domingo, 9 de junio de 2019

Bullying literario


¿Qué es literatura y qué no?

Así como hace años hablé de los “cubanólogos” que no sabía en qué kilómetro del mar entre Cuba y Estados Unidos se graduaban, para sentirse los únicos autorizados a hablar de los que vivimos en la Isla, me sorprende hoy no saber en cuál kilómetro del mismo recorrido está la escuela de letras que gradúa a tanto crítico literario, sin haber estudiado jamás e incluso sin saber nada de literatura. Más penoso, por cierto, cuando sí saben.

Es curioso que faltando pocas semanas para el Congreso de la Uneac los “críticos” ¿estudien y denigren? ahora el poema de Miguel Barnet “La política”, publicado en el periódico Granma, como lo hicieron antes con el texto “Empujando un país”.

Qué patético, por favor, qué falta de rigor acosar a un poeta, leer con anteojeras y estrechamente la poesía, negarle a un texto su polisemia, sus interpretaciones, que dependen, como todo hecho artístico de cada persona viviente que lo consume.

Siendo una de las escritoras cubanas (pero no l@ únic@) que sufre el fenómeno del bullying literario en mi ciudad hablo con conocimiento de causa. Porque ¿cómo se construye un acosador literario si eres de los escritores que vive en Cuba o en cualquier horizonte y escribe y defiende la política (esa palabra) cultural de nuestro país?:

Chernóbil se cura en La Habana: El episodio que no contó HBO




Miles de niños se atendieron en Cuba tras la explosión de Chernobil.

Las playas de Tarará son todo lo que se puede esperar del Caribe cubano. Mar cálido azul turquesa, palmeras idílicas sobre arena fina y ocre, brisa suave. Un puñado de casitas bajas con jardín se ordenan sobre una cuadrícula perfecta a escasos 30 kilómetros al este de La Habana. En el centro, un tosco edificio con la pintura rojiza ajada por el salitre esconde uno de los episodios menos conocidos del desastre de Chernóbil.

Erigida en la década de los 50’, la urbanización de Tarará sirvió de barriada de veraneo para la élite burguesa y militar del país durante la dictadura de Fulgencio Batista y luego pasó a ser un gigantesco campamento deportivo infantil de la Organización de Pioneros José Martí. Pero, a partir del 29 de marzo de 1990, este balneario paradisíaco pasaría a albergar el mayor programa sanitario para los niños afectados por el accidente de la planta nuclear de Chernóbil cuatro años antes.

lunes, 3 de junio de 2019

Ley de Reafirmación de la Dignidad y Soberanía Cubanas




Caricatura: Osvaldo Gutiérrez (Osval).

La Ley de Reafirmación de la Dignidad y Soberanía Cubanas —Ley 80— declara “ilícita la Ley Helms-Burton, inaplicable y sin valor ni efecto jurídico alguno” en su Artículo 1, por lo que resulta nula toda reclamación sustentada en ella, de persona natural o jurídica, cualquiera que fuere su ciudadanía o nacionalidad.

Esta ley protege a los empresarios extranjeros que invierten en Cuba y les ofrece total garantía jurídica ante la activación del Título III de la Helms-Burton.

“Sobre principios como los establecidos en la Ley 80 de 1996 (Ley de Reafirmación de la Dignidad y la Soberanía Cubanas), nuestro Gobierno garantiza que ninguna ley extranjera impedirá la utilización en beneficio del pueblo cubano de las propiedades que en su momento fueron nacionalizadas mediante leyes que guardaron total apego a las normas del derecho internacional, y que ningún tribunal, en ningún lugar del mundo, puede desconocer impunemente”, dijo Rodrigo Malmierca, ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, el viernes 17 de mayo de 2019, en La Habana.

La Ley 80 fue aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular en el VII Periodo Ordinario de Sesiones de la IV Legislatura, el 24 de diciembre de 1996. A continuación, Cubadebate la reproduce íntegramente.