sábado, 26 de noviembre de 2016

Ha muerto Fidel?

Ha muerto Fidel?


 "¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?" 
1 Corintios 15:55

Quién lo dice?
Si él vive en cada recuerdo
y en cada victoria de nuestro pueblo.

Fidel ha muerto?
Sigan creyéndose ese cuento
él vive y vivirá, no en la historia
donde algunos quisieran dejarlo
sino en cada revolucionario cubano.

Fidel, por vivir, vive hasta
en esos que se lanzan al festejo
prisioneros de su odio
pobres ellos.

Ha muerto el hombre,
queda la obra.

Hasta siempre Comandante!

Berlín, 26 Noviembre 2016

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Precisión a la „respuesta“ de Cuballama al artículo de Juventud Rebelde.

Aclaro que yo he sido un cliente de Cuballama casi desde sus inicios, creyendo que era un servicio legal con Cuba, y sobre todo, que Etecsa recibía su parte por sus servicios. Debo decir, en honor a la verdad, que no he tenido quejas por el servicio de Cuballama, pero desde ya me retiro como cliente.

Si me gustaría hacer una precisión a la „respuesta“, por manipulativa, para quienes no están al tanto de la realidad del mundo capitalista.
  1. En el mundo „libre“ o de „libre mercado“como afirman en la "respuesta" también hay reglas, leyes y regulaciones que cumplir, y estas se basan en las normativas del país en que se está operando y no a la inversa. Lo contrario es una violación a las leyes internacionales de comercio.
  2. Hay países capitalistas que tienen especies de „monopolios“ semiestatales, que son los que dominan determinados sectores de interés para el Estado en cuestión. Por ejemplo, en Alemania tenemos la Telekom, a la que hay que pagarle por la infraestructura existente de cableado, etc. Desde hace unos años es más fácil que otra compañía de telecomunicaciones pueda ofrecer sus servicios, pero para ello debe pagarle a Telekom.

martes, 22 de noviembre de 2016

Denuncian fraude del servicio “Cuballama” para conexiones telefónicas a Cuba


Por: Yurisander Guevara


El escenario actual de las telecomunicaciones es un proceso que podríamos definir como paradójico: si bien resulta sencillo por la tecnología existente, al mismo tiempo es complejo a causa de la alta demanda de servicios provocada por la exponencial multiplicación de abonados de telefonía móvil.


Esto sucede de igual forma en las llamadas de voz y los mensajes de texto o SMS. Ambos son manejados por las operadoras de todo el mundo, las que firman acuerdos para permitir el tráfico entre origen y destino, y cobran un monto a los usuarios por las acciones que realicen.

La paradoja se exacerba con el hecho de que las operadoras ya no tienen el control total de las telecomunicaciones. Actualmente existen equipos comerciales que permiten el montaje de centrales telefónicas en cualquier lugar, lo que ha abierto vías para que algunos lucren con las nuevas tecnologías, mientras desconocen las regulaciones vigentes de los países donde operan. Cuba no escapa a este fenómeno.

Una búsqueda rápida en internet de la frase «llamadas baratas a Cuba» devuelve resultados que permiten comunicar con nuestro país con 29 centavos de dólar el minuto.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Máximo Gómez frente a la ocupación militar de Estados Unidos: ¿pasividad o estrategia política?

Por: Yoel Cordoví Núñez



El 10 de diciembre de 1898 quedó firmado el tratado de paz acordado en París entre España y Estados Unidos. Al igual que lo sucedido en el protocolo de paz, suscrito en Washington al concluir las hostilidades, no se mencionaba la independencia de Cuba. La crítica situación suscitó que el general dominicano-cubano Máximo Gómez Báez, hasta ese momento atento al desenlace de los acontecimientos, en carta enviada a Edmond S. Meamy desde Yaguajay, manifestara sus criterios sobre la conducta “dudosa” de “los hombres del Norte”:

… Primero, contemplando indiferente por largo tiempo el asesinato de todo un pueblo, y segundo, y a la postre cuando se determinaron a intervenir en la cuestión y suprimir el verdugo, ya exánime el Pueblo, se le cobra el tardío favor con la humillante ocupación militar de la tierra sin un motivo racionalmente justificado. De aquí que aunque la soberanía de España es verdad, que ha desaparecido de Cuba, no es aún libre el cubano ni independiente la tierra después de tanta sangre derramada.[1]

A partir del 1ro de enero de 1899 dejaba de existir oficialmente la soberanía española, a la vez que se hacía cargo de Cuba el Gobierno de Ocupación Militar. La fórmula empleada en las nuevas circunstancias, según Máximo Gómez, no podía estar sustentada en la violencia. En misiva cursada al general José María Rodríguez develaba los planes hegemónicos de Estados Unidos. Las autoridades interventoras buscaban propiciar un clima de inestabilidad interna: “…para que nuestra actitud le sirva de pretexto para apoderarse de una vez de Cuba”.[2] En tal sentido, aconsejaba al pueblo cubano la necesidad de tener, “cuidado, tacto exquisito y mucha previsión” en esos momentos históricos”.[3]

sábado, 12 de noviembre de 2016

La Revolución cubana es hoy más comprendida y admirada gracias a su emigración patriótica


  Johana Tablada de la Torre, Embajadora de Cuba en Portugal, dio esta entrevista en exclusiva a Cubainformación TV, durante el Encuentro de Cubanos y Cubanas Residentes en Europa, celebrado en Lisboa del 21 al 23 de octubre de 2016.

Johana Tablada afirma que la relación del Gobierno cubano con su emigración está hoy plenamente normalizada, y que la mayoría siente que las embajadas y consulados de Cuba en el mundo son los suyos.

Más de 400 mil cubanos y cubanas residentes en el exterior viajan cada año a su patria, nos recuerda, y enfatiza que, cada día, crece el sentimiento patriótico y revolucionario de esta emigración, en su inmensa mayoría de carácter económico o familiar.

La embajadora recuerda que Cuba es el país que sufre el mayor conjunto de sanciones económicas por parte de una gran potencia, llevadas a cabo, además, en el mayor lapso de tiempo de la Historia.

Afirma que las sanciones de EEUU a empresas y bancos internacionales por sus transacciones a Cuba son un ejemplo de "piratería financiera", y califica a quienes las persiguen como "los corsarios del siglo XXI".

Se congratula, además, de que el Parlamento de Portugal, recientemente, aprobara una declaración de rechazo a este bloqueo a Cuba, y que pidiera expresamente a la Unión Europea la derogación de la llamada "Posición Común", implementada desde 1996 a iniciativa de José María Aznar, en el "momento más bochornoso de la historia de la política europea".


Una entrevista de Lázaro Oramas y Ana Gil.

martes, 8 de noviembre de 2016

CUBA: LA RESISTENCIA ES LA CLAVE FRENTE AL BLOQUEO

Por Pedro Martínez Pírez

A 24 horas de las elecciones en los Estados Unidos, las más costosas en la historia de ese país, muchas personas en Cuba recuerdan que desde el inicio oficial del bloqueo impuesto por Washington contra la nación antillana, el 7 de febrero de 1962, tanto los gobiernos Demócratas como Republicanos han mantenido hasta hoy esa ilegal política que califica como acto de genocidio contra todo un pueblo.

Al demócrata John F. Kennedy, quien firmó hace 54 años la orden ejecutiva que impuso el bloqueo a Cuba, siguieron las administraciones de LyndonJohnson, Ricard Nixon, Gerald Ford, James Carter, Ronald Reagan, GeorgeBush, padre, William Clinton, George Bush, hijo, y finalmente Barack Obama, quien en su segundo mandato reconoció el fracaso del bloqueo para los objetivos estratégicos de la política estadounidense hacia Cuba y el resto de América Latina, y recomendó al Congreso de Estados Unidos levantarlo.

Todos los gobiernos de los Estados Unidos, en un grado u otro, contribuyeron a reforzar el bloqueo. Durante el mandato de Lyndon Johnson fue aprobada la Ley de Ajuste Cubano, para alentar las salidas ilegales de Cuba, y fue durante las administraciones del demócrata William Clinton, cuando se dieron pasos fundamentales para la internacionalización y codificación del bloqueo. Durante su mandato se aplicó la Ley Torricelli, aprobada en 1992 por su antecesor George Bush, padre, y se aprobó y ejecutó en 1996 la Ley Helms-Burton.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Los símbolos en la batalla cultural

Fernando Martínez Heredia • Cuba     

Desde hace varios meses —y estimulado por un incidente bochornoso—está presente en el conjunto de medios que circulan en la actualidad cubana un debate acerca de la utilización en espacios públicos de nuestros símbolos nacionales, la bandera de Estados Unidos y las implicaciones que advierten los participantes en el debate. Esto es muy positivo, porque ayuda a defender y exaltar el patriotismo en la coyuntura peligrosa que estamos viviendo e invita a definirse en un terreno que es favorable a la patria, en un momento en que el curso cotidiano incluye muchas cosas en las que no es necesario definirse, que resultan desfavorables a la patria y la sociedad que construimos a partir de 1959.


CCPC. Teatro El Portazo. Foto: Sonia Almaguer

Como en tantos otros campos y problemas, pudiera producirse en este una división entre élites y masa de la población. La cuestión expresada en los símbolos nacionales tiene una larga data —siglo y medio—, e implica una cultura acumulada que desde el inicio hasta hoy le aporta, al mismo tiempo, una fuerza descomunal, una gran complejidad y aspectos que han sido y pueden volver a ser conflictivos. Desde hace tres décadas vengo publicando mis criterios sobre ese decurso histórico y sus expresiones contemporáneas, y no me repetiré aquí. Solo reitero que la explosión libertaria y de poder revolucionario combinados que se desató hace casi 60 años logró —entre tantas victorias— deslegitimar y disminuir a fondo las divisiones cubanas entre élites y masa, y resulta vital que no permitamos que hoy se vuelvan a levantar.

En torno a la cuestión de estos símbolos, existen actualmente reacciones y opiniones diversas que no creen referirse a problemas trascendentales. Mas vale no tacharlas de superficiales, ni sentirse solamente heridos ante lo fenoménico. También pueden crearse confusiones involuntarias, porque las ideologías que se van instalando en clases y sectores sociales no se basan en la malicia, ni en intenciones y reflexiones. Es imprescindible interesar a la formidable conciencia política que posee el pueblo cubano en cuanto a lo que significa esta cuestión, para que la resuelva.