lunes, 1 de diciembre de 2025

El control de la moneda desde una perspectiva revolucionaria: Marx, Lenin y los debates contemporáneos

 


I. Introducción

La cuestión del control monetario ha sido históricamente una de las palancas fundamentales del poder económico del Estado. Para los pensadores revolucionarios, esta palanca no es solo un mecanismo técnico, sino un elemento decisivo en la lucha por la soberanía económica, la independencia política y la construcción de una sociedad no subordinada a las fuerzas del capital internacional.

Desde Karl Marx y Friedrich Engels hasta Lenin y autores posteriores como Rudolf Hilferding, Samir Amin o Ernest Mandel, la moneda y el crédito estatal han sido entendidos como instrumentos que reflejan, condensan y reproducen las relaciones de fuerza de una sociedad. Este artículo propone revisar sus aportes para comprender la relevancia del control monetario estatal y sus desafíos en países bajo presión externa.

II. Marx: el dinero como relación social y poder político

Para Marx, el dinero no es una cosa, sino una relación social objetivada. En sus análisis del valor, la circulación y el crédito, Marx subraya que la moneda expresa el poder del capital y la estructura de dominación que lo sostiene.

1. El dinero como “equivalente general”

En El Capital, Marx plantea:

“El dinero es la forma en que se cristaliza la relación social entre todos los productores” (El Capital, Libro I, cap. 3).

Esto significa que la estabilidad o inestabilidad de la moneda es un síntoma de la estructura de la economía, especialmente de la relación entre producción interna y circulación mercantil.

2. El Estado y la forma dineraria

Contrario al mito liberal, Marx reconoce un rol central del Estado en la definición de la moneda:

“El Estado fija la escala de precios, como cantidad de oro que constituye la unidad monetaria” (El Capital, Libro I, cap. 3).

Aquí Marx sostiene que, aunque el dinero proviene del intercambio mercantil, el Estado interviene decisivamente en su forma para garantizar uniformidad, confianza y legalidad.

3. El papel del crédito y el banco central

En los manuscritos sobre el crédito (1857-1858), Marx afirma:

“El sistema de crédito se convierte en un poderoso instrumento para impulsar la producción, pero también en el medio más eficaz para dominarla desde el Estado o desde las grandes asociaciones de capital” (Grundrisse).

Esto es clave:
Marx entiende que el sistema financiero puede ser capturado por el capital o subordinado a un Estado revolucionario para direccionar el desarrollo.

Por tanto, para Marx el control del sistema monetario-crediticio es una batalla política, no solo técnica.

III. Lenin: la moneda como instrumento de poder en la transición socialista

Lenin profundizó el sentido estratégico del control monetario, especialmente durante la guerra civil rusa y la Nueva Política Económica (NEP).

1. El dinero en el periodo revolucionario

En El Estado y la revolución, Lenin observa que la transición socialista requiere utilizar herramientas capitalistas:

“No podemos saltar por encima del dinero ni de los bancos. Debemos utilizarlos como instrumentos de control, de registro, de dirección.” (Cap. V).

Para Lenin, el dinero no desaparece con la revolución; se vuelve instrumento de control estatal y social.

2. El Banco Central como “centro nervioso”

En su artículo Las tareas inmediatas del poder soviético (1918), Lenin escribe:

“Sin un banco estatal y sin el control del crédito, la economía socialista es imposible. El banco es el aparato que permite la contabilidad y el control de toda la economía.”

Aquí se anticipa al pensamiento moderno sobre banca central activa, planificación y coordinación.

3. La NEP y el restablecimiento de la moneda fuerte

Durante la NEP, Lenin apoyó la creación del chervonets, una moneda respaldada parcialmente en oro y en producción real. La razón:

“Se necesita una moneda estable para reconstruir la economía sobre bases firmes” (Lenin, discurso de 1921).

Lenin comprendió que la inflación crónica destruye tanto la productividad como la confianza popular.

IV. Hilferding, la banca y la “democracia económica”

Rudolf Hilferding, marxista y ministro de Finanzas austríaco, aportó reflexiones claves en El capital financiero (1910):

“El control de los bancos es el control del crédito, y quien controla el crédito dirige la economía.”

Hilferding muestra que el capital financiero centraliza el poder económico, y por ello un Estado orientado hacia el socialismo debe centralizar el sistema bancario como base de la planificación.

Su visión influyó tanto en Lenin como en posteriores debates socialistas.

V. Autores contemporáneos: Amin, Mandel y otros

1. Samir Amin

Para Amin, los países periféricos son vulnerables porque sus monedas se subordinan estructuralmente al dólar:

“La soberanía monetaria es imposible sin soberanía productiva, y esta es destruida por la dependencia externa.” (El capitalismo en la era de la globalización).

2. Ernest Mandel

Mandel enfatiza:

“El socialismo requiere un sistema monetario estable, controlado por los trabajadores y por un Estado que planifique democráticamente.” (Tratado de economía marxista).

VI. El caso cubano: soberanía monetaria bajo asedio

Cuba está en una situación distinta a la de los países en condiciones de normalidad. Su moneda opera:

  1. En una economía bloqueada desde fuera,

  2. Con distorsiones estructurales internas,

  3. Y ante mercados paralelos estimulados por políticas estadounidenses.

Marx y Lenin ayudan a entender que la moneda no se sostiene solo por decreto, sino por estructura productiva, correlación de fuerzas y confianza social.

Dificultades externas

  • El dólar actúa como arma geopolítica, absorbiendo valor desde la periferia.

  • El bloqueo impide el acceso regular a divisas, créditos y mercados.

  • Las sanciones generan alta demanda informal de divisas, debilitando el peso.

Dificultades internas

  • Insuficiente producción nacional que respalde la moneda.

  • Dualidades monetarias que fragmentan precios, salarios y expectativas.

  • Desconfianza acumulada en los mecanismos oficiales de cambio.

  • Falta de transparencia en la contabilidad macroeconómica (reservas, flujos, déficit).

VII. ¿Qué enseñan Marx y Lenin para casos como Cuba?

A partir de sus ideas pueden derivarse cuatro principios estratégicos:

1. La moneda se sostiene con producción real (Marx)

Sin aumento de producción doméstica, ningún mecanismo monetario estabiliza la moneda en el largo plazo.

2. El Estado debe controlar el sistema financiero (Lenin)

Pero no solo por decreto:
Debe ser eficiente, transparente y confiable para la población.

3. Es imprescindible un sistema único y coherente de precios y monedas (Lenin, NEP)

Los mercados paralelos destruyen la autoridad del Estado.

4. La soberanía monetaria depende de soberanía económica (Amin)

La diversificación productiva es una defensa contra el dólar.

VIII. Conclusión

Como ya expresamos en el artículo anterior, el control de la moneda no es simplemente un problema económico, sino una disputa por la soberanía. Marx, Lenin y otros pensadores revolucionarios mostraron que la moneda es un espacio de lucha política donde se expresa quién dirige realmente la economía:
¿el Estado y la sociedad, o las fuerzas del capital interno y externo?

Cuba enfrenta hoy una tormenta monetaria en condiciones extremas, pero la teoría revolucionaria brinda herramientas para comprender la compleja interrelación entre producción, confianza, poder y moneda. Solo desde un enfoque integral —económico, político y social— podrá encontrarse un camino de estabilización duradera.

JECM

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