Por Iroel Sánchez
Cuba amplía derechos, transforma la estructura de su Estado en función de atender mejor a los reclamos ciudadanos y adapta su legislación a los cambios que en la última década han tenido lugar en la economía del país para adaptarla al difícil escenario internacional en que debe desempeñarse. El 13 de agosto homenajeará a Fidel iniciando un debate popular en el que todo el pueblo será constituyente, a partir de un proyecto que ya tuvo en su Asamblea Nacional un sustancioso debate.
El análisis que la Asamblea Nacional del Poder Popular realizó del anteproyecto de Constitución que próximamente se someterá al criterio de la ciudadanía tuvo uno de sus momentos más intensos alrededor de si se debe o no explicitar en la Carta Magna la responsabilidad del Estado, que se define como socialista y tendrá como martiana “Ley primera de nuestra república” “el culto de los cubanos a la dignidad plena de hombre”, en limitar la concentración de la riqueza.
Lo primero que habría que recordar es que tal límite emergió como consenso en los amplios debates realizados entre millones de cubanos sobre los Lineamientos para el desarrollo económico y social que aprobaron el VI y el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba y de la Conceptualización del Modelo Económico y Social, en cuya versión inicial no estaba y que su inclusión fue resultado de un reclamo de las bases y de varios delegados al VII Congreso que lo propusieron.
Cuba amplía derechos, transforma la estructura de su Estado en función de atender mejor a los reclamos ciudadanos y adapta su legislación a los cambios que en la última década han tenido lugar en la economía del país para adaptarla al difícil escenario internacional en que debe desempeñarse. El 13 de agosto homenajeará a Fidel iniciando un debate popular en el que todo el pueblo será constituyente, a partir de un proyecto que ya tuvo en su Asamblea Nacional un sustancioso debate.
El análisis que la Asamblea Nacional del Poder Popular realizó del anteproyecto de Constitución que próximamente se someterá al criterio de la ciudadanía tuvo uno de sus momentos más intensos alrededor de si se debe o no explicitar en la Carta Magna la responsabilidad del Estado, que se define como socialista y tendrá como martiana “Ley primera de nuestra república” “el culto de los cubanos a la dignidad plena de hombre”, en limitar la concentración de la riqueza.
Lo primero que habría que recordar es que tal límite emergió como consenso en los amplios debates realizados entre millones de cubanos sobre los Lineamientos para el desarrollo económico y social que aprobaron el VI y el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba y de la Conceptualización del Modelo Económico y Social, en cuya versión inicial no estaba y que su inclusión fue resultado de un reclamo de las bases y de varios delegados al VII Congreso que lo propusieron.