el colectivo, la comunidad, el pueblo, que es a la postre el verdadero artífice de las transformaciones y los cambios revolucionarios. Hasta ahora, lamentablemente, sentimos que hay una preponderancia en la investigación historiográfica, de lo primero sobre lo segundo, cuando debiera existir más bien un equilibrio. Recuerdo las conferencias del profesor chileno Helio Gallardo, en la Cuba de los 90, cuando nos hablaba del aporte de Fidel al pensamiento revolucionario, cuando, en su manifiesto “La Historia me Absolverá”, habla de Pueblo y no de Masa, que es el termino que aplicaba cierto análisis marxista de la historia. Al decir pueblo, ponía rostro, la masa no tiene rostro ni forma. Por eso pienso, que se hace necesario contar más la historia local, las historias de quienes pusieron su gota de sudor o sangre en la gran obra de todos. Mientras no logremos esto, a la historia de las revoluciones les faltará un componente esencial, y terminará como material de estudio e investigación de profesionales e interesados, pero no calará en el pueblo, porque este no se sentirá identificado. Como consecuencias de esas carencias, lo mejor que pudiera pasar, sería que lo viera como un santoral revolucionario, al que se invoca y admira, pero del que se siente incapaz de emularlo. Lo peor, sería la apatía. Aunque, ninguno de esas dos alternativas debieran ser lo que realmente sucedieran.

Tercer Apunte: Los tres Siglos de conformación y consolidación de la Nación Cubana. Hablamos de Siglos, y más bien pudiéramos hablar de etapas. Aunque se afirma que los Siglos no comienzan con el 00 y terminan con el 99, es una camisa de fuerza que asumimos para ubicar nuestro “apunte”. Escogemos estos tres Siglos, porque son en los que, de una manera u otra, las fuerzas revolucionarias y sus contrapartes, han pujado con más fuerza, por llevar a cabo sus proyectos de Nación.

  • Siglo XIX. El Siglo de los Anhelos. Es el periodo en que se sueña y se lucha, bajo correlaciones de fuerzas dispares, por la creación de un Estado-Nación, libre, independiente y soberano.
  • Siglo XX. El Siglo de las Pasiones. Es el periodo en que se lucha por fortalecer o revertir el carácter cultural y político de la Nación. Periodo en que, aunque existiendo el Estado-Nación, hay apasionados enfrentamientos para llevarlo en una u otra dirección. Toda pasión lleva una mezcla de amor y odio, y como tal, comete los errores que las pasiones llevan consigo. Lo mejor de todo, es que esos errores ayudan a madurar, a crecer, a decantar lo intrascendente, lo superfluo, cuando la pasión nace de sentimientos puros y verdaderos.
  • Siglo XXI. El Siglo de la Ponderación. Aquí me aventuro a lanzar una idea de lo que, aún existiendo en cuestiones puntuales, o habiendo deseos entre muchas partes, no es una realidad. Ello debiera ser el legado de las generaciones de revolucionarios cubanos, que hoy viven a las que vendrán. Hay palabras que se usan en ciertos sectores para soñar la Cuba deseada. Algunos hablan de Reconciliación, otros de Concordia, etc. En lo personal son palabras que no me gustan, porque las siento falsas. Acaso se pueden reconciliar proyectos de País, de Nación diferentes? Con la palabra Ponderación, en el sentido de equilibrio, de mesura, de análisis de lo urgente (de lo necesario, de lo inevitable) para la supervivencia de la Nación Cubana, encontramos la palabra-concepto que bien puede marcar un camino hacia el futuro. Es el revolucionario cubano1, la única fuerza capaz de hacerlo realidad, aún en coyunturas desfavorables. Si me preguntaran, dónde veo esos relámpagos de ponderación hoy, pues afirmaría que en todo lo que se hace para una Cuba más abierta, que sin quitarle el ojo a los peligros, no se deje dominar/detener por el temor y el miedo. El Movimiento LGTB, el tema migratorio, por ejemplo, son temas en que, poco a poco, se ven atisbos de una mirada ponderada. Añado, escuchando en estos días al Presidente cubano Miguel Diaz Canel, vislumbro mucho más en su discurso, que este bien pudiera ser el Siglo de la Ponderación.


Berlín, a unos días de conmemorarse el día de la Rebeldía Nacional, Julio de 2020

1Cuando digo revolucionario cubano, en este caso, no le doy una connotación ideológica o política, de ningún signo. Son las fuerzas que concuerdan en tres puntos: Libertad, Independencia y Soberanía de la Nación Cubana. Que desean y luchan por la justicia, el bienestar y el desarrollo de todo cubano/a dentro y fuera de nuestro Archipiélago.

lunes, 22 de junio de 2020

Los Periódicos de Yaguajay

La mayoría de los periódicos tuvieron corta duración. Era lo normal en la época. Dice Martinez-Fortún y Foyo que en el año 1886 solo había periódicos en Remedios y Caibarién.
El más antiguo del que se tiene constancia salió el 1 de junio de 1892, se llamó “El Eco”, un semanario literario cultural, dirigido por Pedro Lamar y Mariano Martín. Impreso en Caibarién. Existió por 1887 un periódico en Placetas de igual nombre, que en 1892 ya había dejado de existir. No hay constancia de alguna relación.

miércoles, 10 de junio de 2020

Pequeña anécdota alrededor de una pequeña foto

Quizás pocos conozcan detalles acerca de este lugar, pero casi seguro, cualquier yaguajayense ha echado su sentada en alguno de sus bancos. Me refiero al Paseo Agramonte, un nombre bastante pretencioso, para un paseo de apenas una cuadra, en sus orígenes estaba planificado se extendiera hacia el sur, hasta la calle Carbó (hoy Camilo Ciénfuegos). Tampoco debe ser muy conocido que ahí estuvo emplazada la primera Ermita o Capilla de la Iglesia Católica (aproximadamente desde 1850-1870), que atendía a las pocas familias que se asentaron en el incipiente poblado. Al ser construido el Templo en su lugar actual en 1871, en la plaza de armas (hoy Parque Martí) y trasladado los servicios religiosos hacia allí, quedó un lugar vacío y en desuso en el corazón del pueblo. Seguramente debieron existir proyectos para ese lugar en diferentes momentos, pero el caso es que el Paseo, tal y como lo conocemos hoy, no se construyó hasta 1941, bajo el gobierno municipal de Joseito Ruiz, alcalde socialista y único en Cuba que fue reelecto para un segundo período, con el apoyo de todas las fuerzas políticas de Yaguajay. 

lunes, 24 de febrero de 2020

24 de febrero de 1895: A la conquista de la patria

Por: Ernesto Limia Díaz


El 10 de febrero de 1878, en el Zanjón se tiró la espada ante los pies del general español Arsenio Martínez Campos sin que cristalizaran ninguno de los dos propósitos que llevaron a Guerra de los Diez Años: independencia y abolición de la esclavitud. Un mes más tarde, el 15 de marzo, el general Antonio Maceo encabezó la Protesta de Baraguá y preservó un hálito de esperanza.

Martí conoció del Zanjón en Guatemala. No podía creerlo. “Transido de dolor, apenas sé lo que me digo”, escribió a Manuel Mercado el 6 de julio, en vísperas de su regreso a Cuba. Carmen Zayas-Bazán estaba embarazada y no paraba de llorar, dadas las precarias condiciones en que se hallaban. Instigada por su padre le imploraba volver. Para consolarlo le decían que retornaba a su patria.

“¡Creen que vuelvo a mi patria! Mi patria está en tanta fosa abierta, en tanta gloria acabada, en tanto honor perdido y vendido. Ya yo no tengo patria: –hasta que la conquiste. –Voy a una tierra extraña, donde no me conocen; y donde, desde que me sospechen, me temerán”, añadió en la misiva (Martí, t. 5, 2009: 311-312).

¿Cuánto demoró en germinar la semilla sembrada en Baraguá? ¿Cuán difícil resultó a Martí ejercer el liderazgo en la conquista de la patria?

De las cenizas de la contienda del 68 había renacido el ya rancio reformismo. Cierta apertura política abrió espacio a la formación de partidos y a una prensa con mayor libertad, siempre que no tocara el arpa del separatismo. Los meses transcurrieron y España no cumplió ninguna promesa de fondo, más allá de la representación en Cortes. Pacificado el país poco importaban las necesidades y aspiraciones cubanas. La Corona no estaba dispuesta a remover la estructura de sujeción colonial y Martínez Campos fue llamado a Madrid. Las ansias libertarias retoñaron bajo el mando del general Calixto García Íñiguez, quien organizó una conspiración desde Nueva York extendida a varios puntos del país –con mayor fuerza en Oriente. Estalló el 24 de agosto de 1879.

miércoles, 10 de octubre de 2018

De La Demajagua a Yara: Historias secretas

Por: Igor Guilarte Fong



Vista panorámica de La Demajagua según un grabado de la época. La finca se ubicaba cerca del mar y a 13 kilómetros de Manzanillo. Foto: Reproducida por Bohemia el 9 de octubre de 1955.

¿Tenía conocimiento usted que desde el mismo inicio de la guerra por la independencia Carlos Manuel de Céspedes manejaba la idea de invadir Occidente? ¿Conocía los nombres de los principales encartados? ¿Que entre ellos hubo dos colombianos y que hasta dos españoles estuvieron presentes el levantamiento armado (de manera accidental)? ¿Estaba al tanto de las peripecias que debieron afrontar los bisoños insurrectos en las horas previas y sucesivas al 10 de octubre de 1868? ¿Sabía quién fue el primer cubano en dar su vida por la causa?

Las respuestas a estas interrogantes (o curiosidades históricas) pueden hallarse en la excepcional versión del coronel José Joaquín Garcés Ramírez, uno de los sublevados en La Demajagua, bajo la orientación de Carlos Manuel de Céspedes. Tengo entendido que este testimonio, redactado en Manzanillo en 1900, y que contiene los episodios comprendidos desde el 9 de octubre hasta la capitulación de Bayamo el día 22, ha sido muy poco divulgado. No obstante, por su valor descriptivo y fidedigno, constituye un documento verdaderamente inapreciable.

martes, 10 de julio de 2018

La Niña de Guatemala, más allá de una joven enamorada

Por: Susana Tesoro




Imagenes que se corresponden con la época en que María Cristina y José Martí se conocieron. Fotos: Archivo Nacional, Guatemala

Un diez de mayo, a las diez de la mañana, ciento cuarenta años atrás, se produjo el deceso de la joven María Cristina García Granados y Saborío, mejor conocida como “la niña de Guatemala”. Ha transcurrido más de un siglo, y aún en tertulias literarias, históricas, familiares o sociales, se debate entre pensamientos científicos y pasionales, si aquella joven de tan solo 18 años, pudo haber muerto de amor, como afirmó nuestro José Martí en sus versos sencillos.

Lo cierto es que todavía permanece un velo de misterios inexplicables por la ciencia y la conciencia: María García y José Martí mueren en el mismo mes con una diferencia de 17 años y nueve días, sus lazos de unión son como una cábala espiritual que no se ha podido resolver.

lunes, 18 de junio de 2018

Así murió el Generalísimo

Por: Ciro Bianchi Ross




Autor: LAZ.

Invita Máximo Gómez a su esposa Manana a visitar Santiago de Cuba y la propuesta llena de júbilo a la familia pues los acompañarán sus hijas Clemencia y Margarita. Quiere el viejo guerrero abrazar a su hijo Maxito, a Candita, la esposa de este, y a los pequeños nietos; y, de paso, que sus hijas conozcan la bella capital oriental. Ese es el motivo visible del viaje. Abriga además el General una segunda intención: impugnar los planes reeleccionistas del presidente Tomás Estrada Palma y promover la candidatura presidencial del general Emilio Núñez. Corría el mes de mayo de 1905. Pocas semanas después, el 17 de junio, hace hoy 113 años, el General en Jefe del Ejército Libertador era cadáver. El Napoleón de la Guerrilla, como lo llamaron los ingleses, el hombre que había desafiado a la muerte en unos 235 combates sin sufrir más que dos heridas, moría en su cama fulminado por la septicemia.

martes, 13 de marzo de 2018

13 de marzo: La historia del último sobreviviente del auto de José Antonio Echeverría

Por: Yunier Javier Sifonte Díaz


Son más de las tres de la tarde del 13 de marzo de 1957 y desde uno de los estudios de la emisora Radio Reloj una voz estremece al país. Todo comienza con un enérgico “pueblo de Cuba”, y enseguida el anuncio del asalto al Palacio Presidencial por un grupo de jóvenes del Directorio Revolucionario rompe la quietud de la jornada. En la cabina de transmisión está José Antonio Echeverría, reclinado sobre la mesa y con unos papeles estrujados en la mano; en la planta baja del edificio lo espera Otto Hernández Fernández, el último sobreviviente entre los que viajaron aquel día en el auto del líder estudiantil. 


Otto Hernández recuerda cada detalle de aquel 13 de marzo (Foto: ACN)
Con una voz que no parece la de un hombre de más de 80 años, Otto recuerda cómo llegó hasta el Directorio Revolucionario gracias al impulso de Joe Westbook.


“Yo estudiaba en La Habana y tenía una amistad con él a partir de coincidir en varias reuniones. Luego de hablar algunas veces, en uno de aquellos encuentros él me propuso la idea de sumarme al grupo y yo acepté de inmediato”.
Sin embargo, en 1956 el gobierno cerró la universidad y ante la presión de sus padres Otto no tuvo más remedio que regresar a Santa Clara. No obstante, recuerda cómo le pidió a Westbook que lo mantuviera al tanto de la situación y le avisara ante cualquier acción importante. La clave para convocarlo sería un telegrama con el texto: “Abuelo grave. Ven pronto. Alberto”. El mensaje no tardó mucho en llegar.

lunes, 12 de marzo de 2018

Efemérides de marzo

Autor: Graziella Pogolotti | internet@granma.cu

Imperativo, el timbre del teléfono estremeció la noche. Una amiga me comunicaba que, al parecer, Batista había entrado en Columbia. Sentí como si la vida se me hubiera suspendido en el aire. Intuía que algo terrible se anunciaba para el futuro del país y que mi propio destino se llenaba de interrogantes.

Estaba a punto de terminar mis estudios universitarios y poco faltaba para la celebración de elecciones. Iba a votar por primera vez, aunque no tenía mucha confianza en que algo esencial cambiaría con el triunfo probable del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo). Después de la muerte de Chibás, las disensiones entre el grupo heterogéneo de dirigentes de la organización política eran previsibles. Para encaminar el rumbo de la nación se requerían transformaciones radicales, más allá de la necesidad de frenar la corrupción imperante. Pero el cuartelazo proponía el regreso a tiempos de sangre y represión, en línea con las dictaduras que definían entonces el panorama de la América Latina.

En aquella silenciosa madrugada del 10 de marzo, el timbre del teléfono había despertado también al vecindario. Expectantes todos, pendientes de recibir más noticias, no volvimos a acostarnos, afanados ante la radio, en la que proseguían los programas habituales. A poco, no puedo recordar qué tiempo había transcurrido, se escucharon disparos en el cercano Palacio Presidencial. Por distintas vías, empezaba a llegar alguna información.

Estudiantes universitarios convocaban a la resistencia desde la simbólica Colina. Habían solicitado armas al presidente Carlos Prío Socarrás, quien optó por buscar refugio en la Embajada de México.

El 10 de marzo evidenciaba la crisis estructural de la economía cubana. Para afrontar las consecuencias de las restricciones impuestas a la producción azucarera y frenar la resistencia de los trabajadores desplazados, la dictadura se valdría de la mano dura. Así mismo, el derrumbe de los partidos políticos reflejaba la agonía de la democracia representativa. Ajeno a concepciones dogmáticas, Fidel comprendió que la solución habría de plantearse a través de la lucha insurreccional. Después de agotar las posibilidades que ofrecía la cancelada vía constitucional, emprendió la paciente y silenciosa organización del asalto al Moncada. Su carta de triunfo más segura estaba en la confianza depositada en las reservas morales de un pueblo crecido ante los avatares de la historia y la corruptela de los políticos. Pocos sobrevivieron al desembarco del Granma, pero el Ejército Rebelde fue creciendo. Doblegó los embates de una tropa profesional bien entrenada y dotada de armamento superior. En las ciudades, a pesar de la brutal represión, de los asesinatos y las torturas, cobró fuerza el movimiento clandestino. La victoria final sorprendió al mundo. Las miradas de todos se volvieron hacia la isla rebelde.

viernes, 2 de marzo de 2018

¿Cómo contar la Historia de Cuba en el siglo XXI? (+ Podcast y Video)

Dr. René González Barrios (izq) y el Dr. Eduardo Torres Cueva (der). Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Cómo contar la Historia en el siglo XXI es el gran reto al que se enfrentan historiadores y las nuevas generaciones de cubanos y cubanas. Ahondando en esta problemática, a solicitud de Cubadebate en su aniversario 15, los investigadores Eduardo Torres Cuevas y René González Barrios, Presidente de la Academia de Historia de Cuba y Presidente del Instituto de Historia, respectivamente, sostuvieron un encuentro con estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (FCOM), en la sede de la propia institución.
Cubadebate presenta a través de la plataforma Spreaker un nuevo podcast dedicado a la enseñanza de la Historia de Cuba con las exposiciones magistrales de estos investigadores.

Escuche el podcast


En video: Intervención de René González Barrios durante el Taller de Historia convocado por Cubadebate



jueves, 22 de febrero de 2018

Las pretensiones de Estados Unidos hacia Cuba

Por: Abel González Santamaría

Este año conmemoraremos el 150 aniversario del inicio de las guerras por la independencia de Cuba, en un contexto en que Estados Unidos aumenta la hostilidad hacia la Revolución Cubana y retoma la Doctrina Monroe para justificar su proyección injerencista de “América para los americanos”. La estrategia de “espera paciente”, la concepción geopolítica del “destino manifiesto” y la “política de la fruta madura” se fue transmitiendo de generación en generación entre los grupos de poder que dominaron los diferentes Gobiernos estadounidenses desde los primeros años del siglo XIX.

Durante las tres guerras independentistas ningún presidente norteamericano reconoció la beligerancia e independencia de los patriotas cubanos. Para descifrar las pretensiones geopolíticas de Estados Unidos hacia Cuba desde entonces, resulta imprescindible analizar los testimonios de los Mayores Generales del Ejército Libertador Carlos Manuel de Céspedes, José Martí, Antonio Maceo y Máximo Gómez.




Estatua de Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

jueves, 18 de enero de 2018

Paseos habaneros

Por: Ciro Bianchi Ross


Autor: Laz.

Cuando yo era joven, la gente de mi generación, antes de ir a cualquier parte, iba primero a Coppelia, y no era raro que al final de la jornada volviera sobre sus pasos para terminar la noche en la misma heladería. La vida nocturna continuaba siendo muy intensa en La Habana, y Coppelia, sin desdecir su oferta, permanecía abierta hasta las dos de la mañana.

Los pequeños clubes que poblaban el Vedado desaparecían poco a poco sin que lo advirtiéramos apenas, pero intérpretes como Bola de Nieve y Martha Strada llenaban las noches en restaurantes como Monseñor y La Roca, respectivamente, mientras que Miriam Acevedo recitaba los poemas de Virgilio Piñera en El Gato Tuerto y la gente del filin descargaba en El Pico Blanco. Elena Burke se adueñaba del Sherezada, como tiempo antes hizo La Lupe en La Red. Había recitales, en las noches de jueves, en la pequeña sala del Museo Nacional, con su acústica impresionante y los espectáculos de cabarés, con sus luces, lentejuelas y mulatas barrocas, se sucedían a todo tren. Muy concurridos eran los conciertos de media noche del auditórium Amadeo Roldán, sede entonces de la Orquesta Sinfónica Nacional, y, por otra parte, la Banda Municipal de Conciertos, todavía bajo la conducción del maestro Gonzalo Roig, deleitaba a los transeúntes en el Parque Central o en la Plaza de Armas. Nunca preferimos para merendar El Carmelo de 23, y sí el de Calzada, y la amable cafetería del sótano del Hotel Nacional tenía onda y era también de las preferidas. Restaurantes como El Conejito y El Polinesio, muy nombrados entonces, los conocimos ya de viejos, al igual que El Patio y 1830, los más emblemáticos de la época. Si había dinero nos íbamos a El Cochinito, recién inaugurado por aquellos días. Muy recurrida era La Casa de los Vinos, cerca de la Estación Central de Ferrocarriles, y si de restaurantes italianos se hablaba, la palma se la llevaba el diminuto Da’Rossina, con sus pizzas espectaculares y aquellos exquisitos cocteles de camarón o de langosta, tan memorables como los martinis del bar del restaurante La Roca.

lunes, 26 de junio de 2017

Gente y lugares de La Habana (I)


Ciro Bianchi Ross




Hubo una bolera en la calle 23, entre O y P, en el Vedado, en los días en que La Rampa no era aún La Rampa. La bolera de Tony, una edificación de concreto y techo de zinc que ocupaba el lugar donde a partir de la segunda mitad de la década de 1950 se construyó el cine La Rampa. «Una delicia para los jóvenes… Juegos de bolos, con cafetería con las primeras máquinas para hacer batidos, y victrolas que tocaban los últimos discos de moda: Bin Crosby, Frank Sinatra. Y allí hubo fiestas juveniles, y hasta bailes que todavía no estaban a mi altura», escribe el destacado cineasta y narrador Enrique Pineda Barnet en un magnífico texto sobre el Vedado que no sé cómo ni cuándo llegó a mi máquina.

Añade el autor de filmes como Mella y La bella del Alhambra: «Fue un avance de modernidad juvenil en el Vedado. Mientras en 17 y N la pollería El Liro, inauguraba otra cafetería moderna donde también aparecían los batidos de chocolate, la leche malteada, sándwiches de pan de molde y galleticas preparadas. Enfrente, donde hoy se encuentra el Focsa, se estableció el club Cubaneleco, de la Cuban Electric Company, para Calixto Kilowatt, sus trabajadores y asociados. Allí había cancha de tenis, cancha de squash, piscina y casa club, se hacían fiestas, deportes y vida americana. Mientras la pollería El Liro crecía con sus batidos y victrolas, para cambiar años después los pollos por los conejitos».

Ya habrá comprendido el lector que alude al espacio que ocupa el restaurante El Conejito.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Máximo Gómez frente a la ocupación militar de Estados Unidos: ¿pasividad o estrategia política?

Por: Yoel Cordoví Núñez



El 10 de diciembre de 1898 quedó firmado el tratado de paz acordado en París entre España y Estados Unidos. Al igual que lo sucedido en el protocolo de paz, suscrito en Washington al concluir las hostilidades, no se mencionaba la independencia de Cuba. La crítica situación suscitó que el general dominicano-cubano Máximo Gómez Báez, hasta ese momento atento al desenlace de los acontecimientos, en carta enviada a Edmond S. Meamy desde Yaguajay, manifestara sus criterios sobre la conducta “dudosa” de “los hombres del Norte”:

… Primero, contemplando indiferente por largo tiempo el asesinato de todo un pueblo, y segundo, y a la postre cuando se determinaron a intervenir en la cuestión y suprimir el verdugo, ya exánime el Pueblo, se le cobra el tardío favor con la humillante ocupación militar de la tierra sin un motivo racionalmente justificado. De aquí que aunque la soberanía de España es verdad, que ha desaparecido de Cuba, no es aún libre el cubano ni independiente la tierra después de tanta sangre derramada.[1]

A partir del 1ro de enero de 1899 dejaba de existir oficialmente la soberanía española, a la vez que se hacía cargo de Cuba el Gobierno de Ocupación Militar. La fórmula empleada en las nuevas circunstancias, según Máximo Gómez, no podía estar sustentada en la violencia. En misiva cursada al general José María Rodríguez develaba los planes hegemónicos de Estados Unidos. Las autoridades interventoras buscaban propiciar un clima de inestabilidad interna: “…para que nuestra actitud le sirva de pretexto para apoderarse de una vez de Cuba”.[2] En tal sentido, aconsejaba al pueblo cubano la necesidad de tener, “cuidado, tacto exquisito y mucha previsión” en esos momentos históricos”.[3]

lunes, 31 de octubre de 2016

Un Monumento para recordar a Camilo: la historia entre el mármol, el bronce y la piedra


Monumento a Camilo Cienfuegos. Museo Nacional Camilo Cienfuegos. Yaguajay,Sancti Spiritus. Foto René Pérez Massola
Monumento a Camilo Cienfuegos. Museo Nacional Camilo Cienfuegos. Yaguajay,Sancti Spiritus. Foto René Pérez Massola

Tras 57 años de su desaparición física, el 28 de octubre, la figura del Comandante del Ejército Rebelde, Camilo Cienfuegos, continúa enlazada con fuertes vínculos históricos a la parte central de Cuba. La batalla librada por Cienfuegos a finales de diciembre de 1958 en Yaguajay, al norte de la provincia de Sancti Spíritus, representa una de las victorias más importantes para el triunfo de la Revolución Cubana.

Corrían los últimos días del mes de diciembre de 1958 y durante 11 días, el
Comandante y una centena de hombres desarrollaron el enfrentamiento más largo ocurrido en esa parte de la isla y liberaron uno de los últimos territorios bajo el dominio de la tiranía de Fulgencio Batista.

Con la toma de esa ciudad, el combatiente se consagraría como “Héroe de Yaguajay”, apelativo que lo acompaña hasta hoy, a casi seis décadas de su muerte.

La figura de este héroe del Ejército Rebelde prevalece en la historia de Cuba por su humildad, jovialidad y liderazgo, por lo que también se le recuerda como “Señor de la Vanguardia” o “Comandante del Pueblo”.

En Yaguajay, en particular, su imagen es venerada por la determinación y estrategia con que dirigió la batalla emplazada allí y considerada de las más importantes en la ofensiva final del Ejército Rebelde.

En el mismo sitio donde a finales de 1958 se desarrollara dicho enfrentamiento se erige hoy el complejo histórico-cultural Camilo Cienfuegos, Monumento Nacional que incluye el Museo del mismo nombre, una escultura de bronce del líder y el Mausoleo del Frente Norte de Las Villas.
Recuerdo en piedra, bronce y mármol

La instalación, inicialmente sólo conformada por la escultura y el Museo, fue inaugurada por el presidente Raúl Castro, entonces ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el 28 de octubre de 1989.

En similar fecha de 2009, cuando se celebró el aniversario 50 de la desaparición del “Señor de la Vanguardia”, quedó instaurado el Mausoleo del Frente Norte de Las Villas donde arde la llama eterna, encendida en esa ocasión también por Raúl Castro.

A la entrada del complejo, la escultura de bronce sobresale con cinco metros de alto y casi igual número de toneladas de peso, antecedida por una plaza con capacidad para 30 mil personas.



Foto: Archivo.

La obra, de la artista Thelvia Marín, muestra a Camilo vestido de uniforme de campaña, usando el sombrero alón que lo distinguiría desde su llegada al Ejército Rebelde y mirando el antiguo cuartel de la Guardia Rural, donde se encontraban las fuerzas enemigas en la batalla.

Según revelara Marín, para la escultura se inspiró en la última fotografía tomada al guerrillero antes de la victoria definitiva en los mismos predios donde hoy se erige la figura.

El Museo, por su parte, posee una colección con más de 500 objetos, incluidos documentos, piezas de vestir, armas de fuego, una colección de fotos originales, y un archivo fílmico del héroe y otros compañeros de lucha.

Entre los más apreciados aparece un pequeño fusil, único juguete rescatado de la niñez de Camilo, una ametralladora Thompson empleada en la batalla de Yaguajay y su traje de campaña para la invasión a Occidente.

Además se conserva, momificado, el caballo cenizo con el que el “Señor de la Vanguardia” liderara, desde esa ciudad hasta La Habana -separadas por unos 380 kilómetros-, una caballería de campesinos que asistirían al primer acto por el 26 de Julio después del tr iunfo de 1959.

En la parte trasera del complejo, el Mausoleo comprende más de 10 hectáreas de tierra y posee 180 nichos con las inscripciones de igual cifra de combatientes de las luchas de liberación.

Entre los sepulcros, sobresale el dedicado a Camilo con una tapa de mármol rojo y las representaciones en bronce del mar, una flor y el sombrero alón que alude la manera en que los cubanos rinden tributo al héroe; lanzando flores al mar cada 28 de octubre.

Alrededor, 27 palmas reales -árbol nacional de Cuba- representan la edad con que murió el héroe cuando desapareció en 1959.

De igual manera, seis muros de piedra jaimanita y mármol dispuestos en el sitial simbolizan los territorios de la antigua división político-administrativa que tributaron patriotas al Frente y numerosas flores califa roja recuerdan la sangre derramada en la lucha.

Tres fusiles fundidos en bronce que soportan el Escudo Nacional aluden a las tres fuerzas revolucionarias que integraron el Frente Norte de Las Villas: los destacamentos Marcelo Salado, del Movimiento 26 de Julio, Máximo Gómez, del Partido Socialista Popular y la Columna dos Antonio Maceo, comandada por Camilo.

Como complemento también alegórico, sobre uno de los muros se lee una frase del “Héroe de Yaguajay” que recuerda su espíritu solidario y humano: “Esos que luchan no importa donde, son nuestros hermanos”.

(Tomado de Prensa Latina)

viernes, 28 de octubre de 2016

El Camilo que acompaña mis pasos


Cada 28 de octubre los niños cubanos lanzan flores al mar en honor a Camilo. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.
Cada 28 de octubre los niños cubanos lanzan flores al mar en honor a Camilo. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.


Por Yeilén Delgado Calvo

Así habla quien siente lo que dice, quien le pone a las palabras el pecho, la angustia, la esperanza; pero entonces era muy pequeña para entenderlo. Solo sabía que aquella voz algo ronca me emocionaba, y mientras desde los altoparlantes se escuchaba a Camilo recitar los versos de Bonifacio Byrne, yo me apretaba contra el costado de mi papá y sujetaba bien fuerte, aunque me pinchara, la rosa arduamente conseguida, porque todos los niños ansiaban su flor, y los jardines quedaban desprovistos.

Llegábamos a la costa y las olas me salpicaban los zapatos, quería acercarme más: no había nada más triste que ver a la flor presa en el “diente de perro”, sin flotar junto al resto. Si sucedía eso, a pesar de que los adultos consolaran diciendo que luego subiría la marea y a Camilo le llegaría el regalo de la pionera, una lágrima se escapaba.

lunes, 10 de octubre de 2016

Diez de Octubre de 1868: No sueño, es un grito de guerra


Por: Fernando Martínez Heredia, Ismael Francisco           


Museo en las ruinas del Ingenio La Demajagua. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Museo en las ruinas del Ingenio La Demajagua. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.


El 10 de octubre de 1868, el abogado patriota Carlos Manuel de Céspedes (1819-1874) liberó a sus esclavos y alzó en armas a los cubanos, primer hecho fundacional de las Revoluciones de Liberación Nacional de Cuba. El repique de la campana de su ingenio La Demajagua, Manzanillo, en el oriente del país, significó hace 145 años un triunfo de las ideas independentistas, frente al integrismo hispano y las corrientes reformistas y anexionistas. Cubadebate recuerda este hecho con un texto del intelectual cubano Fernando Martínez Heredia:

Carlos Manuel de Céspedes les exigió a sus compañeros ponerse de pie, y el 10 de octubre de 1868 destrozó los imposibles.

Por eso José Julián Martí, un muchacho habanero, comenzó así su poema: “No es un sueño, es verdad, grito de guerra…” Los iniciadores destruyen imposibles; los revolu­cio­na­rios aprenden a domarlos y a trabajar con ellos. Los mambises que sostuvieron la pelea en más de media Cuba durante diez años tuvieron que volverse superiores a ellos mismos, no solo a sus circunstancias.

Céspedes liberó a sus esclavos la primera mañana, pero el cálculo político, los valores heredados y el racismo les ponían obstáculos a la justicia en el amanecer de la libertad. Martí escribió, veinte años después: “aquella arrogante e inevitable alma de amo con que salieron los criollos del barracón a la libertad (…) como atolondró al espantado señorío la revolución franca e impetuosa”.

jueves, 11 de febrero de 2016

Ernesto Limia: “Cuba libre. La utopía secuestrada”

Por: Fernando Martínez Heredia

Escudo mambí del artista cubano de la plástica Kcho forma parte de la portada del libro “Cuba libre: la utopía secuestrada”. Foto: Archivo.




 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
En Cuba entre tres imperios, el primero del conjunto de cuatro libros que Ernesto Limia nos está entregando, la colonia establecida en la isla de Cuba era objeto de las apetencias, las guerras y los negocios de las potencias europeas nacientes, en los tiempos del capitalismo adolescente. La isla estaba en poder del imperio de España, pero también se encontraba en los mapas de los navegantes y de los estados mayores, y en el comercio y la vecindad de otras islas y de las Trece Colonias inglesas de la América del Norte. Mas Limia no nos mostraba una foto fija, ni una de esas frases tan generales como aquella de “Cuba antes de la toma de La Habana por los ingleses”, esos lugares comunes que dejan fuera al conocimiento. En aquel libro, los tres primeros siglos de la historia colonial de nuestro país se llenaban de vida, de acontecimientos y procesos históricos, al mismo tiempo que se poblaban de individuos con nombre y apellido, y con emociones, motivaciones e ideas.