miércoles, 12 de diciembre de 2018

Disidentes no, asalariados de Washington sí.

NOTA MÍA: Hoy tendrá lugar en la Konrad Adenauer Stiftung (KAS) uno de los tantos shows que por estos días organizan instituciones que, respecto a Cuba, giran en la órbita de Washington, con las figuras de siempre que tienen en plantilla. Desde hace días mandé mi interés en participar, ya que hablan de pluralidad, que también escuchen a los que pensamos diferente, todavía estoy esperando respuesta, no obstante allí estaré, tengo curiosidad en escuchar lo que van a decir, espero que nos dejen participar.



Por Arthur González

Especialistas yanquis en guerra psicológica, se encargan de conformar las campañas propagandísticas contra Cuba, Venezuela, Nicaragua, Irán, Rusia y China, con el único propósito de deformar la realidad y que el gran público se crea las mentiras que difunden para establecer matrices de opinión contra los países que no son aceptados por Estados Unidos, al mantener su independencia y soberanía.

Para lograrlo, gastan millones de dólares en pagar a sus agentes reclutados entre editores, periodistas, dueños de revistas y diarios importantes en el mundo, tal y como hicieron hace años cuando la CIA desarrolló la conocida Operación Mockingbird, iniciada en la década de los años 50 del siglo XX, dirigida por Frank Wisner, de la dirección de planes de la CIA.


Como parte de esa Operación, estuvo el reclutamiento por la CIA de un numeroso grupo de conocidos periodistas de importantes órganos de prensa, con el fin de difundir al mundo informaciones manipuladas para crear matrices de opinión favorables a sus planes, mediante la conformación de amplias campañas de prensa.

Cuba es víctima de esa Operación desde 1959, cuando periodistas reclutados para ese trabajo, divulgaron noticias falsas y tergiversadas sobre la Revolución cubana, con el propósito de lograr su aislamiento internacional, mientras callaron e ignoraron los crímenes cometidos por la dictadura de Fulgencio Batista.

Entre los periodistas reclutados por la CIA estaban: Henry Luce; Philip Grahan; Arthur Hays Sulzberger; Andrew Saint-George y Jules Dubois y entre los órganos de prensa se destacan: The Washington Post; The New York Times; CBS; The Chicago Tribune; The Washington Star y las revistas Time y Life, entre los más significativos.

El primer plan de Acciones Encubiertas de la CIA contra Cuba, aprobado por el presidente D. Wright Eisenhower, en marzo de 1960, se inicia con una medida que afirma textualmente: “crear una oposición cubana responsable, atractiva y unificada contra el régimen de Castro, que se declare públicamente como tal”.

A partir de ese momento Estados Unidos comienza a financiar con cientos de millones de dólares, una contrarrevolución fabricada por ellos y que fuese capaz de derrocar a la Revolución popular, algo que en 60 años no han podido lograr, al carecer de una razón autentica y solo moverse por el dinero que reciben desde Washington.

Cada presidente de turno en la Casa Blanca, ha destinado decenas de millones para esa “disidencia” construida por ellos, pero quien más dinero asignó con tales fines fue Barack Obama, pues en sus ocho años de presidente aprobó 160 millones de dólares, que solo sirvieron para enriquecer a los principales actores de la mafia terrorista anticubana de Miami y sus cachorros en Cuba, quienes aprovechan esos dólares para mantener altos niveles de vida, adquirir residencias, autos, disfrutar de vacaciones en hoteles de lujo en las mejores playas y cenar en excelentes restaurantes de la Isla.

Donald Trump a su llegada a la sala oval, quiso recortar parte del presupuesto, pero finalmente cedió ante las presiones de la ultraderecha, y el pasado 2 de diciembre 2018 envío de una “ayuda” de 750 mil dólares para “el apoyo de los prisioneros políticos en Cuba”, todo en el marco de la celebración del día de los Derechos Humanos el 10 de diciembre, al declarar: “Mi gobierno está abocado a asegurar los derechos humanos en Cuba y estrechar nuestros lazos culturales con todos nuestros socios de América Latina.

Ante la impotencia de no poder derrocar al socialismo en Cuba, no saben que nuevas medias pueden aplicar, porque ni la guerra económica y financiera, la biológica, las cruzadas de prensa, la fabricación de organizaciones contrarrevolucionarias, invasiones mercenarias, ejecución de actos terroristas de todo tipo y diversos planes de subversión política dirigidos a los jóvenes, entre ellos Zunzuneo, Conmotion, Raíces de Esperanza, Becas para la conformación de Líderes Comunitarios, Cuba Emprende y Cuba Decide, han obtenido los resultados para los cuales fueron diseñados y financiados.

Sin dudas al presidente Trump no le dicen la verdad, pues de saberlo seguramente no enviaría un centavo más a quienes solo saben vivir del cuento, tal como informó en cable secreto el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, al asegurar:

“Muchos grupos de oposición son dominados por individuos con encumbrados egos que no trabajan bien en equipo, por lo que pueden ser fácilmente manipulados por la Seguridad Cubana”.

“Es preciso que busquemos en otra parte, incluso dentro del propio gobierno, para identificar a los más probables sucesores del régimen de Castro”.

“Es preciso que los opositores empiecen por lograr cierto grado de unidad de objetivos como oposición, o al menos que dejen de gastar tanta energía en serrucharse el piso los unos a los otros”.

“Si bien la búsqueda de recursos es su principal preocupación, la segunda más importante parece ser limitar o marginar las actividades de sus antiguos aliados, de manera de reservarse el poder y el acceso a los escasos recursos.”

Estados Unidos puede continuar malgastando su dinero en esos llamados “disidentes”, porque, con lo afirmado por el Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, ya se sabe a dónde va a parar ese abundante presupuesto…

Por esos motivos, nunca podrán vencer al pueblo cubano que luchó para obtener su verdadera independencia de los Estados Unidos.

Con razón dijo José Martí:

“Solo lo genuino es fructífero”.

El Heraldo Cubano

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