sábado, 23 de junio de 2012

¿Por qué derrocaron a Lugo?

Hace unos minutos se acaba de consumar la farsa: el presidente del Paraguay Fernando Lugo fue destituído de su cargo en un juicio sumarísimo en donde el Senado más corrupto de las Américas -¡y eso es mucho decir!- lo halló culpable de "mal desempeño" de sus funciones debido a las muertes ocurridas en el desalojo de una finca en Curuguaty. Es difícil saber lo que puede ocurrir de aquí en más. Lo cierto es que, como lo dice el artículo de Idilio Méndez que acompaña esta nota, la matanza de Curuguaty fue una trampa montada por una derecha que desde que Lugo asumiera el poder estaba esperando el momento propicio para acabar con un régimen que pese a no haber afectado a sus intereses abría un espacio para la protesta social y la organización popular incompatible con su dominación de clase. Pese a las múltiples advertencias de numerosos aliados dentro y fuera de Paraguay Lugo no se abocó a la tarea de consolidar la multitudinaria pero heterogénea fuerza social que con gran entusiasmo lo elevó a la presidencia en Agosto del 2008. Su gravitación en el Congreso era absolutamente mínima, uno o dos senadores a lo máximo, y sólo la capacidad de movilización que pudiera demostrar en las calles era lo único que podía conferirle gobernabilidad a su gestión. Pero no lo entendió así y a lo largo de su mandato se sucedieron múltiples concesiones a una derecha ignorando que por más que se la favoreciera ésta jamás iría a aceptar su presidencia como legítima. Gestos concesivos hacia la derecha lo único que hacen es envalentonarla, no apaciguarla. Pese a estas concesiones Lugo siempre fue considerado como un intruso molesto, por más que promulgara en vez de vetarlas las leyes antiterroristas que, a pedido de "la Embajada", aprobaba el Congreso, el más corrupto de las Américas. Una derecha que, por supuesto, siempre actuó hermanada con Washington para impedir, entre otras cosas, el ingreso de Venezuela al Mercosur. Tarde se dio cuenta Lugo de lo "democrática" que era la institucionalidad del estado capitalista, que lo destituye en un tragicómico simulacro de juicio político violando todas las normas del debido proceso. Una lección para el pueblo paraguayo y para todos los pueblos de América Latina y el Caribe: sólo la MOVILIZACIÓN y ORGANIZACIÓN POPULAR sostiene gobiernos que quieran impulsar un proyecto de transformación social, por más moderado que sea, como ha sido el caso de Lugo. La oligarquía y el imperialismo jamás cesan de conspirar y actuar, y si parece que están resignados esta apariencia es enteramente engañosa, como lo acabamos de comprobar hace unos minutos en Asunción.
 
 
Monsanto golpea en Paraguay: Los muertos de Curuguaty y el juicio político a Lugo.
por Idilio Méndez Grimaldi (*)

Quienes están detrás de esta trama tan siniestra? Los propulsores de una ideología que promueven el máximo beneficio económico a cualquier precio y cuanto más, mejor, ahora y en el futuro.

El viernes 15 de junio de 2012, un grupo de policías que iba a cumplir una orden de desalojo en el departamento de Canindeyú en la frontera con Brasil, fue emboscado por francotiradores, mezclados con campesinos que reclamaban tierras para sobrevivir. La orden fue dada por un juez y una fiscala para proteger a un latifundista. Como resultado se tuvo 17 muertos; 6 policías y 11 campesinos y decenas de heridos graves. Las consecuencias: El laxo y timorato gobierno de Fernando Lugo quedó con debilidad ascendente y extrema, cada vez más derechizado, a punto de ser llevado a juicio político por un Congreso dominado por la derecha; duro revés a la izquierda, a las organizaciones sociales y campesinas, acusadas por la oligarquía terrateniente de instigar a los campesinos; avance del agronegocio extractivista de manos de las transnacionales como Monsanto, mediante la persecución a los campesinos y el arrebato de sus tierras y, finalmente, la instalación de una cómoda platea para la los oligarcas y los partidos de derecha para su retorno triunfal en las elecciones de 2013 al Poder Ejecutivo.

El 21 de octubre de 2011, el Ministerio de Agricultura y Ganadería, dirigido por el liberal Enzo Cardozo, liberó ilegalmente la semilla de algodón transgénico Bollgard BT de la compañía norteamericana de biotecnología Monsanto, para su siembra comercial en Paraguay. Las protestas campesinas y de organizaciones ambientalistas no se dejaron esperar. El gen de este algodón está mezclado con el gen del Bacillus Thurigensis, una bacteria tóxica que mata a algunas plagas del algodón, como las larvas del picudo, un coleóptero que oviposita en el capullo del textil.

El Servicio de Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas, SENAVE, otra institución del Estado paraguayo, dirigido por Miguel Lovera, no inscribió dicha semilla transgénica en los registros de cultivares, por carecer de los dictámenes del Ministerio de Salud y de la Secretaría del Ambiente, tal como exige la legislación.

Campaña mediática

Durante los meses posteriores, Monsanto, a través de la Unión de Gremios de Producción, UGP, estrechamente ligada al Grupo Zuccolillo, que publica el diario ABC Color, arremetió contra SENAVE y su presidente por no inscribir la semilla transgénica de Monsanto para su uso comercial en todo el país.
La cuenta regresiva decisiva pareció haberse dado con una nueva denuncia por parte de una seudosindicalista del SENAVE, de nombre Silvia Martínez, quien acusó el 7 de junio pasado a Lovera de corrupción y nepotismo en la institución que dirige, a través de ABC Color. Martínez es esposa de Roberto Cáceres, representante técnico de varias empresas agrícolas, entre ellas Agrosán, recientemente adquirida por 120 millones de dólares por Syngenta, otra transnacional, todas socias de la UGP.

Al día siguiente, viernes 8 de junio, la UGP publica en ABC a seis columnas: “Los 12 argumentos para destituir a Lovera” (1). Estos presuntos argumentos fueron presentados al vicepresidente de la República, correligionario del ministro de Agricultura, el liberal Federico Franco, quien en ese momento se desempeñaba como presidente de Paraguay en ausencia de Lugo, de viaje por Asia.

El viernes 15 del corriente mes, en ocasión a una exposición anual organizada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, el ministro Enzo Cardozo dejo escapar un comentario ante la prensa que un supuesto grupo de inversores de la India, del sector de los agroquímicos, canceló un proyecto de inversión en Paraguay por la presunta corrupción en SENAVE. Nunca aclaro de qué grupo se trataba. En esas horas de aquel día se registraban los trágicos sucesos de Curuguaty.

En el marco de esta exposición preparada por el citado ministerio, la transnacional Monsanto presentó otra variedad de algodón, doblemente transgénico: BT y RR o Resistente al Roundup, un herbicida fabricado y patentado por Monsanto. La pretensión de la transnacional norteamericana es la inscripción en Paraguay de esta semilla transgénica, tal como ya ocurrió en la Argentina y otros países del mundo.

Previamente a estos hechos, el diario ABC Color denunció sistemáticamente por presuntos hechos de corrupción a la ministra de Salud, Esperanza Martínez y al ministro del Ambiente, Oscar Rivas, dos funcionarios que no dieron su dictamen favorable a Monsanto.

Monsanto facturó el año pasado 30 millones de dólares, libre de impuestos, (porque no declara esta parte de su renta) solamente en concepto de royalties por el uso de semillas transgénicas de soja en Paraguay. Independiente, Monsanto factura por la venta de las semillas transgénicas. Toda la soja cultivada es transgénica en una extensión cercana a los tres millones de hectáreas, con una producción en torno a los 7 millones de toneladas en el 2010.

Por otro lado, en la Cámara de Diputados ya se aprobó en general el proyecto de Ley de Bioseguridad, que contempla crear una dirección de bioseguridad a cargo del Ministerio de Agricultura, con amplia potestad para la aprobación para su cultivo comercial de todas las semillas transgénicas, ya sean de soja, maíz, arroz, algodón y algunas hortalizas. Este proyecto de ley contempla la eliminación de la Comisión de Bioseguridad actual, que es un ente colegiado de funcionarios técnicos del Estado paraguayo.

En tanto transcurrían todos estos acontecimientos, la UGP viene preparando un acto de protesta nacional contra el gobierno de Fernando Lugo para el 25 de junio próximo. Se trata de una manifestación con maquinarias agrícolas, cerrando medias calzadas de las rutas en distintos puntos del país. Una de las reivindicaciones del denominado “tractorazo” es la destitución de Miguel Lovera del SENAVE, así como la liberalización de todas las semillas transgénicas para su cultivo comercial.

Las conexiones

La UGP está dirigida por Héctor Cristaldo, apoyado por otros apóstoles como Ramón Sánchez - quien tiene negocios con el sector de los agroquímicos - entre otros agentes de las transnacionales del agronegocio. Cristaldo integra el staff de varias empresas del Grupo Zuccolillo, cuyo principal accionista es Aldo Zuccolillo, director propietario del diario ABC Color desde su fundación bajo el régimen de Stroessner, en 1967. Zuccolillo es dirigente de la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP.

El Grupo Zuccolillo es socio principal en Paraguay de Cargill, una de las transnacionales más grandes del agronegocio en el mundo. La sociedad construyó uno de los puertos graneleros más importante del Paraguay, denominado Puerto Unión, a 500 metros de la toma de agua de la empresa aguatera del Estado paraguayo, sobre el Río Paraguay, sin ninguna restricción.

Las transnacionales del agronegocio en Paraguay prácticamente no pagan impuestos, mediante la férrea protección que tienen en el Congreso, dominado por la derecha. La presión tributaria en Paraguay es apenas del 13% sobre el PIB. El 60 % del impuesto recaudado por el Estado paraguayo es el Impuesto al Valor Agregado, IVA. Los latifundistas no pagan impuestos. El impuesto Inmobiliario representa apenas el 0,04% de la presión tributaria, unos 5 millones de dólares, según un estudio del Banco Mundial (2) aún cuando el agronegocio produce rentas en torno al 30 % del PIB, que representan unos 6.000 millones de dólares anuales.

Paraguay es uno de los países más desiguales del mundo. El 85 por ciento de las tierras, unas 30 millones de hectáreas, está en manos del 2 por ciento de propietarios (3) que se dedican a la producción meramente extractivista o en el peor de los casos a la especulación sobre la tierra.

La mayoría de estos oligarcas poseen mansiones en Punta del Este o Miami y tienen estrechas relaciones con las transnacionales del sector financiero, que guardan sus bienes mal habidos en los paraísos fiscales o le facilitan inversiones en el extranjero. Todos ellos, de alguna u otra manera, están ligados al agronegocio y dominan el espectro político nacional, con amplias influencias en los tres poderes del Estado. Allí reina la UGP, apoyada por las transnacionales del sector financiero y del agronegocio.

Los hechos de Curuguaty

Curuguaty es una ciudad ubicada al este de la Región Oriental del Paraguay, a unos 200 km de Asunción, capital del Paraguay. A unos kilómetros de Curuguaty se halla la estancia Morombí, propiedad del terrateniente Blas Riquelme, con más de 70 mil hectáreas en ese lugar. Riquelme proviene de la entraña de la dictadura de Stroessner (1954-1989) bajo cuyo régimen amasó una inmensa fortuna, aliado al general Andrés Rodríguez, quien ejecutó el golpe de Estado que derrocó al dictador Stroessner. Riquelme, que fue presidente del Partido Colorado por muchos años y senador de la República, dueño de varios supermercados y establecimientos ganaderos, se apropió mediante subterfugios legales de unas 2.000 hectáreas, aproximadamente, que pertenecen al Estado paraguayo.

Esta parcela fue ocupada por los campesinos sin tierras que venían solicitando al gobierno de Fernando Lugo su distribución. Un juez y una fiscala ordenaron el desalojo de los campesinos, a través del Grupo Especial de Operaciones, GEO, de la Policía Nacional, cuyos miembros de élite en su mayoría fueron entrenados en Colombia, bajo el gobierno de Uribe, para la lucha contrainsurgente.

Sólo un sabotaje interno dentro de los cuadros de inteligencia de la Policía, con la complicidad de la Fiscalía, explica la emboscada, en la cual murieron 6 policías. No se comprende cómo policías altamente entrenados, en el marco del Plan Colombia, pudieron caer fácilmente en una supuesta trampa tendida por campesinos, como quiere hacer creer la prensa dominada por los oligarcas. Sus camaradas reaccionaron y acribillaron a los campesinos, matando a 11, quedando unos 50 heridos. Entre los policías muertos estaba el jefe del GEO, comisario Erven Lovera, hermano del teniente coronel Alcides Lovera, jefe de seguridad del presidente Lugo.

El plan consiste en criminalizar, llevar hasta el odio extremo, a todas las organizaciones campesinas, para empujar a los campesinos a abandonar el campo para el uso exclusivo del agronegocio. Es un proceso lento, doloroso, de descampesinización del campo paraguayo, que atenta directamente contra la soberanía alimentaria, la cultura alimentaria del pueblo paraguayo, por ser los campesinos productores y recreadores ancestrales de toda la cultura guaraní.

Tanto la Fiscalía o Ministerio Público, como el Poder Judicial y la Policía Nacional, así como diversos organismos del Estado paraguayo, están controlados mediante convenios de cooperación por USAID, la agencia de cooperación de los Estados Unidos.

El asesinato del hermano del jefe de seguridad del presidente de la República obviamente es un mensaje directo a Fernando Lugo, cuya cabeza sería el próximo objetivo, probablemente a través de un juicio político, quien derechizó más su gobierno tratando de calmar a los oligarcas. Lo ocurrido en Curuguaty tumbó a Carlos Filizzola del Ministerio del Interior y fue nombrado en su reemplazo a Rubén Candia Amarilla, proveniente del opositor Partido Colorado, al cual Lugo lo derrotó en las urnas en el 2008, luego de 60 años de dictadura colorada, incluyendo la tiranía de Alfredo Stroessner.

Candia fue ministro de Justicia del gobierno colorado de Nicanor Duarte (2003-2008) y se desempeñó como fiscal general del Estado por un periodo, hasta el año pasado, cuando fue reemplazado por otro colorado, Javier Díaz Verón, a instancia del propio Lugo. Candia es acusado de haber promovido la represión a dirigentes de organizaciones campesinas y de movimientos populares. Su nominación a Fiscal General del Estado en el 2005 fue aprobado por el entonces embajador de los Estados Unidos, Jhon F. Keen. Candia fue responsable de un mayor control por parte de USAID del Ministerio Público y fue acusado en los inicios de su gobierno por Fernando Lugo de conspirar en su contra para quitarlo del gobierno.

Tras asumir como el ministro político de Lugo, lo primero que anunció Candia fue la eliminación del protocolo de diálogo con los campesinos que invaden propiedades. El mensaje es que no habrá conversación, sino simplemente la aplicación de la ley, lo que significa emplear la fuerza policial represiva sin contemplación.

Dos días después de asumir Candia Amarilla, los miembros de la UGP, encabezado por Héctor Cristaldo, ya visitaron al flamante ministro del Interior, a quien solicitaron garantías para la realización del denominado tractorazo. Sin embargo, Cristaldo dijo que la medida de fuerza puede ser suspendida en caso de nuevas señales favorables para la UGP (léase liberación de las semillas transgénicas de Monsanto, destitución de Lovera y otros ministros, entre otras ventajas para el gran capital y los oligarcas) derechizando aun más el gobierno.

Cristaldo es precandidato a diputado para las elecciones de 2013 por un movimiento interno del Partido Colorado, liderado por Horacio Cartes, un empresario investigado en el pasado reciente por Estados Unidos por lavado de dinero y narcotráfico, según el propio diario ABC Color, que se hizo eco de varios cables del Departamento de Estado de USA, publicado por WikiLeaks, entre ellos uno que aludía directamente a Cartes, el 15 de noviembre de 2011.

Juicio político a Lugo

En las últimas horas, mientras se redactaba esta crónica, la UGP, (4) algunos integrantes del Partido Colorado y los propios integrantes del Partido Liberal Radical Auténtico, PLRA, dirigido por el senador Blas Llano y aliado del gobierno, amenazan con un juicio político Fernando Lugo para destituirlo como presidente de la República del Paraguay.

Lugo depende del humor de los colorados para seguir como presidente de la República, así como de sus aliados liberales, que ahora lo amenazan con juicio político, con seguridad buscando más espacios de poder (dinero) como prenda de paz. El Partido Colorado, aliado a otros partidos minoritarios de la oposición, tiene la mayoría necesaria como para destituir al presidente de sus funciones.

Quizás se esperan “las señales favorables” de Lugo que la UGP - en nombre de la Monsanto, la patria financiera y los oligarcas - está exigiendo al gobierno. Caso contrario, se estaría pasando a una siguiente fase de los planes de copamiento de este gobierno que nació como progresista y lentamente va terminando como conservador, controlado por los poderes fácticos.

Entre algunos de sus haberes, Lugo es responsable de la aprobación de la Ley Antiterrorista, propiciada por Estados Unidos en todo el mundo después del 11 S. Autorizó en 2010 la implementación de la Iniciativa Zona Norte, consistente en la instalación y despliegue de tropas y civiles norteamericanos en el norte de la Región Oriental - en las narices del Brasil - supuestamente para desarrollar actividades a favor de las comunidades campesinas.

El Frente Guazú, coalición de las izquierdas que apoya a Lugo, no logra unificar su discurso, y sus integrantes pierden la perspectiva en el análisis del poder real, cayendo en los juegos electoralistas inmediatistas. Infiltrados por USAID, muchos integrantes del Frente Guazú que participan en la administración del Estado, sucumben ante los cantos de sirena del consumismo galopante del neoliberalismo. Se corrompen hasta los tuétanos y en la práctica se convierten en émulos vanidosos de engreídos ricos que integraban los recientes gobiernos del derechista Partido Colorado.

Curuguaty también engloba un mensaje para la región, especialmente para Brasil, en cuya frontera se producen estos hechos sangrientos, claramente dirigidos por los amos de la guerra, cuyos teatros de operaciones se pueden observar en Irak, Libia, Afganistán y ahora Siria. Brasil está construyendo hegemonía mundial junto a Rusia, India y China, denominado BRIC. Sin embargo, Estados Unidos no ceja en su poder de persuasión al gigante de Sudamérica. Ya está en marcha el nuevo eje comercial integrado por México, Panamá, Colombia, Perú y Chile. Es un muro de contención a los deseos expansionistas del Brasil hacia el Pacífico.

Mientras, Washington sigue con su ofensiva diplomática en Brasilia, tratando de convencer al gobierno de Dilma Rousseff a estrechar vínculos comerciales, tecnológicos y militares. Entre tanto, la IV Flota de los Estados Unidos, reactivada hace unos años después de estar fuera de servicio apenas culminó la Segunda Guerra Mundial, vigila todo el Atlántico Sur, en carácter de otro cerco al Brasil por si no comprendiese la persuasión diplomática.

Y Paraguay es un país en disputa entre ambos países hegemónicos, dominado aun ampliamente por USA. Por eso lo de Curuguaty es también una pequeña señal para Brasil, en el sentido que el Paraguay puede convertirse en un polvorín que quebrantará el desarrollo del suroeste del Brasil.

Pero por sobre todo, los muertos de Curuguaty es una señal del capital, del gran capital, del extractivismo expoliador, que asuela el Planeta y aplasta la vida en todos los rincones de la Tierra en nombre de la civilización y el desarrollo. Por fortuna, los pueblos del mundo también van dando respuestas a estas señales de la muerte, con señales de resistencia, con señales de dignidad y de respeto a todas formas de vida en el Planeta.

1- http://www.abc.com.py/edicion-impresa/economia/presentan-12-argumentos-para--destituir-a--lovera-411495.html
2- Documento del Banco Mundial. Paraguay. Impuesto Inmobiliario: Herramienta clave para la descentralización fiscal y el mejor uso de la tierra. Volumen I: Informe principal. 2007.
3- Censo Agropecuario Nacional 2008.
4- http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/productores-se-ratifican-en-juicio-politico-416196.html

(*) Periodista, investigador y analista. Miembro de la Sociedad de Economía Política del Paraguay, SEPPY. Autor del libro Los Herederos de Stroessner.

viernes, 22 de junio de 2012

A cubanos e iranies se les prohibe comprar iPad

Los iraníes, ¿vetados de tener iPad?



sahar sabet
Sahar Sabet habló en farsi con el servicio persa de la BBC.
Todo comenzó con lo que muchos jóvenes del mundo quieren: un iPad.
Sahar Sabet tiene 19 años y, aunque su primera lengua es inglés, habla farsi -o persa- de corrrido.
Estaba en una tienda de Apple en Alpharetta, un suburbio de Atlanta, Georgia, con su tío. Había venido de Irán para visitar a su familia, que vive en ese Estado.
"Yo le estaba diciendo [al tío] el precio del producto, en persa", dijo a la BBC, refiriéndose a la lengua hablada en Irán y a menudo hablada por exiliados iraní-estadounidenses.
Los sonidos no familiares llamaron la atención del vendedor y les preguntó qué idioma hablaban.
Y ella respondió: "iraní".

'Embargos completos'

En ese momento, el vendedor le dijo que no podía venderle el iPad, "porque Irán y EE.UU. no tienen buenas relaciones entre ellos", dijo.
El gerente de la tienda y otros empleados respaldaron a su colega, Sabet dijo, y mostraron una política escrita que declara: "EE.UU. tiene embargos completos contra Cuba, Irán, Corea del Norte, Sudán y Siria."
La política establece que Apple prohíbe la exportación de sus productos a esos países "sin la autorización previa del Gobierno de EE.UU.".
"No hay absolutamente ninguna política de EE.UU. o de la ley que prohíba a Apple o a cualquier otra empresa la venta de sus productos en EE.UU. a cualquiera que desee usar el producto en EE.UU., incluidos iraníes y personas que hablan persa."
John Sullivan, un portavoz del departamento del Tesoro de EE.UU.
Sabet nació en EE.UU. –y por tanto es ciudadana estadounidense– y su padre hace que hable persa en casa, para que no olvide su lengua materna.
"No me preguntaron si yo era un ciudadana estadounidense o no", dijo.
Más tarde, Sabet llamó a la oficina de servicio al cliente de la empresa, que se disculpó con ella y le aconsejó que compre el iPad por internet. Así evita inspirar la obstinación de los empleados.
Pero Sabet, una estudiante que espera entrar a la facultad de derecho, no estaba satisfecha.
Llamó a la estación de televisión de noticias de Atlanta, WSB-TV, y les informó de la historia.
El asunto ha provocado un debate sobre cómo EE.UU. dirige sus sanciones contra Irán.
"Desafortunadamente, esto es parte de un patrón creciente en que las sanciones a Irán están golpeando a las personas equivocadas", dijo Jamal Abdi, un portavoz del Consejo Nacional Iraní estadounidense, un grupo que vela por la relación iraní-estadounidense.

El riesgo de responsabilidad civil

Las sanciones de Estados Unidos no restringen la venta de productos a los iraníes que viven en los EE.UU., dice John Sullivan, un portavoz del departamento del Tesoro de EE.UU.
"No hay absolutamente ninguna política de EE.UU. o de la ley que prohíba a Apple o a cualquier otra empresa la venta de sus productos en EE.UU. a cualquiera que desee usar el producto en EE.UU., incluidos iraníes y personas que hablan persa", dijo.
ipad
El iPad es, de lejos, la tableta más vendida de ese mercado.
Sin embargo, Apple podría tendría una responsabilidad legal si se venden los productos de consumo en EE.UU. a sabiendas de que serían enviados a Irán, dijo Farhad Alavi, un abogado de Washington especializado en comercio internacional.
"Si Sabet hubiera dicho que planeaba llevar el iPad a Irán, el vendedor habría tenido argumentos para no venderle", dijo Alavi. "Pero Sabet dijo que ella no le dio razones al vendedor para que pensara que ella lo viajaría con la tableta".
"El mero hecho de que un potencial cliente hable persa o coreano no es y no puede de por sí suficiente para deducir que el cliente se llevará el bien a Irán o a Corea del Norte", dijo Alavi.
El martes, alrededor de una docena de activistas fueron a una tienda de Apple y le pidieron a la compañía que deje de estigmatizar a Irán y a clientes iraníes-estadounidenses
Y en Georgia, otros iraníes e iraní-estadounidenses hicieron planes para volver a la tienda de Alpharetta y hablar persa ostentosamente.
Como respuesta, Apple señaló en un comunicado que sus vendedores son multilingües y que "la diversidad es una parte importante de nuestra cultura".
"Nosotros no discriminamos a nadie", dijo la compañía.

jueves, 21 de junio de 2012

El peor negocio de la historia

Por: Iroel Sánchez.

La OFAC es un aparato dedicado a perseguir, en lo fundamental, cualquier transacción financiera o actividad comercial cubana en todo el mundo. Así se gasta el dinero de los contribuyentes norteamericanos en implementar un bloqueo que termina no sólo dañando a Cuba sino a la propia economía estadounidense, limitando el acceso a un mercado cercano que generaría empleos e ingresos en tiempos de crisis como los actuales.

Pero no sólo por eso la agresión a Cuba es un mal negocio. Estados Unidos ha dedicado desde 1959, sin resultados, miles de millones de dólares a crear una “oposición” en el interior de la Isla con el objetivo de derrocar la Revolución. Funcionando con una lógica que creen universal, porque es la suya, los gobiernos norteamericanos creen que con dinero pueden comprarlo todo, incluyendo al pueblo de un país vecino; aunque con ello sólo han conseguido ganarse el apoyo de una minoría antipatriótica y muchas veces delincuencial.

Quizás estemos ante el peor negocio de la historia: una inversión reiterada a través del tiempo que no da los frutos esperados pero sigue realizándose. Quienes tantas lecciones de economía quieren dar a Cuba deberían reflexionar sobre esto, porque desde el Festival Clic” href=”http://lapupilainsomne.wordpress.com/2012/06/20/cubadebate-la-inocencia-imposible-del-festival-clic/” target=”_blank”>Festival clic” lo único que EE.UU. ha logrado en la Isla es engordar parásitos a costa de los ciudadanos norteamericanos.

(Publicado en CubAhora)

martes, 19 de junio de 2012

Carta a un joven que se va

Rafael Hernández • Especial para La Joven Cuba

Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza… Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.
San Pablo, Epístola 1ª a Timoteo, cap. 4, vers. 12, 16.
Seguro no recuerdas la caída del  muro de Berlín, pues quizás naciste en ese mismo año o cuando más terminabas la primaria. Para ti y tus amigos, la muerte del Che es un acontecimiento tan remoto como lo era la Revolución rusa para los que nos fuimos a alfabetizar en 1961. Tan remoto como el siglo pasado. Aunque celebraste el nacimiento del nuevo milenio, te sientes más del siglo XXI que del XX. Si alguien te dijera que eres un cubano de transición, lo mirarías con extrañeza. (Te comento que esa frase despedía cierto resplandor en los años 60; ahora no tanto). En cambio, si alguien te preguntara si eres un ciudadano del Periodo especial, quizás te encogerías de hombros o le harías un comentario mordaz, pero en el fondo estarías más de acuerdo. La mayor parte de tu infancia y adolescencia han coincidido con ese Periodo especial, que a diferencia de los viejos, a ti no te ha tocado vivir como malos tiempos o incluso derrumbe de ilusiones, sino como único horizonte de vida. En estos 22 años, que  vienen siendo como una generación y media, según los expertos, no has recolectado epopeyas como Playa Girón o la Crisis de Octubre, ni siquiera la guerra de Angola. Sientes que la mayor diferencia con los viejos, sin embargo, no ha sido la falta de aquellas gestas, sino de aquellos sueños. Esa épica revolucionaria se aleja más de ti mientras más la televisión vacía sus imágenes repetidas en la pantalla, las has visto tantas veces que no te dicen nada. Pero no es tanto eso lo que te falta, sino los proyectos que otros antes de ti pudieron hacerse. Cuando llegaste, todo estaba hecho, armado, por los que habían demolido lo viejo (lo que para ellos era “el pasado”), construido y reglamentado el orden nuevo. Tú, que no llegaste a tiempo para aquellas edificaciones, piensas que aquel país inventado por otros (para ti, “el pasado”) ya no existe, y solo sobrevive un orden viejo, más bien irremediable. Lo peor, sin embargo, no es haber nacido en un orden preestablecido, porque eso le pasa a todo el mundo, sino tus inciertas posibilidades de cambiarlo. En todo caso, no quieres invertir tu vida intentándolo, porque no tienes otra que esta; y aspiras a conseguir un techo propio, un empleo que te guste y te permita lo que puedas con tu capacidad y esfuerzo, sin penurias de transporte y luz, y planear para irte de vacaciones a alguna parte una vez al año, aunque tengas que quitarte de otras cosas. Piensas que la única manera de asegurarte esa vida es saltar por encima de este horizonte y buscar otros.
No sé cuándo lo decidiste —y quizás una parte de ti todavía duda. Puede ser que se te haya ocurrido la primera vez cuando supiste que un amigo tuyo ya no estaba aquí; cuando, en un encuentro con viejos compañeros de clase, se pusieron a inventariar al grupo, y ahí se dieron cuenta de que muchos se habían ido. O porque a tu pareja se le ha metido en la cabeza y no para de hablar de eso el santo día. O porque esa misma pareja se ha hecho ciudadana española, y con ese pasaporte ya pueden irse a vivir a Europa o a cualquier país, hasta los mismos EE.UU.. O porque tus parientes en Miami, Madrid o Toronto pueden darte una mano. O porque simplemente necesitas respirar otro aire.
Esta carta parte de creer que piensas con tu propia cabeza. Mi intención no es disuadirte, ni hacerte advertencias, ni mucho menos endilgarte un discurso patriótico. No pretendo hablarte como tu padre, consejero o guía espiritual; ni como mensajero de una fe religiosa, verdad revelada, voz de la experiencia o autoridad de maestro. Te invito a pensar entre los dos tus razones, pero sobre todo el contexto y significado de tu decisión de irte del país. A poner en situación tus argumentos, para sacar algo en limpio que, tal vez, pueda servirte. No creas que lo hago solo por ti. Tengo mis propios motivos, porque tu decisión de partir nos implica a todos, y sobre todo a los que no hemos pensado nunca en irnos.
Te propongo primero que miremos juntos lo que tenemos alrededor.
Oyes decir que los jóvenes no tienen valores, reniegan del socialismo, se quieren ir del país y no les interesa la política. Quizás los que así piensan identifican valores con sus valores, la política con movilizaciones y discursos, la defensa del socialismo con determinados mandamientos —entre otros, que este sistema es solo para los revolucionarios comprometidos, que un ciudadano cubano solo lo es mientras resida en la tierra donde nació, o que disponer de otro documento de viaje equivale a ponerse a las órdenes de una potencia extranjera.
Te advierto que los que así razonan no son nada más “algunos funcionarios”, sino muchas otras buenas personas, íntegros ciudadanos, para quienes defender la patria no es una declaración. De hecho, cuando estos hablan de defender las conquistas sociales de la Revolución,  la mayoría piensa en educación y salud gratuitas, y —si esa es la medida de la Revolución y el socialismo en el plano social—, es lógico que muchos digan que tú deberías pagarlas, si te quieres mudar a otra parte “donde no vas a defenderlas”.
En cambio, tú crees que esos derechos los conquistó la Revolución para todos, y por eso mismo son tuyos, sin más condiciones que haber nacido en esta isla. Has escuchado que, según la Constitución, los derechos básicos de un cubano están más allá de su manera de pensar; y que la justicia social y la igualdad son precisamente eso: principios y valores que hay que ejercer de verdad, sin sujetarlos a clase, raza, género, orientación sexual, religión o ideología, porque representan la conquista más importante de todas, la de la dignidad plena de la persona. Bueno, si tú estás de acuerdo con eso, quizás te sorprenda escuchar que eres una criatura del socialismo. Si te importan el bienestar de toda la sociedad, la democracia de los ciudadanos, la libertad (incluida la de todos los que te rodean) y la independencia nacional, te advierto que eres un ser más politizado que muchos habitantes del planeta —incluidos probablemente la mayoría de ese país para donde vas.
También tú tienes, como esos otros buenos ciudadanos que acabo de mencionar, tus propias verdades asumidas, que compartes con tus amigos, y que ustedes tampoco ponen nunca en tela de juicio. Por ejemplo, piensan que son un cero a la izquierda, y que nada pasa por ustedes. Sin embargo, te comento que este sistema nuestro te consulta y te pide que te movilices, porque  tu movilización y tus opiniones le son necesarias para que la mayoría de las políticas funcionen —aunque ni tú ni muchos burócratas lo entiendan así. En efecto, aunque ellos sigan pensando que lo decisivo es aceitar la cadena de mando y cumplir el plan,  y tú creas que eres una nulidad en el sistema, cuando pides la palabra para criticar los Lineamientos, reclamas tus derechos en cualquier parte, protestas ante desigualdades y privilegios, aplaudes una crítica dicha sin pelos en la lengua, pides que las políticas no solo se enuncien sino tengan resultados —e incluso cuando acudes a la Plaza refunfuñando, para hacer quórum en la misa de Joseph Ratzinger— estás contribuyendo activamente a la política, y a mantener vivo un tejido sin el cual este sistema languidecería, y que los sociólogos llaman consenso.
Por cierto, ese tejido es lo que sostiene también al capitalismo. La diferencia consiste en que este no requiere que participes activamente, basta con que no intentes subvertirlo, tengas la sensación de estar informado y poder decidir quién gobierna, yendo a votar (o no) cada cierto tiempo. Naturalmente que allá puedes expresar muchas opiniones y escuchar otras miles, elegir entre varios candidatos, enterarte de quiénes son y cómo piensan, sus planes y propuestas para los grandes problemas del país, e ir a votar (si eres ciudadano) por el que te parezca. Quizás te hayas preguntado a veces por qué este sistema nuestro, que tiene sus elecciones, no puede darle a la gente que piensa como tú la posibilidad de expresar sus opiniones políticas en la televisión, proponer tantos candidatos como quiera (no solo abajo, sino a todos los niveles), escucharlos, hacerles preguntas y saber lo que tienen en la cabeza, antes de votar por ellos y sus propuestas. Siempre has oído que la confrontación política en la televisión, una lista abierta de candidatos y el debate entre ellos no es otra cosa que la politiquería del capitalismo. Que si abrimos ese espacio, los americanos, la mafia de Miami y los disidentes se van a aprovechar para usar sus dineros y confundir al pueblo. Y al enemigo “no se le puede dar ni tantico así”. Etc.
También debes haber oído, sin embargo, que nosotros mismos podemos acabar con esto que tenemos más probablemente que ese enemigo. Y que este y sus planes no pueden ser la causa de que dejemos de hablar de nuestros problemas, porque al final, la verdad se impone. Lo has oído, en la voz de los principales dirigentes, una y otra vez, pero es como si nada, los argumentos de siempre siguen ahí. Estás cansado de escuchar anuncios de cambios que no acaban de llegar, y que no dependen de “factores objetivos”, sino de una “vieja mentalidad” que sigue sujetando las riendas.
Por cierto, ahorita que mencioné una frase suya, me pregunto si alguna vez has leído al Che Guevara. Hasta no hace mucho saludabas todas las mañanas recordando su nombre. Me figuro que lo admiras como protagonista de mil hazañas de guerra, y sobre todo, haber sido capaz de morir por sus ideas. Te es familiar el guerrillero heroico, pero lo que sabes del pensador político del socialismo es apenas unas frases sacadas de contexto en vallas y muros despintados, y ciertos lugares comunes, como el tema del “hombre nuevo” y los “estímulos morales versus materiales”. ¿Por qué será que nunca te hicieron leer en clase “El socialismo y el hombre en Cuba”? El Che no creía en la infalibilidad del gobierno o de lo que él llamaba la vanguardia. “Sin embargo, el Estado se equivoca a veces. Cuando una de estas equivocaciones se produce, se nota una disminución cuantitativa de cada uno de los elementos que la forman, y el trabajo se paraliza hasta quedar reducido a cantidades insignificantes; es el instante de rectificar”. También advertía que la participación ciudadana era esencial: “el hombre en el socialismo, a pesar de su aparente estandarización, es más completo; a pesar de la falta del mecanismo perfecto para ello, su posibilidad de expresarse y hacerse sentir en el aparato social es infinitamente mayor. Todavía es preciso acentuar su participación consciente, individual y colectiva en todos los mecanismos de dirección y de producción”.
Tú también piensas que la participación no puede ser solo cosa de marchas, actos y reuniones, donde tu presencia no cambia nada ni incide “en los mecanismos de dirección”, sino por el contrario, se diluye en “cumplimiento de metas” y otras formalidades. Sientes que en esa participación falta compromiso, sinceridad, espontaneidad. Si te piden que pongas un ejemplo de formalismo, tal vez menciones a las organizaciones juveniles y los medios de comunicación, cuyo estilo y retórica te hacen “desconectar” a ti y a tus amigos; o los CDR y la FMC, donde tampoco te sientes participante de nada sustancial.
No sé si sabes que, en un país donde puedes votar y ser elegido para cargos en el Poder Popular desde los 16 años, la presencia de jóvenes delegados en municipios y provincias ha ido bajando, desde 22 % (1987) hasta 16 % (2008). En la Asamblea Nacional, esa presencia promedio cayó al 4% en los años 90; y aunque creció en las últimas elecciones, sigue siendo inferior a 9% de los diputados.  Como habrás oído, el porciento de viejos en el país ha aumentado y hoy es el más alto que hayamos tenido nunca (17,73 %); mientras el de niños y jóvenes ha disminuido. Sin embargo, los de tu edad, 16-34, son todavía el 31,41 % de toda la población que puede participar en el sistema político —muy por encima de los mayores de 60, que son solo el 21,6 % de los que tienen ese derecho. Obviamente, la presencia de jóvenes en cargos elegidos por voto está muy por debajo de su peso en la población adulta. Sea cual sea la causa de ese bajísimo perfil, está claro que mientras más jóvenes como tú salgan del país, menos será su presencia en cargos políticos; y si resides afuera no vas a poder votar ni mucho menos ocupar ninguna responsabilidad. Como ves, tu decisión de irte tiene hondas implicaciones también para los que nos quedamos.
Esto de irse del país no es nada nuevo, claro. Desde antes del 59, cada vez más gente se iba, sobre todo al Norte; de hecho, ya íbamos en camino de alcanzar una cifra como la de hoy, con más de un millón de nacidos aquí en el exterior. Cientos de miles, incluida la clase alta y muchos profesionales, se fueron en los 60. Cuando el Mariel (1980) y los balseros (1994), partieron otras decenas de miles, entre ellos muchos que no trabajaban, administrativos y obreros. En esas oleadas de los últimos 30 años, no había tantos jóvenes, profesionales y mujeres como ahora. Algunos te dirán, sin embargo, que de otros países —México, Centroamérica, el Caribe, para hablar solo de los vecinos— se va más gente que de esta isla y no pasa nada. Que hay más dominicanos, jamaicanos y guatemaltecos tratando de llegar a EE.UU. o adonde sea, que cubanos.  Y que en definitiva, las remesas de los que se han ido mantienen a flote la economía de sus parientes y de su país. ¿Por qué tanto trauma con el caso de Cuba, si eso le pasa a otros muchos? ¿No habría que empezar a pensar que somos otra isla del Caribe, en vez de asumirnos como los raros y de vivir esta experiencia tan normal como una tragedia nacional?
Otros consideran, en cambio, que somos un caso diferente, porque aquí la gente sale por razones políticas, no económicas. Algunos incluso nos miran como una isla rodeada de caña de azúcar por todas partes, donde nadie sabe lo que pasa afuera. Pero seguro tú sí te has enterado de lo que se dice sobre Cuba y los cubanos en el mundo. Aunque no tienes Internet en tu casa,  conseguiste un buzón de correo electrónico, u oyes la BBC o Radio Caracol o Radio Exterior de España u otra de las muchas estaciones en español que se cogen desde cualquier radio. Es probable que hables con alguno de los millones de turistas que caminan por nuestras calles; que tengas un primo en Hialeah o Alicante; un amigo que viaja porque es médico, académico, músico o funcionario. Por alguna de estas vías, o por discursos que escuchas aquí mismo, habrás notado que se ha puesto de moda hablar del éxodo y de la diáspora cubanos. ¿Te has fijado que nadie se refiere a los japoneses en Sao Paulo, los turcos en Alemania o los gallegos en toda América Latina desde que llegó Colón como un éxodo o una diáspora —y son muchísimos más que nosotros en cualquier parte? ¿Por qué será? Estas palabras resonantes vienen de la Biblia, donde se usan para describir el éxodo desde Egipto a “la tierra prometida” del pueblo de Israel; y su posterior dispersión por el mundo. ¿Acaso seremos los judíos de estos tiempos? ¿Otro “pueblo elegido”, que paga la culpa por sus pecados? ¿Debería tocarle entonces a la iglesia, vicaria de Dios y ajena a los éxodos, la misión de reconciliarnos? Como ves, el lenguaje no es totalmente inocente. En todo caso, esa afición a creernos excepcionales y esa marea de palabras no nos ayudan mucho a ganar claridad sobre lo que somos y nos está pasando realmente.
A fin de cuentas, dentro de poco, tú también serás  “un cubano de la diáspora” —lo que siempre será mejor, por cierto, que si te llamaran “exiliado”. Cuando llegues allá, verás con tus propios ojos que algunos se fueron a la diáspora y han terminado en el exilio. Las causas de esa enemistad radican allá y aquí. En ciertos países, la industria del anticastrismo, con ramificaciones en muchos sectores, ha creado un mercado laboral, donde es posible conseguir un cierto empleo o modo de vida, si uno se radicaliza en contra. Como podrás comprobar, al revés que aquí, lo políticamente correcto allá es hablar mal de todo lo que pasa aquí, y esa norma, en ciertos lugares, puede ser muy estricta, ya lo verás. Otros, en cambio, se han puesto así porque del lado de acá les han hecho pagar costos elevados, no solo en dinero. Se han sentido castigados, sujetos de prohibiciones y separaciones, obligados a pagar una multa personal que les resulta injusta y onerosa, solo por haber decidido probar fortuna en otra parte. No importa que se haya reconocido oficialmente el origen económico y familiar de la emigración, se sigue cultivando insensiblemente entre muchos de los que parten un encono, cuyo costo rebasa todas las recaudaciones y contabilidades de corto plazo, porque deja una huella indeleble en las personas, y por lo mismo, en el cuerpo real de la nación. El precio de esa enemistad, naturalmente, es inestimable.
Como ves, aunque tu decisión personal parece solo eso, tiene un significado social y político mayor. Te reitero que nada de lo comentado hasta aquí intenta cambiar tus planes. Estoy seguro de que si te quieres ir, no hay papeleo, ni trabas, ni condicionamientos familiares, ni tarifas, ni medidas punitivas que te detengan. Eso lo saben bien aquellos cuyos hijos se han ido, experiencia que incluye a todos los grupos y jerarquías. Algunos parecen olvidar, sin embargo, que sobre este tema de la política migratoria ha habido experiencias provechosas, que deberían tener un efecto demostrativo. Por ejemplo, en el sector de la cultura. Justamente, si fueras artista o escritor, no tendrías el dilema de quedarte aquí para siempre o irte para siempre. Podrías decidir trabajar afuera durante años, y finalmente regresar a tu lugar, para salir cada vez que quieras —como han hecho muchos. O seguir allá, mantenerte en contacto y colaborar con proyectos aquí, retornar una y otra vez —como hacen otros. Lo cierto es que la mayoría de nuestros artistas y escritores no se ha ido del país de modo definitivo. Si se tratara solo de términos “estrictamente económicos”, está claro que, para los intereses del país, su valor como capital humano es muchas veces superior a las gabelas migratorias. Esa política alternativa ha dado frutos no solo para ellos, sino para todos nosotros.
No me vuelvas a decir entonces que la política no te interesa, porque la verdad es que todo esto te importa mucho —igual que a la mayoría de los jóvenes como tú, que viven afuera, pendientes de lo que pasa aquí. Si te preguntaran por tus sentimientos como cubano, quizás digas que estás orgulloso de que seamos así como somos, de nuestra herencia cultural, tradiciones, luchas por la independencia, creencias, valores, patriotismo. Ya ves que tu “apoliticismo” es muy dudoso, digan lo que digan o lo que pienses de ti mismo. Ahora bien, probablemente sí te va convenir mucho conectarte en directo con las realidades del mundo, y aprenderlas por ti mismo, cosa difícilmente alcanzable solo con Internet, la antena o el mp3. Salir de Cuba, además de probar fortuna, te da el chance de crecer por ese lado. Nada contribuye más a la educación política que viajar, conocer otras gentes y culturas, valores y creencias ajenas, palpar directamente y hasta experimentar los problemas de otros, para darse cuenta de dónde uno está. Si hubieras tenido la oportunidad de viajar y regresar, una y otra vez, el contexto en el que tomarías tu decisión ahora sería diferente.
Quiero terminar esta carta, naturalmente, con una despedida. No queremos que te vayas. Pero si ya lo decidiste, ninguna talanquera burocrática te lo impedirá, y lo que más cuenta ahora es que no te vayas para siempre. Queremos que no partas del todo, y para asegurarlo, lo primero es poner un calzo para que la puerta siga abierta. Donde quiera que estés, piénsate uno de nosotros, y que perteneces aquí, pase lo que pase. No rompas ni nos des la espalda ni te dejes provocar por nadie, de allá o de aquí, que pueda convertirte en un enemigo. Levántate cada día recordando esta nave donde seguimos remando, que solo se mueve si todos la empujamos. También tú puedes remar desde allá, para que siga a flote y se encamine a buen puerto. No dejes que te entre el bicho de la soledad o la nostalgia, que no sirve para nada; ni te resignes a la idea de que estás lejos; ni dejes de estar pendiente de todo lo que nos pasa. Nosotros seguimos contando contigo. Te esperamos siempre, como al que vuelve de un viaje. Lleva con orgullo que eres un ciudadano de este país, porque la cubanía no es un documento de viaje, ni la patria un pedazo de tela. Habrá quienes te digan que somos una isla virtual o imaginada, un territorio diaspórico y otras metáforas. Tú y nosotros sabemos que Cuba es el espacio real donde compartimos cosas tangibles como riesgos y resultados, costos y aspiraciones, entre todos. Así debe ser; y será, si nos lo proponemos duro. Buena suerte y hasta pronto.
La Habana, 31 de mayo de 2012.

Usaid reitera planes subversivos en países integrantes del ALBA



Estados Unidos reiteró su disposición a financiar grupos subversivos que buscan desestabilizar algunos países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), un mecanismo de integración política, económica y social creado en 2004.

Según Mark Feierstein, administrador adjunto para América Latina y el Caribe de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid), Washington prioriza el apoyo a las fuerzas opositoras que están luchando por los derechos humanos y la democracia en esas naciones.
Confirmó que la Casa Blanca mantiene una estrecha relación y entrega fondos a sectores antigubernamentales radicados en Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua (países integrantes de ALBA), sin precisar cifras, reseñaron varios medios de prensa.

Las declaraciones de Feierstein evidencian las denuncias de gobierno e instituciones progresistas en América Latina y el Caribe sobre el carácter subversivo de los programas de la Usaid en la región.

Esa agencia, presentada a veces como una organización civil independiente, actuó desde 1961 en consonancia con una estrategia destinada a contrarrestar la imagen agresiva estadounidense.

De acuerdo con frecuentes denuncias de analistas, la entrega de capital a naciones pobres -con el pretexto de impulsar reformas sociales, industrializar o atender a sectores vulnerables- disfrazó las pretensiones de Washington, captó adeptos en todas partes y posibilitó la subversión política a favor de sus planes hegemónicos.

viernes, 15 de junio de 2012

Ave Fénix (un cuento de Jesús David Curbelo)




Para Manuel Mendive
Maferefún, Ochún Funké, dijo El Maestro, e introdujo el pincel en el denso amarillo de la paleta. Maferefún, Yemayá Yalode, dijo, y lo mojó en el azul marino. Maferefún, Changó, y el rojo acudió a nutrir la sed del lienzo. Maferefún, Ogún, e incorporó el verde del monte. Se mezclaron con el negro de Eleguá Alaroye, que ya vivía en el dibujo del pájaro que besaba los senos a las hembras danzantes, recortando sus figuras del fondo blanco que Obatalá les donara desde los orígenes del mundo. Los cuerpos fueron llenándose de un deseo anterior a la carne misma, un deseo que latía por siempre en el espíritu de El Maestro. Su mano, instrumento de Olofi para infundir y difundir la vida en aquellos seres, volvió una y otra vez de la tabla a la tela, con la precisión erótica de un orfebre que pule la piedra hasta obtener de ella el brillo del amor. De eso se trataba, de amor, de felicidad, de armonía; de borrar, en el delirio de la Creación que es la creación, cualquier atisbo de resentimiento, de odio, de miedo porque, a la postre, sólo el amor engendra melodías. Y la música, pensó El Maestro, es la expresión sublime de la existencia de los dioses.
El hombre entró en la galería Habana con la intención de comprar alguna pieza para regalarle a su mujer. Fue observando con cuidado cuanto estaba en exposición: Mariano, Portocarrero, Servando, Amelia. Serigrafías de los clásicos de la pintura cubana a unos precios realmente asequibles. Pensó en su mujer: desnuda, hermosa, y quiso algo que se la recordara siempre. Entonces descubrió las bailarinas que se besaban con el pavo real. Manuel Mendive, leyó. Me lo quedo, se dijo. Estaba seguro de que le iba a encantar a su mujer.
Efectivamente, le encantó. La cartulina estuvo en la sala varios meses, recibiendo el halago de unos y la reticencia de otros ante el escándalo de las mulatas revueltas con el ave en un baile de alta carga erótica. Como mi esposa, pensaba el hombre. Y era cierto: la sorprendió una tarde acostándose con el vecino. Después supo que no había sido el único, y estuvo a punto de enloquecer. En uno de sus ataques súbitos trató de emprenderla con la pintura. El amigo que le acompañaba se lo impidió. No seas bobo, le dijo, hay quienes te la compran a muy buen precio.
Como quien se deshace de un lastre insoportable, el hombre vendió el pavo real. Luego se sintió aliviado.
Para El Maestro, pintar pavos reales era una obsesión. Más que una obsesión, una ceremonia. El pavo real, símbolo del amor y la felicidad en la Regla de Ocha, constituía uno de los atributos de Ochún y Yemayá, las diosas danzantes del mar y los ríos, las hembras que enloquecieran de apetito a todos los machos del panteón. El ave en sí misma, por su belleza, había sido siempre asociada a las divinidades; ahí estaba, para confirmarlo, el mito iraniosufí de que Dios, al crear el espíritu del mundo, lo colocó en la imagen del pavo real y éste, al contemplarse en un espejo, conmovido por la grandeza de lo que veía, vertió las gotas de sudor de las cuales surgieron los demás seres.
Para los griegos, significaba el ave de Hera, y los lunares de su cola se identificaban con los ojos de Argos y debían custodiar a Io, la vaca de la luna. En el antiguo Egipto se le asociaba con el sol, venerado en el templo de Heliópolis.
También en la India y el Asia, diversas tradiciones incorporaban al pavo real en los motivos solares, dándole la connotación de abundancia, fecundidad e inmortalidad. Incluso aparecía, en buena parte de la iconografía cristiana, bebiendo de una copa eucarística, picoteando los frutos de la vid, o custodiando el árbol de la vida en el Paraíso. Y El Maestro, con esa sabiduría ecuménica que da el talento, pintaba sin tregua pavos reales con la certeza de estar penetrando el misterio de la existencia y dando testimonio de su alegría por estar en paz con sus ancestros.
—Cinco mil dólares, a la una; cinco mil dólares a las dos; y cinco mil dólares a las tres —gritó el subastador—. Vendido al señor el lienzo de Víctor Manuel por la suma de cinco mil dólares.
Se escuchó un murmullo de admiración entre la multitud que colmaba el Museo Cubano de Miami.
—Y ahora —volvió el rematador—, continuamos nuestra subasta de arte cubano con una pieza de Eduardo Abela, uno de los más conocidos pintores de la vanguardia. Sale por un precio inicial de quinientos dólares.
La puja fue larga, tensa. Varias personas pugnaban por apropiarse de la tela. Una oportunidad como aquélla era bastante ocasional. De hecho, era la segunda vez que se producía en años. Y eso a pesar de la fuerte protesta de algunos sectores que acusaban al museo de comerciar con obras pertenecientes a artistas que le hacían el juego a Fidel Castro y participaban de la oscura política cultural que su gobierno implantara en la Isla. En los días anteriores a la venta pública, habían circulado, por las emisoras de Miami, cartas de denuncia contra la dirección del establecimiento, y hasta un grupo de artistas emigrados se personaron a protestar y a pedir la renuncia de los miembros de la Junta Directiva que habían facilitado la presencia en la ciudad de tales obras.
El Abela fue vendido en tres mil doscientos dólares y el subastador anunció el siguiente nombre: Portocarrero. Después de otra dilatada porfía, una señora lo obtuvo por cuatro mil ochocientos. Y siguieron las propuestas: Amelia, Servando, Carmelo González. Y continuaron los dólares, por cientos y miles, resonando en el ámbito del salón.
Al Maestro lo llamaron enseguida para comunicarle la noticia. En los primeros momentos no lo quiso creer. ¿A quién podía ocurrírsele semejante atrocidad? ¿Cómo era posible que alguien con un mínimo de cordura se dedicase a cosas de tal índole? ¿Estaba seguro su interlocutor de lo que contaba? Que sí, coño, que sí; si hasta había sido filmado por la televisión. ¿Y qué cosa podía hacerse ante eso?, preguntó. ¿Una denuncia? ¿Un pleito? No, dijo la voz al otro lado del hilo; en todo caso, sentir por él una lástima tremenda. Puede ser, dijo El Maestro, pensativo.
Y luego averiguó:
¿Y no tienes más detalles? Algunos, le contestó la voz, pero a lo mejor no te gusta oírlos. No importa, respondió El Maestro, la curiosidad es el inicio del conocimiento. Hacia el final de la oferta, pasaron a las serigrafías. Fue el momento en que uno de los miembros del grupo que boicoteaba la velada alzó su ficha y gritó:
—Ciento cincuenta.
Otra voz ofreció ciento ochenta.
El conductor de la subasta retomó su sonsonete, pero no alcanzó a pasar de la segunda vez.
—Doscientos —vociferó el primer competidor.
—Doscientos, dice el caballero —recalcó el subastador.
—Doscientos cincuenta —dijo el contendiente.
—Trescientos.
—Trescientos cincuenta.
—Cuatrocientos dólares —escandalizó el primer interesado.
Un silencio sospechoso invadió la sala.
El maestro de ceremonias tornó a su provocación:
—Cuatrocientos dólares ha propuesto el señor del fondo.
Las miradas se volvieron hacia el otro adversario. El hombre mantuvo el silencio.
—Cuatrocientos dólares a la una, cuatrocientos dólares a las dos, cuatrocientos dólares a las tres —pronunció, alborozado, el subastador—. Vendido el Oshún y el pavorreal, de Manuel Mendive, por cuatrocientos dólares.
Fue la última pieza de la noche.
El nuevo dueño depositó la suma prometida y se alzó con su trofeo.
—Ahora verán ustedes para qué sirven estos muñecos de los comunistas.
Todos lo contemplaron atónitos. El hombre salió del museo y afuera, ante las cámaras de la televisión, sosteniendo la lámina por una punta, le pegó fuego por la otra con su encendedor. Nadie atinó a detenerlo. Unos se alejaron, disgustados. Otros, risueños, corearon consignas contra el gobierno de Castro. El hombre soltó la cartulina ardiente y las llamas rojas, verdes, amarillas y azules terminaron siendo un montón de cenizas sobre el pavimento.
El Maestro colgó el teléfono.
Por la ventana de su cuarto pudo contemplar el sol alzándose sobre los techos de Madrid.
Maferefún, Olorun, dijo, y saludó, también, a Olodumare y a Olofi. Luego bajó a su estudio, preparó un nuevo lienzo, dispuso los colores en la paleta, pidió la bendición de sus santos y comenzó a pintar.
FIN
Nota: Este acto fascista contra la cultura fue realizado por un miembro de la Fundación Nacional Cubano Americana el día 22 de abril de 1988.

miércoles, 13 de junio de 2012

¿EN QUÉ QUÉ QUEDAMOS: HAY O NO HAY BLOQUEO?

20120613010255-bloqueo2.jpgEEUU multa por 9 millones a banco holandés por tratos con Cuba 
A confesión de partes, relevo de pruebas

WASHINGTON (AFP)  -- El banco holandés ING deberá pagar 619 millones de dólares a Estados Unidos por haber violado el régimen de sanciones contra Irán, Cuba y otros países, informó el Departamento del Tesoro este martes.
Es la multa más alta aplicada hasta ahora por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Tesoro estadounidense, que se encarga de vigilar la aplicación de sanciones en contra otros países, informó el comunicado de prensa.
ING aprobó más de 20,000 operaciones bancarias por un monto superior a los 2,000 millones de dólares con esos países desde principios de la década de los 1990 hasta 2007, según la acusación formal ante la justicia estadounidense.
En el caso de Cuba, “ING infringió la ley entre otras formas mediante el procesamiento de operaciones bancarias a través de su filial en Curaçao, por cuenta de clientes cubanos, sin especificar el origen de los pagos”, explicó el comunicado.

martes, 12 de junio de 2012

Cuba eliminó transmisión de SIDA vía materno infantil, reconocen en ONU

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Cuba expuso hoy en Naciones Unidas sus logros en la lucha contra el VIH/sida y en materia de salud, a pesar del bloqueo de Estados Unidos que le impide el acceso a nuevos medicamentos y tecnologías.

En la isla ya se eliminó la transmisión materno-infantil del VIH, mientras que está bajo control el contagio a través de la sangre, explicó el representante permanente alterno de Cuba ante la ONU, Oscar León González.

Al hablar en una sesión de la Asamblea General sobre el combate contra ese mal, el diplomático subrayó la baja prevalencia del VIH en la población de 15 a 49 años, en mujeres embarazadas y en personas con infecciones de transmisión sexual.

Explicó que en su país existe un programa multisectorial de prevención y control en la materia y que los servicios médicos gratuitos están garantizados para toda la población.

También hay acceso universal al tratamiento antirretroviral y está asegurado el derecho al empleo, salario total, alimentación diferenciada y pleno ejercicio de todos los derechos sociales y políticos de las personas infectadas.

“Cuba produce seis medicamentos antirretrovirales y continúa las investigaciones para lograr medicamentos más eficaces y una vacuna”, precisó el representante cubano.

León González dijo que para Cuba el disfrute al más alto nivel posible de salud física y mental es un derecho humano inalienable y fundamental de todos los seres humanos.

No importan la nacionalidad, raza, sexo, creencia, religión, orientación sexual o cualquier otro pretexto para justificar la discriminación y la denegación al acceso a los derechos de la salud, apuntó.

Dijo que esos derechos gozan de un amplio respaldo legal en Cuba y que su realización práctica es amplia, pese a los limitados recursos del país y el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.

Al mismo tiempo, resaltó la ayuda de la isla a otros países del Tercer Mundo en el campo de la salud e informó que en el presente hay 38 mil 868 profesionales sanitarios, de ellos 15 mil 407 médicos, en 66 naciones del mundo.

Además, más de 14 mil estudiantes de 122 países se han graduado en la Escuela Latinoamericana de Medicina y en otros programas de estudio.

Estimó que a nivel mundial los avances en la lucha contra el VIH-sida son insuficientes y condenó el estigma, la discriminación y la desigualdad entre los géneros como obstáculos al acceso universal a la prevención, el tratamiento y la atención a pacientes y sus familias.

Frente a todo eso demandó erradicar la pobreza extrema y el hambre, promover la igualdad entre sexos y el empoderamiento de la mujer y garantizar el derecho a la educación y la salud de todas las personas y de educación sexual a adolescentes y jóvenes.

Puntualizó que los esfuerzos de los países del sur por lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio, incluidos los relacionados con la salud, se verán prácticamente anulados a pesar de la voluntad política para lograrlos.

(Con información de Prensa Latina)

lunes, 11 de junio de 2012

El niño y la mujer policía (un cuento de Marta Rojas)



El mundo aguarda el año 2000. Hay desatada una cordial polémica universal sobre si se trata del comienzo de un nuevo siglo y de un nuevo milenio, o si tales acontecimientos debían celebrarse doce meses después, con el advenimiento de 2001. Por lo pronto la mayoría de las capitales de la Tierra se alistan para asumir el 2000 como el comienzo de un nuevo siglo.

París ya tiene encendidos más focos que nunca. Esa noche la Ciudad Luz se hará día a las doce pasado meridiano, es 31 de diciembre de 1999. En Times Square, Nueva York, una multitud impresionante, venida de muchos países esperará el siglo XXI. Los anuncios luminosos y fosforescentes, con imágenes en movimiento, compiten en belleza, y cada quien tiene en su mano un racimo de uvas rojas: es el turismo más espléndido que el hombre puede imaginar. El desarrollo de la electrónica le imprime fascinación. En los hogares habrá gente esperando las doce campanadas, según el hemisferio.

Los canales de televisión recogen y difunden los pormenores que millares de millones de personas están viendo desde ya, como anticipo, en pantallas gigantes, colocadas en los lugares más céntricos de capitales y ciudades emblemáticas. Hay gente que beberán champán en el viaje de un continente a otro, a decenas de miles de pies de altura, y podrían estar en distintos países celebrando el acontecimiento más de una vez en veinticuatro horas. China habrá de hacer dos festejos, uno por esta fecha y el otro por el Año Nuevo Lunar, más adelante. Las expectativas de alegrías serán diversas y bulliciosas, las músicas diferentes, así como los bailes.

Muy pocas personas, en la historia de la humanidad, tienen la dicha de vivir dos siglos y menos aún, pasar de un milenio a otro para vivir el porvenir, siquiera unas horas; es por eso que hasta los más pobres y desafortunados esperan el 2000, animados de esperanza. Para viejas culturas será el año 6000 o quién sabe, pero entre nosotros, es el segundo milenio de la era cristiana. ¿Y cuándo nació Cristo? No importa. Con su nacimiento el mundo que nos toca entró en la nueva era y es suficiente motivo para una fiesta en grande.

Sin embargo, en una Isla perla o espina clavada en el mar que separa a dos territorios de América, las cosas difieren. La alegría, donde la hay, se disfruta con pudor en la intimidad. Las familias se reunieron la víspera como un fin de año más. Hay una pena común que marchita la alegría. Al día siguiente del 31 de diciembre de 1999, los periódicos inscriben simplemente una nueva fecha, en la portada: “Año 2000”, y a continuación los acontecimientos que nos atañen y duelen.

Ocurre que en la televisión ha estado asomándose desde hace algún tiempo el rostro perplejo de un niño secuestrado, que vive el terror, a sólo unas millas de sus costas. Con el niño víctima, entre “lobos” y “lobas” de Miami, no había gusto de esperar el nuevo año con algarabía. Al Niño se le ha visto asomar a una puerta que él mismo cierra, vestido con una ropa que simboliza su prisión. Tuvo que haber mirado sin querer, un poco antes y por una vez más —como infame tortura—, pintado en una pancarta grotesca, el rostro de la madre que ha perdido en el mar. Eso y todo a su alrededor lo confunde desde el día del salvamento, como náufrago de una inmigración desordenada que los terroristas que lo “acogen” —“lobos” y “lobas”— estimulan incesantemente. Eso él no lo sabe, es inocente aunque está preso.

La gente lo ha visto también, exteriorizando un pedacito de júbilo cuando en el patio de su centro de confinamiento, mientras juega con inocencia, oye de pronto el ruido de un avión, mira al cielo y le grita: Yo quiero que me regreses a Cuba. El pájaro metálico es un interlocutor sordo y mudo; por tanto continúa la ruta. Sus ojitos, alegres por primera vez, siguen la estela del pájaro metálico hasta que trepa más alto y desaparece de su vista. El cándido dislate del cautivo le costará un castigo. Lo pellizcarán: sus secuestradores terroristas, entrenados para destruir la mente de un niño, no cesan de amenazarlo. Están siguiendo, al pie de la letra, como empleados idóneos, un macabro plan de desmontaje de recuerdos felices, a la vez que lo convierten en un “niño mercancía” con el que lucran a las mil maravillas.

Entonces, hemos visto que hay motivos suficientes en la Isla perla y la Isla espina del vecino que anida a los cuervos, para no acompañar al mundo en la fiesta universal del año 2000, la entrada del Tercer Milenio. Él, El Niño, debe recordar poco o nada de su odisea en el Estrecho de la Florida.

Los que sí la recuerdan y no la podrán olvidar de por vida, como un castigo, serán las dos únicas personas sobrevivientes de la tragedia en el mar —que se repetirá de distinta forma muchas veces—, la pareja está oculta en las sombras y al parecer ha huido de Miami, se esconde. Cuando el niño fue hallado por dos hombres que pescaban en el mar, estaba dormido dentro de una balsa de goma inflada. El mar de noche habrá sido su más terrible experiencia de náufrago, que la fragilidad corporal de sus leves cinco años haría breve, al dejarlo exhausto. Fue asumido por el sueño o se habría desmayado.

De la tragedia en el mar dicen que no habló ni ha hablado sino tan sólo de lo que me pasó, y punto.
Un perrito es su gracioso compañero en tierra; con el perrito hablaba. Como filman la “mercancía” que tanta ganancia produce al pariente en función de cancerbero, en la Isla se ha visto su comunicación con el perrito, el único que no le hace daño en el cautiverio “dorado”. Según las psicólogas, entre el perrito y él se estableció una complicidad de silencio. El silencio le traería paz después de estar obligado a andar con los mafiosos terroristas —J.M.S., “rey” de la maffia, como chofer— en autos lujosos, que sonaban sirenas, escoltados a veces por carros de bomberos abriéndoles paso a la caravana que lo llevaba como trofeo, anunciando su paso, siendo filmado a toda hora, en todo lugar, robándole el candor.

Por esos días en que lo veíamos asomarse a las pantallas del televisor, el niño secuestrado no tenía el rostro iluminado. En realidad la única comunicación afectiva que hasta entonces había tenido, fue la experimentada al paso del avión a quien reclamó que lo regresara para Cuba.

Allá en su cruel confinamiento él comprendía, por instinto, que era un objeto en constante exhibición interesada: money is money.

Un día que le preguntaron desde la Isla lo que le había sucedido se limitó a decir: “Mi mamá murió”, y nada más, aunque él no sabía qué cosa era la muerte. Los promotores de la muerte, mediante la Ley de Ajuste Cubano —así se llama la muerte en el mar, mayor probabilidad de la inmigración ilegal—, seguían aprovechándose de su carisma, de su belleza infantil, de su inocencia. Mientras, por la Isla se desataba una batalla de inteligencia, una guerra de ideas y de sentimiento en favor del niño reclamado por su padre.

La prensa internacional compara su caso con el secuestro del pequeño hijo de Lindbergh, el aviador; secuestro que conmocionó a los Estados Unidos de Norteamérica y al mundo, medio siglo atrás. Y el pueblo de Norteamérica pudo haber asociado ese hecho con el secuestro que se perpetraba ahora con “el niño balsero” —aunque por diferentes motivos—, o éste rechazó el terror que se cebaba con el inocente. Cualquier cosa sucedería pero, lo cierto y concreto es que conocida la verdad del secuestro y el arrebato impune de la Patria Potestad a su progenitor, ya Elián —que así se llama el niño presa de los terroristas— estaba teniendo otro vínculo, otro aliado en su defensa, que le alegraba el corazón, además del paso en un cielo despejado, del pájaro de metal. Por eso, se cuenta que estando ya con su padre, llamado Juan Miguel, en un sitio de paz llamado Wye Plantation, en el norte, aunque todavía lejos de la Isla, los propios escoltas del Estado de la Unión que lo protegían de los secuestradores, enseñaron al niño a montar bicicleta y jugaban con él a los escondidos. Hombres de seis pies, de músculos endurecidos propios para la tarea, jugaban de igual a igual con él, aunque técnicamente fuera una fórmula humana de respetar su juego infantil y tenerlo localizado y protegido en la plantación donde el inocente esperaba el veredicto de una Corte para ser devuelto a su padre, su familia y su país.

Ya en ese entonces su mente había registrado y guardado una voz afectiva, aunque desconocida para él, que seguramente no podrá olvidar cuando en la adolescencia pueda armar el rompecabezas de esos días: será la voz de La Mujer Policía —quizás así la identifique al pasar de los años—, que en minutos de gran expectación, violencia y miedo, cuando fue liberado de sus secuestradores, en la hora D, del rescate, lo cargó y apretándolo fuertemente a su pecho le iba diciendo al oído con ternura: Tranquilo, que vamos a ver a tu papá. No llores, no llores, que vamos a ver a papá. Vamos a ver a tu papá, a tu papá… vas a ver a tu papá, a tu papá, yo te llevo a ver a tu papá. Ahora vas a ver a tu papá, a tu papá.

19 de septiembre de 2002

Nota: El lunes 22 de noviembre de 1999 catorce emigrantes ilegales, en una frágil embarcación, zozobraron cerca de las costas de la Florida, y un niño cubano, Elián González, de 5 años, fue descubierto asido a un neumático, cerca de Miami. Durante siete meses se mantuvo en contra de la voluntad del padre en manos de sus secuestradores, manipulados por la Fundación Nacional Cubano Americana. Luego de un proceso judicial que llegó al Tribunal Supremo de Estados Unidos, y con el apoyo, basado en encuestas, del 80 por ciento de la población norteamericana, el niño pudo regresar con su padre a Cuba.