Una carta del jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, Jorge Bolaños, al periodista Wolf Blitzer, del programa The Situation Room, fija la actitud de la isla en torno a la condena contra Gross, encarcelado aquí por actos contra la independencia nacional.
En ella, el funcionario explica que la isla ha trasladado a la Casa Blanca su disposición a dialogar para buscar una solución humanitaria al caso sobre bases recíprocas.
Asimismo, expresa que Gross no está preso por ayudar a los judíos que viven aquí a conectarse a Internet, pues todas las sinagogas cubanas tienen acceso a la red de redes.
“Gross violó las leyes cubanas, al implementar un programa del Gobierno de Estados Unidos para atentar contra el orden constitucional cubano. Las actividades encubiertas realizadas por Gross en Cuba constituyen delitos en muchos otros países del mundo, incluyendo Estados Unidos”, señala la carta.
Destaca, además, que no es un trabajador voluntario que vino a ayudar al pueblo de Cuba, sino un profesional pagado por el gobierno norteamericano.
Por otra parte, Bolaños asegura que el apresado se encuentra en buenas condiciones físicas, recibe atención médica especializada, alimentación balanceada, acceso consular sistemático, visitas de amistades y personalidades políticas y religiosas.
También ha recibido visitas de su esposa y mantiene comunicación frecuente y estable con su familia.
“Estas condiciones son muy distintas al régimen cruel de aislamiento impuesto a cinco antiterroristas cubanos en cárceles norteamericanas“, precisa el diplomático.
Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y René González cumplen severas sanciones en Estados Unidos por monitorear grupos terroristas radicados en el sur de la Florida.
Los Cinco, como se les conoce mundialmente, llevan casi 14 años en cárceles norteamericanas por buscar información sobre grupos terroristas, la cual ayudó a salvar vidas en ambos países.
“No obtuvieron secretos del gobierno ni atentaron contra la seguridad de Estados Unidos”, subraya el texto, publicado en la página de la Cancillería cubana.
Precisa, además, que los familiares de estos antiterroristas han enfrentado obstáculos para visitarlos, y dos de ellos (Gerardo y René) no han podido ver a sus esposas en ese tiempo.
(Con información de Prensa Latina)
Carta del embajador Jorge Bolaños Suárez al periodista Wolf Blitzer del programa The Situation Room .WASHINGTON, 5 de mayo de 2012
Wolf Blitzer
The Situation Room
CNN America, Inc.
820 First Street NE
8th Floor
Washington D.C. 20002-4243
Estimado Sr. Blitzer:
En relación con su conversación con el Sr. Alan Gross, transmitida el 4 de mayo de 2012 en su programa “The Situation Room”, tengo a bien solicitarle que las posiciones de mi gobierno sobre el caso sean igualmente difundidas. Estas son:
El Gobierno de Cuba ha trasladado al Gobierno de EE.UU. su disposición a dialogar para buscar una solución humanitaria al caso de Gross sobre bases recíprocas.
El Sr. Gross no está preso por ayudar a los judíos a conectarse a Internet. Todas las sinagogas cubanas tienen Internet y la tenían antes de que Gross viniera a Cuba.
El Sr. Gross violó las leyes cubanas, al implementar un programa del Gobierno de EE.UU. para atentar contra el orden constitucional cubano. Las actividades encubiertas realizadas por Gross en Cuba constituyen delitos en muchos otros países del mundo, incluyendo Estados Unidos.
En sus visitas a Cuba, Gross nunca dijo a las personas que contactó que trabajaba para el Gobierno de EE.UU. No es un trabajador voluntario que vino a ayudar al pueblo de Cuba, es un profesional pagado por el Gobierno de EE.UU.
Alan Gross está en buenas condiciones físicas, recibe atención médica especializada, alimentación balanceada, acceso consular sistemático, visitas de amistades y personalidades políticas y religiosas. Ha recibido visitas de su esposa y mantiene comunicación sistemática y estable con su familia.
Los casos de René González y Alan Gross son muy diferentes. René cumplió hasta el último día su sentencia y permanece en EE.UU. en contra de su voluntad, alejado de su familia, la cual vive en Cuba. La decisión de una jueza federal de Florida de autorizar el viaje de René se corresponde plenamente con las condiciones establecidas para su libertad supervisada de René, las cuales permiten que él viaje a Cuba, previa aprobación del oficial probatorio o de la corte. A su esposa Olga no se le permite ni siquiera visitarlo durante el período de libertad supervisada.
El Gobierno de Cuba ha facilitado todas las visitas de familiares, amigos, figuras religiosas y personalidades políticas que han pedido tener acceso al Sr. Gross. Estas condiciones son muy distintas al régimen cruel de aislamiento que se le ha impuesto a los Cinco cubanos: Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando e incluso a René. Ellos tienen estrictas restricciones para dar entrevistas a la prensa de EE.UU.
Los Cinco llevan casi 14 años presos en cárceles norteamericanas por buscar información sobre grupos terroristas que atentaron contra Cuba desde EE.UU. Esa información ayudó a salvar vidas en ambos países. No obtuvieron secretos del gobierno ni atentaron contra la seguridad de EE.UU.
Los contactos de los Cinco con sus familiares se han visto obstaculizados y dos de ellos (Gerardo y René) no han podido ser visitados por sus esposas, Olga y Adriana. La madre de Gerardo falleció mientras estaba en prisión, los padres y madres de los otros cuatro son personas de edad avanzada. Gerardo y su esposa no han podido concebir un hijo.
Sinceramente,
Jorge Bolaños Suárez
Jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington
(Cubaminrex- Sección de Intereses de Cuba en Washington)
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