Lisandra de la Paz
Juventud Técnica
Insospechado nunca fue. Demasiadas coincidencias en aquella gran epidemia de dengue hemorrágico en el 1981 cubano. Los crímenes serán siempre imperfectos. Y detrás del delito, la ciencia buscando las huellas, las pistas…, persiguiendo verdad. Y aunque tenga que esperarse por la ciencia más de treinta años para demostrar, por ejemplo, que esa epidemia ocurrió a causa de una orden y no por caprichos naturales, vale la pena verla saborear la pipa a lo Sherlock Holmes y, con mirada arrogante, oírla revelar las pruebas que confirman una hipótesis inicial: la cepa del dengue serotipo 2 causante de la epidemia fue una cepa de laboratorio introducida deliberadamente en Cuba.
Antes, en el año 1977, el 44,46 por ciento de la población cubana había estado infectada con el virus del dengue 1 bajo el cuadro benigno de la enfermedad. Se corría el riesgo de una infección secundaria si un serotipo de dengue diferente entraba al país, pues los anticuerpos contra el dengue 1 no protegen contra el 2; por el contrario, amplifican la infección. La carga viral aumenta y por ende, la probabilidad de que la transmisión ocurra a través del agente transmisor, el mosquito Aedes aegypti, es más alta.
Los números de la epidemia sorprenden hoy, y no podría decirse ahora con exactitud qué sintió el pueblo cubano de mayo a octubre del año 1981: 344 mil 203 infectados, diez mil 312 casos graves y muy graves, 101 niños muertos de un total de 158 personas fallecidas. Los por qué se volvieron inminentes.
Juventud Técnica
Insospechado nunca fue. Demasiadas coincidencias en aquella gran epidemia de dengue hemorrágico en el 1981 cubano. Los crímenes serán siempre imperfectos. Y detrás del delito, la ciencia buscando las huellas, las pistas…, persiguiendo verdad. Y aunque tenga que esperarse por la ciencia más de treinta años para demostrar, por ejemplo, que esa epidemia ocurrió a causa de una orden y no por caprichos naturales, vale la pena verla saborear la pipa a lo Sherlock Holmes y, con mirada arrogante, oírla revelar las pruebas que confirman una hipótesis inicial: la cepa del dengue serotipo 2 causante de la epidemia fue una cepa de laboratorio introducida deliberadamente en Cuba.
Antes, en el año 1977, el 44,46 por ciento de la población cubana había estado infectada con el virus del dengue 1 bajo el cuadro benigno de la enfermedad. Se corría el riesgo de una infección secundaria si un serotipo de dengue diferente entraba al país, pues los anticuerpos contra el dengue 1 no protegen contra el 2; por el contrario, amplifican la infección. La carga viral aumenta y por ende, la probabilidad de que la transmisión ocurra a través del agente transmisor, el mosquito Aedes aegypti, es más alta.
Los números de la epidemia sorprenden hoy, y no podría decirse ahora con exactitud qué sintió el pueblo cubano de mayo a octubre del año 1981: 344 mil 203 infectados, diez mil 312 casos graves y muy graves, 101 niños muertos de un total de 158 personas fallecidas. Los por qué se volvieron inminentes.