viernes, 13 de junio de 2025

Iglesias, ONGs y guataquería hacia lo extranjero (II)

En nuestra Cuba, muchas iglesias y ONGs son hoy redes de fe, ayuda y dignidad. Reparten alimentos, enseñan, acompañan procesos de sanación y entregan apoyo legal y humano. Su presencia da vida a barrios, escuelas y comunidades.

Pero existe una realidad silenciosa que urge afrontar. En contextos empobrecidos —como el nuestro, arraigado en décadas de bloqueo, pandemia y crisis— algunas de estas entidades actúan más pensando en la reacción del donante extranjero, que en las profundas convicciones que deberían guiar su misión. No siempre por malicia, sino a veces porque han permitido que se les colonice el pensamiento sin darse cuenta.

Ignorar el origen de la pobreza

La pobreza en Cuba no es un accidente técnico ni se reduce a la buena o mala voluntad gubernamental. Es resultado directo de la política hostil de EE. UU. —el bloqueo ha costado más de 5 000 millones USD solamente desde 2023, afectando medicinas, insumos médicos y alimentos esenciales. Quien no reconoce ese dato no comprende la raíz real del drama cubano; lo convierte en caridad superficial.

Admirar el American Way of Life sin cuestionarlo

Y ese fenómeno suele venir acompañado de otra actitud: idealizar lo que viene del norte como modelo moral y funcional, olvidando que en realidad miramos al país que nos asfixia. Recibir fondos estadounidenses de USAID o fundaciones vinculadas sin evaluar el contexto político equivale a celebrar gestos de un agresor sin levantar una ceja ante su hostilidad .

Colonización del pensamiento, sin disparar balas

Hay un momento, como observó Frantz Fanon sobre el “intelectual colonizado”, en que no se necesita soldado ni torre de vigilancia: basta con que adoptes la mentalidad del colonizador para que la colonización sobreviva . Se vuelve tan sutil que no lo percibes: repites narrativas ajenas, defines lo bueno y malo a partir de discursos importados, sin arraigo ni lógica propia. Y eso es peor que la intervención visible: es la colonización de mentes.

Actuar para complacer, no para servir

Muchas veces decimos lo que otros quieren escuchar para ganarnos reconocimiento o fondos. Y en esa dinámica, los proyectos se diseñan más pensando en parecer bien ante ojos externos que en responder a las necesidades reales del pueblo todo. De ese modo, las ONG o iglesias se convierten en ventanillas de recursos, pero pierden su identidad como agentes de cambio genuino.

Al alinear discursos externos, perdemos nuestras raíces

Si ajustamos nuestras voces a lo que aplaude el donante, dejamos de ser auténticos. El que opera así, aunque tenga buenos resultados en informes, ya no habla desde su comunidad, ya no es raíz, se convierte en intermediario. Se pierde el vínculo con lo local, y con él, la legitimidad moral.

Finalmente, cuando actuamos pensando más en la reacción del otro —sea nacional o foráneo— que en lo que creemos de verdad, podemos caer en la más sutil forma de guataquería: con aplausos pagados y la mente colonizada. Y eso no solo degrada proyectos: degrada al pueblo, a los feligreses y beneficiarios su capacidad de pensar por sí mismo, de resistir con dignidad.

La verdadera ayuda dignifica, no obedece. No es algo que viene de fuera sino algo que crece desde dentro, sin traicionarse, sin renunciar a su voz ni a su historia. Quien obra desde esa convicción, aunque reciba un centavo del extranjero, actúa con fuerza nacional, no con sumisión ajena.

¿Vivimos aún desde convicciones autóctonas o terminamos construyendo solamente aquello que el otro espera ver en nosotros?

miércoles, 11 de junio de 2025

El Guataca Nacional (I)

En Cuba, “guataca” no es solo una herramienta de labranza. También es una palabra que ha pasado al lenguaje popular para describir a una figura bien conocida: el adulador, el que alaba por interés, el que se acomoda al poder o a la influencia con tal de sacar provecho. La “guataquería” es una actitud reprobable que ha echado raíces en varios rincones de nuestra vida social, aunque afortunadamente no lo ha contaminado todo.

Es importante decirlo con claridad: no todos son guatacas, ni mucho menos. Cuba sigue siendo un país de gente honesta, con reservas éticas profundas en todos los sectores: en los barrios, en las escuelas, en los centros de trabajo, en los hospitales y también en las instituciones. Hay personas que mantienen la frente en alto, que viven con coherencia, que no venden su palabra ni su conciencia. Son mayoría silenciosa a veces, pero están ahí, sosteniendo el tejido moral del país.

Sin embargo, la guataquería existe. Y cuando se hace visible —en la política, en lo social o en lo cultural— daña la autenticidad, el mérito, la verdad. Se aplaude al dirigente por costumbre, al maestro por conveniencia, al médico por cálculo. Se le rinde culto al que tiene recursos, al que manda, al que “resuelve”. Y, con demasiada frecuencia, se mira con desdén lo propio y con fascinación lo foráneo.

Esa es otra forma peligrosa de guataquería: la que se inclina ante lo extranjero, especialmente ante lo que viene del Norte. Se adula al yanqui, al europeo, al que habla inglés, al que llega con dólares. Se sobredimensiona lo de afuera mientras se minimiza lo nuestro, como si la cubanía fuese sinónimo de atraso y lo foráneo, garantía de calidad.

José Martí, en Nuestra América, ya lo advertía. Decía que había que tener fe en el carácter propio, en las raíces propias, en el alma del continente. Él denunciaba con claridad a quienes despreciaban a su pueblo para adorar lo ajeno. Y lo hacía no por nacionalismo vacío, sino porque sabía que una nación que no se respeta a sí misma está condenada a la dependencia.

“Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas. Y calle el pedante vencido; que no hay patria en que pueda tener el hombre más orgullo que en nuestras dolorosas repúblicas americanas.” José Martí

La guataquería no es solo un problema de formas, es un problema de fondo. Deteriora el juicio crítico. Se premia al que aplaude sin pensar y se margina al que disiente con argumentos. Se le da espacio al que adula y se silencia al que propone. Así se empobrece el debate, se castiga la creatividad y se sabotea la transformación.

Por eso este fenómeno, aunque no sea dominante, debe ser cuestionado y superado. No desde el odio, sino desde la responsabilidad. No se trata de dejar de elogiar lo que merece elogio, sino de no hacer de la alabanza un instrumento de ascenso o de supervivencia.

La Cuba que construimos necesita personas con criterio, dignidad y menos simulación. Necesita voces que hablen desde el corazón, sin miedo a disentir ni necesidad de agradar. Necesita ciudadanos que valoren lo nuestro, que aprendan del mundo sin subordinarse a él.

La guataquería es una forma de sumisión. La crítica honesta, la valoración justa y el elogio merecido, en cambio, son formas de libertad.

El “Guataca Nacional” no es un simple modismo: es un espejo. Nos invita a revisar cuánto de nuestro comportamiento familiar, educativo, político o social está basado en la lisonja y no en el valor real. La guataquería impide la crítica sana, promueve la mediocridad y desdibuja la autenticidad.

Aceptar lo autóctono, valorar lo auténtico y construir con honestidad es— tal como lo proponía Martí— la tarea de un pueblo que quiere ser libre y digno. Por eso, luchar contra el guataca nacional es, en última instancia, cuidar la esencia del ser nacional.

JECM

lunes, 9 de junio de 2025

La hipocresía de los buenos: cuando la falsa compasión sirve al poder

Vivimos en una época en la que parecer virtuoso vale más que serlo. Se condena el sufrimiento de los pueblos con énfasis moralista, se llora por los pobres y se reza por los enfermos. Pero, a menudo, quienes hacen eso callan cuando deben hablar, miran hacia otro lado cuando el mal viene del poderoso, y condenan a quienes no tienen más opción que resistir desde el margen.

Ese doble rasero no es sólo una falta de coherencia: es complicidad. Una complicidad sutil, vestida de buenas intenciones. Es la hipocresía de los que dicen estar con las víctimas, pero nunca señalan a los verdaderos victimarios.

La Iglesia que calla cuando debe hablar

No son pocos los sectores dentro de la Iglesia que, en lugar de encarnar la profecía evangélica de Jesús —“decir la verdad, aunque duela, aunque cueste”— prefieren tomar partido del lado de los verdaderos opresores, el silencio cómodo, el sermón neutral, la falsa equidistancia.

Cuando se trata de denunciar a los que detentan el poder económico global, las estructuras que fabrican pobreza, o los imperios que destruyen pueblos enteros con guerras, sanciones y bloqueos, el discurso se vuelve vago, ambiguo, pastoralmente correcto. Pero si un pueblo se levanta, si un gobierno busca soberanía, si los pobres luchan con dignidad, entonces sí hay condena: se les tacha de populistas o corruptos.

Esto ya lo señalaba Jesús mismo en los Evangelios:

“¡Ay de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes mataron sus padres!”
(Lucas 11:47)

El exilio que odia más que recuerda

Una forma muy clara de esta hipocresía se manifiesta en ciertos sectores del exilio cubano, especialmente en los que han hecho de su emigración una bandera para legitimar la política de asfixia contra el pueblo que dejaron atrás.

Muchos de ellos denuncian —con razón— las carencias materiales, el deterioro social y la crisis económica que reina en Cuba. Pero lo hacen desde una ceguera selectiva, ignorando que buena parte de esa tragedia se debe a una guerra económica sostenida y cruel, impuesta por el gobierno de los Estados Unidos durante más de seis décadas.

Como escribió Frantz Fanon:

“No se puede colonizar sin fabricar miserables, y no se puede fabricar miserables sin justificar su miseria.”

La pobreza de Cuba se convierte entonces en prueba de que “el sistema no funciona”, mientras se omite deliberadamente el contexto: un bloqueo financiero, comercial y político único en el mundo, acompañado de medidas extraterritoriales ilegales, presiones diplomáticas y campañas mediáticas incesantes.

Quienes justifican esa política —incluso en nombre de la libertad o los derechos humanos— no son otra cosa que cómplices del victimario, disfrazados de críticos del sistema.

La moral invertida: condenar a las víctimas, absolver a los verdugos

Este patrón es global. En Palestina, se justifica el genocidio diciendo que se combate al terrorismo. En Venezuela, se pide más sanciones “para salvar al pueblo”. En Haití, se deja morir a la gente para evitar “inestabilidad regional”. En Cuba, se aprieta la soga económica y luego se culpa a la víctima por no poder respirar.

Esto tiene un nombre: inversión moral, donde se acusa a quienes resisten, y se disculpa a quienes agreden.

René Girard lo expresó así:

“Nada disimula mejor la violencia que una víctima.”

Hoy, los grandes victimarios se presentan como defensores del bien, mientras criminalizan a quienes apenas intentan sobrevivir. Y lo hacen con la complicidad de religiosos, periodistas, académicos, influencers o emigrados, que reproducen sin pensar el discurso del poder.


Una ética valiente y coherente

Decía Paulo Freire que:

“El silencio ante la injusticia es una forma de violencia.”

Hoy más que nunca, se necesita una ética valiente, que no tenga miedo de señalar a los verdaderos responsables, aunque eso implique incomodidad, conflicto o aislamiento.

La verdadera compasión no consiste en lamentarse por los pobres, sino en trabajar por cambiar las causas que los hacen pobres, aunque eso suponga enfrentarse a los imperios, las multinacionales, las élites o los propios prejuicios. Pero, se puede pedir peras al olmo, ONGs, iglesias, influenscer que dependen del financiamientos de quienes oprimen a su pueblo, pueden ser verdaderos defensores de los desamparados?

La fe sin justicia es idolatría. El exilio sin memoria crítica es amnesia selectiva. Y la compasión sin verdad es hipocresía funcional al poder.

martes, 27 de mayo de 2025

El Mito del Crecimiento Infinito: Reflexiones Críticas sobre la Mentalidad Capitalista


Vivimos en una era donde el crecimiento económico ilimitado es considerado no solo deseable, sino esencial. Sin embargo, esta idea choca con una realidad ineludible: habitamos un planeta con recursos finitos. La creencia en un crecimiento perpetuo dentro de un sistema cerrado no solo es irracional, sino peligrosa.

Capitalismo y la Ilusión del Crecimiento Perpetuo

El economista Kenneth Boulding afirmó: "Quien crea que un crecimiento exponencial puede continuar para siempre en un mundo finito es un loco o un economista". Esta crítica resuena con la lógica del capitalismo, que impulsa una expansión constante sin considerar los límites ecológicos y sociales.

El geógrafo David Harvey señala que "el capitalismo necesita constantemente expandirse y acumular capital, lo que inevitablemente conduce a la destrucción de la naturaleza y la explotación de los trabajadores". Esta expansión sin fin se asemeja al comportamiento de las células cancerosas, que crecen sin control hasta destruir el organismo que las alberga.

Marx y la Crítica Profética al Capitalismo

Karl Marx, en su análisis del capitalismo, utilizó metáforas teológicas para describir su naturaleza destructiva. Comparó al capitalismo con Moloch, el dios bíblico al que se sacrificaban niños, para ilustrar cómo el sistema sacrifica vidas humanas en aras del lucro. En una carta a Engels, tras la muerte de su hijo, Marx escribió: "Mi hijo ha muerto. Una víctima más de Moloch".

Marx también describió al capitalismo como una religión de la vida diaria, basada en el fetichismo de las mercancías, donde los productos del trabajo humano adquieren una existencia independiente y dominan a sus creadores. Esta crítica fue ampliada por Walter Benjamin, quien en su ensayo "El capitalismo como religión" argumentó que el capitalismo es una religión sin redención, donde la deuda y la culpa son perpetuas.

Propuestas actuales al Modelo Capitalista

Frente a esta realidad, diversos pensadores han propuesto alternativas al modelo capitalista. El concepto de decrecimiento, defendido por autores como Carlos Taibo, aboga por una reducción planificada de la producción y el consumo para lograr una sociedad más equitativa y sostenible. Taibo afirma: "Una observación tan sencilla como la que recuerda que si vivimos en un planeta con recursos limitados no parece que tenga mucho sentido aspirar a seguir creciendo ilimitadamente".

La activista Vandana Shiva propone la "democracia de la tierra", que promueve una relación armoniosa entre las comunidades humanas y la naturaleza, basada en la justicia social y la sostenibilidad ambiental. Shiva sostiene: "La democracia de la tierra pone la responsabilidad en el centro de nuestras relaciones, con los derechos fluyendo de la responsabilidad, en vez del dominante paradigma donde encontramos los derechos sin responsabilidad y las responsabilidades sin derechos".

Otra propuesta es la "economía del bien común", impulsada por el economista Christian Felber, que busca reorientar la actividad económica hacia el bienestar colectivo y el respeto por el medio ambiente. Felber explica: "La economía del bien común se basa en los mismos valores fundamentales que aseguran el éxito de nuestras relaciones: confianza, aprecio, cooperación, solidaridad y voluntad de compartir".

Desde mi punto de vista, solo sociedades liberadas del lastre del poder del capital pueden avanzar verdaderamente en caminos alternativos al capitalismo depredadori. Junto a la liberación de las estructuras opresoras del Capital y sus metamorfosis, como afirmaba Gramsci, solo una transformación cultural profunda podrá salvar a la humanidad. Las sociedades socialistas muchas veces se quedaron en la primera etapa; a algunas no las dejaron seguir avanzando. El miedo a la destrucción del status quo de las élites capitalistas no podía permitir una profundización de ese proceso, más allá de los propios desaciertos, confusiones y errores cometidos por las ideas socialistas.

Sin duda, considero que las propuestas anteriormente mencionadas son válidas e incluso aportan una mirada que muchas veces las sociedades que intentan hacer cambios desde lo político no tienen en cuenta. De ahí que todas esas propuestas deben ser asumidas por el pensamiento revolucionario y profético en nuestro mundo de hoy.

JECM


Bibliografía Recomendada

  • Carlos Taibo. Decrecimiento: una propuesta razonada. Alianza Editorial, 2021.

  • Vandana Shiva. Manifiesto para una democracia de la tierra. Ediciones Paidós Ibérica, 2006.

  • Christian Felber. La economía del bien común. Deusto, 2010.

  • Karl Marx. El Capital. Fondo de Cultura Económica, 2011.

  • Walter Benjamin. El capitalismo como religión. Ediciones Siruela, 2011.

  • Antonio Gramsci. Cuadernos de la cárcel. Ediciones Era, 2000.


i Capitalismo depredador? es que puede existir un capitalismo que no lo sea? Son preguntas para el debate, que yo mismo me hago. Se debe diferenciar a Capitalista de Empresario, tal y como lo conocemos hoy ambos se funden y confunden, pero no necesariamente deben ser la misma cosa. Y eso también es un tema para el debate.

martes, 6 de mayo de 2025

Libertad religiosa en Cuba: Entre el bloqueo, la equidad estatal y las narrativas políticas

 

La acusación de que Cuba carece de libertad religiosa ha sido históricamente un argumento empleado por sectores políticos dentro y fuera de la isla para justificar el bloqueo económico de Estados Unidos y otras medidas coercitivas. Sin embargo, un análisis riguroso revela que detrás de estas denuncias suele esconderse un interés geopolítico, más que una preocupación genuina por los derechos espirituales de los cubanos. Paralelamente, el Estado cubano, al priorizar la equidad entre todas las expresiones religiosas —especialmente las populares—, enfrenta críticas por supuestamente limitar la influencia de las religiones institucionalizadas. Este fenómeno plantea un debate complejo: ¿Cómo se entrelazan las agendas externas con las políticas internas en materia religiosa?


Las acusaciones como herramienta geopolítica

Desde la Guerra Fría, Estados Unidos ha utilizado la narrativa de la "opresión religiosa" en Cuba como parte de su estrategia para deslegitimar al gobierno socialista. Informes como los anuales del Departamento de Estado norteamericano sobre libertad religiosa, así como declaraciones de congresistas, suelen vincular las sanciones económicas a la "protección de los derechos humanos", incluyendo los religiosos. Sin embargo, esta postura ignora dos realidades clave:

  1. El impacto del bloqueo en las comunidades religiosas: Las sanciones, al estrangular la economía cubana, afectan directamente a iglesias, templos y creyentes, limitando su acceso a recursos materiales, financieros e incluso litúrgicos (por ejemplo, la importación de biblias o artículos rituales). Organizaciones como el Consejo de Iglesias de Cuba han denunciado reiteradamente que el bloqueo dificulta su labor social y pastoral.

  2. La instrumentalización selectiva de la libertad religiosa: Mientras se acusa a Cuba de represión, se omite deliberadamente el contexto de su laicidad constitucional y su diversidad espiritual. Países aliados de EE.UU. en la región, como Honduras o Guatemala, donde líderes religiosos son asesinados o perseguidos con impunidad, rara vez reciben el mismo escrutinio. Esto sugiere que la "preocupación" por la libertad religiosa en Cuba está subordinada a intereses políticos, no a principios éticos.


La laicidad cubana: ¿Equidad o restricción?


La Constitución cubana garantiza la libertad religiosa y establece un Estado laico, lo que implica neutralidad ante todas las creencias. Sin embargo, este modelo busca corregir desigualdades históricas: antes de 1959, la Iglesia Católica y algunos grupos protestantes tenían privilegios sociales y económicos, mientras las religiones populares —vinculadas a comunidades afrodescendientes— eran marginadas.

Hoy, el Estado prioriza tres principios:

  • No financiamiento estatal a religiones: A diferencia de países como España o Italia, donde el Estado subsidia a ciertas iglesias, en Cuba todas las instituciones religiosas se autogestionan.

  • Regulación de actividades públicas: Para evitar que un grupo domine espacios comunes (escuelas, medios), se exige que las actividades religiosas en lugares públicos cuenten con autorización.

  • Protección de la religiosidad popular: Prácticas como la santería, integradas a la identidad nacional, reciben reconocimiento cultural, aunque no estén formalmente institucionalizadas.

El dilema de las religiones institucionalizadas

Para iglesias históricas (como la Católica o algunas evangélicas), estas reglas pueden percibirse como limitaciones. Por ejemplo:

  • Restricciones para acceder a medios masivos o impartir educación religiosa en escuelas públicas.

  • Dificultades para importar materiales o recibir fondos del exterior debido al Bloqueo y a regulaciones estatales contra la injerencia extranjera.

No obstante, estas medidas no son exclusivas de Cuba. En Francia, otro Estado laico, se prohíben símbolos religiosos en escuelas públicas, y en India, se regula estrictamente el financiamiento externo a organizaciones religiosas. La diferencia radica en que, en Cuba, el contexto del Bloqueo agrava las limitaciones materiales, y la politización internacional del tema distorsiona el debate.


El doble rasero de las críticas

Mientras el gobierno estadounidense acusa a Cuba de "reprimir" la libertad religiosa, sus propias políticas contradicen ese discurso:

  • En 2021, el Departamento de Estado eliminó a Cuba de su lista de "países preocupantes" en materia religiosa, un gesto ambiguo que no se tradujo en alivio de sanciones.

  • Grupos evangélicos cubanoamericanos en Florida, con gran influencia política, promueven sanciones contra la isla mientras defienden posturas ultraconservadoras en EE.UU., como la prohibición del aborto o la discriminación LGBTQ+, bajo argumentos religiosos.

Este doble estándar evidencia que, para algunos actores, la "libertad religiosa" en Cuba no es un fin en sí mismo, sino un instrumento para desestabilizar al gobierno.


Hacia un enfoque descolonizador de la libertad religiosa

El caso cubano invita a reflexionar sobre cómo se define la libertad religiosa en contextos no occidentales:

  1. La hegemonía de lo institucional: En Occidente, suele equipararse "libertad religiosa" con derechos de iglesias organizadas (como construir templos o hacer proselitismo). En Cuba, sin embargo, la espiritualidad popular —menos estructurada pero masiva— desafía esta visión eurocéntrica.

  2. La soberanía frente a injerencias: El Estado cubano insiste en que las religiones no sean vehículos de agendas foráneas, una postura comprensible dado el historial de EE.UU. de usar grupos religiosos para infiltrar países (como en Nicaragua en los años 80).


Conclusión: Romper el círculo vicioso

La verdadera libertad religiosa en Cuba solo será posible si:

  • Se levanta el Bloqueo, permitiendo que las comunidades espirituales accedan a recursos sin obstáculos.

  • Se reconoce que la laicidad no es sinónimo de represión, sino un marco para proteger la diversidad.

  • Se abandonan las narrativas politizadas que usan la religión como arma de guerra fría.


Mientras tanto, el desafío para Cuba es seguir avanzando en el reconocimiento de todas las expresiones religiosas —institucionales y populares— sin ceder a presiones externas. Como bien resume un santero de La Habana: 
"Aquí nadie nos prohíbe creer, pero el Bloqueo sí nos impone creer con más penas que glorias".

JECM

martes, 22 de abril de 2025

Adiós a Francisco: compasión, justicia y compromiso con Cuba

H oy despertamos con el corazón oprimido al conocer la partida de Francisco, el Papa que nos invitó a soñar con una Iglesia más humilde, cercana y maternal. Nos reconocemos afligidos, pero también profundamente agradecidos: por su valentía al enfrentarse a estructuras enquistadas y su osadía al denunciar la desigualdad, abrazando a los excluidos como hermanos y hermanas de nuestra familia humana.

Recordamos cómo, siendo arzobispo en Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio caminó sin titubeos por calles marcadas por el miedo de la dictadura militar; vio en cada rostro el dolor de su pueblo y comprendió que “la misericordia no puede ser un paréntesis en la vida de la Iglesia, sino que constituye su misma existencia”. Esa fe ligada a la justicia nos enseñó que servir a Dios exige servir a cada persona en sus sufrimientos y aspiraciones más urgentes.

Al ser elegido sucesor de Pedro, encontró una Iglesia sacudida por escándalos de corrupción y abusos, con sectores ultraconservadores aferrados a esquemas caducos y una feligresía cansada de promesas vacías. Sin miedo al rechazo, rompió moldes: rechazó el suntuoso apartamento papal, prefirió volar con todos en clase común y transformó el lenguaje del Vaticano. Nos recordó que “la Iglesia no es una aduana, quiere las puertas abiertas porque el corazón de Dios no está traspasado por el amor que se hizo dolor”.

Aunque tuvo detractores —quienes lo acusaron de “tibio” o de excesivamente progresista, o aquellos que pensaban que se apartaba demasiado de la tradición—, reconocemos que, como todo ser humano, tuvo aciertos y desaciertos. A veces su estilo informal desconcertó a quienes valoran el protocolo; otras, su cercanía generó mensajes ambiguos. Pero siempre supimos que su brújula apuntaba hacia la compasión, porque “si una persona es gay y busca al Señor, ¿quién soy yo para juzgarla?”.

Elevó su voz sin ambigüedades contra la violencia y la injusticia, incluso en los escenarios más silenciados: “Pienso en Gaza, en los niños ametrallados”, dijo con dolor, condenando “la crueldad” de los bombardeos israelíes. Su defensa de la vida nunca tuvo fronteras ni banderas.

Francisco también abrió un camino de respeto y entendimiento entre credos. Su insistencia fue clara: “Las distintas religiones deben conocerse, dialogar entre sí y crecer en cooperación por el bien de todos.” Con humildad y firmeza, sembró semillas de paz interreligiosa en un mundo dividido por el fanatismo.

En este momento de tristeza e incertidumbre, elevamos nuestras plegarias por el futuro de la Iglesia: pedimos que el Dios de la promesa inspire al próximo Pontífice a continuar este camino de transformación, sin perder la riqueza de nuestra tradición, pero abriéndose con valentía al pulso de un mundo que clama por equidad, fraternidad y cuidado de la casa común. Rogamos que la mano de Dios sostenga a los más humildes y desamparados, y que ilumine a los pastores para que recuerden siempre que “una sociedad merece la calificación de ‘civilizada’ si desarrolla anticuerpos contra la cultura del descarte”, y que “a la cultura del descarte hay que oponer la cultura de la ternura”.

Con gratitud infinita, nos unimos al lamento global y nos comprometemos, como él lo hizo, a construir puentes donde otros erigen muros. Que su memoria nos impulse a aligerar nuestras cargas, perdonar sin medida y alimentar la esperanza. Que, en su ejemplo, aprendamos a ser Iglesia viva: audaz, renovada y profundamente humana, porque “la misericordia es el corazón mismo de Dios”.


Un compromiso con el pueblo cubano

Como reflexión final, queremos honrar el firme rechazo de Francisco a las políticas de bloqueo y
aislamiento que, por décadas, provocaron graves daños humanos y restricciones económicas en Cuba.

Recordamos sus palabras en La Habana: “El bloqueo que provoca daños humanos y privaciones a la familia cubana es cruel, inmoral e ilegal. Debe cesar”. Bajo su guía, el Vaticano sostuvo una oposición constante a estas medidas, subrayando que quienes más sufren son los ciudadanos de a pie: “Francisco se opone con tanta vehemencia al embargo como sus predecesores”.

Durante su visita apostólica en 2015, expresó la esperanza de que las negociaciones condujeran al fin de un bloqueo de más de cincuenta años, señalando que “el capítulo del embargo está en negociación y debe resolverse de modo que promueva la paz y la fraternidad”.

Su diplomacia vaticana, actuando como mediadora entre La Habana y Washington, nos enseñó que el diálogo y la reconciliación, más que el aislamiento, pueden abrir caminos de prosperidad y justicia social. Agradecemos profundamente este gesto noble y cristiano, que reflejó su compromiso con los más pobres y su convicción de que la solidaridad no conoce fronteras.

Al instar al mundo a abrazar la “cultura de la ternura” por encima de la exclusión, Francisco incluyó a Cuba en su llamado universal de compasión, recordándonos que ninguna nación debe quedar aislada por intereses geopolíticos. Su voz inspiró a muchos cubanos de fe a respaldar su mensaje en favor del fin de cualquier agresión y sanción unilateral.

Su prédica profética, al anteponer la vida y la dignidad humana a toda forma de sanción, nos compromete a continuar su labor de construir puentes y no muros, siguiendo el ejemplo de Jesús, Buen Pastor que abraza a todos sin excepción.

Por todo ello, elevamos un agradecimiento sincero y renovado por su gesto hacia Cuba, confiando en que este testimonio inspire también a las próximas generaciones de creyentes y líderes a priorizar el bien común y la justicia social.

Texto: JECM

Juntos X Cuba, Europa

Asoc. La Estrella de Cuba, Alemania

Colectivo Entre Amigos, Francia

Proyecto Cultural Mediterraneocaribe, Italia

Tocororo Cubano, Suecia

viernes, 18 de abril de 2025

La guerra comercial de Trump: «Los aranceles destruyen el medio de vida de miles de minoristas online de EEUU»

 

(Articulo traducido del Handelsblatt)

Como Estados Unidos quiere imponer pronto un arancel de 200 dólares a cada envío de mercancías procedentes de China, no sólo está en juego el modelo de negocio de Temu y Shein. Los minoristas estadounidenses también están sufriendo presiones.

En su lucha contra la importación de productos chinos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tampoco conoce la piedad cuando se trata del comercio electrónico. A partir de mayo, no solo se suprimirá la norma según la cual las importaciones por valor de hasta 800 dólares están libres de impuestos. Al mismo tiempo, cada envío de mercancías por correo desde China a EE.UU. estará sujeto a un arancel de al menos 100 dólares. Incluso si el contenido sólo vale unos pocos dólares.

Según el decreto presidencial correspondiente, la siguiente fase entrará en vigor a partir de junio: por cada envío de mercancías procedentes de China, el arancel se elevará al menos a 200 dólares o al 120% para valores superiores. Esto va dirigido a empresas como Temu y Shein, que han crecido con este tipo de entregas directas, y pretende destruir su modelo de negocio.

Sin embargo, las consecuencias van mucho más allá de estas plataformas chinas. Según cálculos de la empresa de estudios de mercado Marketplace Pulse, la proporción de minoristas chinos en el Marketplace de Amazon supera ya el 50%. Y más del 70% de los minoristas en línea estadounidenses se abastecen total o parcialmente en China, según una reciente encuesta realizada por la agencia Jungle Scout entre más de 1.000 minoristas del mercado.

Esto no sólo perjudica a Amazon, que compra muchos de los productos para sus propias marcas en China. «Los aranceles están destruyendo miles de medios de vida de pequeños minoristas online estadounidenses», observa el experto en mercados Mark Steier. La política de Trump amenaza la esencia misma del comercio electrónico en Estados Unidos".

Por supuesto, el aumento de los aranceles afectará principal y directamente a Temu y Shein. Si las entregas directas de los fabricantes chinos están sujetas a aranceles elevados a partir de mayo, tendrán que volver a agrupar las entregas, por ejemplo, para mitigar los efectos. Es probable que esto incremente masivamente sus costes.

Los minoristas chinos se adaptan a las nuevas normas a la «velocidad de Shenzhen»

Esto también se aplica a los pequeños minoristas chinos que venden en Amazon o eBay. «Los minoristas y sus proveedores de servicios están estudiando estrategias para hacer frente a los aranceles, en particular aprovechando posibles lagunas jurídicas», afirma Jörg Brettschneider.

Según el abogado, especializado en representar a minoristas chinos en línea en países occidentales, los minoristas están acostumbrados a reaccionar ante las nuevas condiciones del mercado y los cambios en la normativa o la aplicación de la ley. Y a la «velocidad de Shenzhen», como añade con un guiño.

Esto también ocurre a veces más allá de las fronteras legales. Por ejemplo, a menudo se cita Vietnam como país de origen de los productos, aunque en realidad se hayan producido en China. También se declara un valor inferior de las mercancías a efectos aduaneros. «Esto está muy extendido en el comercio electrónico, y no sólo entre los minoristas chinos», afirma la experta Steier, que mantiene el mayor grupo de Facebook para minoristas de marketplace, con más de 25.000 comerciantes.

La experta en mercados Ina Steiner, que dirige el prestigioso blog estadounidense sobre comercio minorista ECommercebytes, también describe prácticas ilegales. Los proveedores chinos ya se han ofrecido a ayudar a los minoristas estadounidenses a hacer declaraciones falsas para evitar el pago de derechos de aduana.

Temu, Shein y Amazon advierten de la subida de precios en el comercio electrónico

Los aranceles tendrán sin duda un impacto tangible en los consumidores estadounidenses. Shein ya ha notificado a sus clientes que los precios aumentarán el 25 de abril. «Los cambios en las normas del comercio mundial y los aranceles han aumentado nuestros costes operativos», explica el minorista. Temu también está preparando a sus clientes para las subidas de precios con una redacción casi idéntica.

Sin embargo, esto no sólo afecta a los minoristas chinos, sino también a todo el sector del comercio electrónico en Estados Unidos. El jefe de Amazon, Andy Jassy, ya ha advertido de que los precios en el mercado podrían subir. Muchos pequeños minoristas no tienen «un margen extra del 50% con el que jugar». Probablemente repercutirían los costes adicionales en los consumidores.

Eso, si es que consiguen algún suministro. En respuesta a los exorbitantes aranceles, la Oficina de Correos de Hong Kong ya ha anunciado que detendrá todos los envíos de mercancías a EE UU. El transporte de mercancías por barco se suspenderá de inmediato, y el aéreo, a partir del 27 de abril. No obstante, los minoristas podrán seguir utilizando otros proveedores de servicios de envío.

El sector minorista estadounidense depende en gran medida de las mercancías procedentes de China. Por ejemplo, EE.UU. importa cada año de China ropa por valor de casi 35.000 millones de dólares y juguetes y material deportivo por valor de casi 27.000 millones de dólares.

Las consecuencias de la política arancelaria ya son objeto de acalorados debates en los foros de vendedores de Amazon y eBay. «Estos aranceles nos afectarán a todos directa o indirectamente», escribe un vendedor estadounidense de Ebay. «Tengo curiosidad por ver si los vendedores tienen un plan para contraatacar». Otros se preguntan si los controles automatizados de precios de Amazon les penalizarán en términos de visibilidad si se ven obligados a aumentar significativamente sus precios.

La plataforma Etsy ya ha ofrecido a los vendedores estadounidenses ayuda si los clientes no están dispuestos a pagar recargos por tarifas más altas. Según una encuesta de la asociación Small Business Majority, al 53% de las pequeñas empresas estadounidenses les preocupa que los aranceles tengan un impacto negativo en su negocio.

Las acciones de Amazon han perdido alrededor de un 12% desde el «Día de la Liberación»

Incluso Amazon está teniendo problemas con los aranceles. La empresa lanzó recientemente el servicio de comercio electrónico «Amazon Haul», que también aprovecha las ventajas de las importaciones directas de China y ofrece productos por valor inferior a 20 dólares. Ahora no está claro si esto tendrá continuidad.

Sin embargo, también es probable que caigan significativamente las comisiones que Amazon obtiene de las ventas a través de Marketplace y los beneficios de su propio negocio minorista. Desde el llamado «Día de la Liberación», en el que Trump anunció por primera vez aranceles punitivos, las acciones de Amazon ya han caído alrededor de un doce por ciento. John Blackledge, analista de TD Cowen, ha reducido sus estimaciones de facturación y beneficios para los próximos años entre un tres y un cuatro por ciento, citando como motivo los elevados aranceles.

En este entorno, el experto en mercados Brettschneider no espera que los minoristas chinos en línea abandonen ahora el mercado estadounidense. Muchos minoristas con los que ha hablado le han dicho: «¿Por qué rendirse ahora y dejar el terreno a los competidores?». Además, la experiencia ha demostrado que el marco aduanero podría cambiar muy rápidamente.

lunes, 7 de abril de 2025

Boecio: Filosofía, Fe y la Consolación de la Sabiduría

Prólogo

Salvando la distancia temporal y cultural que separa el presente de la época en que vivió Boecio, sin dudas, su obra y llamado tienen todavía hoy especial vigencia. En tiempos de incertidumbre, crisis moral y pérdida de sentido, La Consolación de la Filosofía resuena como una voz serena y profunda que nos invita a mirar más allá de la fortuna cambiante, del poder efímero y del dolor injusto.

Boecio, escribiendo desde la prisión, despojado de honores y al borde de la muerte, no se refugia en el resentimiento, sino que encuentra consuelo en la sabiduría. Su diálogo con la Filosofía no es solo un testimonio de fortaleza interior, sino una invitación a reencontrarnos con lo esencial: la verdad, la virtud y la libertad del espíritu.

Hoy, más de mil quinientos años después, su pensamiento nos interpela con una claridad sorprendente: ¿Dónde reside la verdadera felicidad? ¿Cómo enfrentar la adversidad sin perder la dignidad? ¿Qué sentido tiene el mal, y qué lugar ocupa la justicia en un mundo tantas veces injusto?

Este artículo es un modesto intento de redescubrir a Boecio y su legado, no como una reliquia del pasado, sino como una fuente viva de inspiración para nuestro presente.


Boecio y su contexto histórico

Anicio Manlio Torcuato Severino Boecio, conocido simplemente como Boecio, nació en el año 480 d.C. en una familia aristocrática romana. Fue filósofo, político, teólogo y traductor, formado en la más pura tradición clásica, conocedor profundo del griego y de las obras de Platón y Aristóteles.

Vivió en una época de transición: el Imperio romano de Occidente ya había caído, y el reino ostrogodo dominaba Italia. Boecio sirvió como alto funcionario del rey Teodorico el Grande, pero fue acusado de conspirar y encarcelado. En prisión, escribió su obra más influyente: La Consolación de la Filosofía, poco antes de ser ejecutado en el año 525.


La Consolación de la Filosofía: Sabiduría desde el encierro

La Consolación de la Filosofía es una obra que mezcla prosa y verso, en forma de diálogo entre Boecio y una figura alegórica: la Filosofía. No hay en el texto una sola referencia explícita al cristianismo, pese a la formación cristiana del autor. Boecio recurre aquí a las enseñanzas de los antiguos, especialmente al estoicismo, el platonismo y el aristotelismo.

El diálogo comienza con Boecio sumido en la tristeza, preguntándose por qué ha sido abandonado por la fortuna. La Filosofía acude a consolarlo y le explica que la fortuna es voluble, que sus bienes son prestados y que solo el bien interior, el que no depende de lo externo, es verdadero.

"Oh insensato mortal, ¿acaso ignoras que la Fortuna es ciega y voluble? Aquello que te dio, te lo puede quitar sin previo aviso. ¿Por qué entonces lamentas lo que nunca fue verdaderamente tuyo?"


Felicidad y virtud: lo que no se puede perder

Uno de los ejes del pensamiento de Boecio es que la felicidad no se encuentra en los bienes materiales ni en el poder, sino en la virtud y la sabiduría. La verdadera felicidad, enseña la Filosofía, es aquella que nadie puede arrebatar, porque reside en el alma:

"Si buscas la felicidad en las cosas externas, serás esclavo de su pérdida. Pero si la buscas en ti mismo, entonces serás verdaderamente libre."

Boecio retoma aquí la tradición estoica y platónica, en la que el sabio es quien domina sus pasiones, se conoce a sí mismo y vive conforme a la razón.


El mal, la justicia divina y la providencia

Boecio no podía evitar preguntarse por qué el mal triunfa y el justo sufre. La Filosofía le responde que el mal, en realidad, carece de ser verdadero; es una privación, una falta de bien. Y aunque a los ojos humanos el mundo parezca injusto, todo ocurre según una providencia que lo trasciende.

"El mal no tiene poder real; solo parece fuerte porque los hombres ignoran su verdadera naturaleza. Todo lo que sucede, incluso lo que parece injusto, está ordenado por la providencia divina para un fin superior."

Este consuelo no es resignación pasiva, sino comprensión filosófica. Para Boecio, el sufrimiento injusto no invalida la existencia de un orden divino, sino que la pone a prueba ante la mirada limitada del hombre.


Libertad y destino: ¿somos dueños de nuestras decisiones?

Uno de los problemas más profundos que Boecio aborda es el de la compatibilidad entre la libertad humana y la presciencia divina. Si Dios lo sabe todo, ¿somos verdaderamente libres?

Boecio distingue entre el conocimiento eterno de Dios —que ve todos los tiempos como presente— y la libertad humana que actúa dentro del tiempo:

"Dios ve todos los actos libres como si fueran presentes, sin por ello determinar su realización. Su conocimiento no impone necesidad, como tampoco tu mirada impone movimiento a lo que ves."

Este esfuerzo por armonizar libertad y providencia anticipa muchas de las discusiones escolásticas posteriores.


Un legado más allá del tiempo

El impacto de Boecio en la Edad Media fue enorme. La Consolación de la Filosofía se convirtió en lectura obligatoria en las escuelas y monasterios, inspiró a autores como Dante y Tomás de Aquino, y fue considerada una obra de sabiduría atemporal, equiparable a los textos clásicos de Platón o Séneca.

Además de esta obra, Boecio escribió tratados teológicos como De Trinitate o De hebdomadibus, donde busca unir el pensamiento filosófico con la fe cristiana. Fue uno de los primeros en intentar sistematizar el conocimiento mediante la lógica aristotélica, anticipando la escolástica medieval.



Epílogo: Interrogar a Boecio desde el presente

En medio de un mundo que valora la inmediatez, el éxito superficial y el ruido constante, la voz de Boecio nos devuelve a lo esencial: la reflexión, la virtud y el sentido profundo de las cosas. Su vida y obra nos enseñan que incluso en las circunstancias más adversas, el ser humano puede encontrar libertad interior y consuelo en la sabiduría.

La consolación de la filosofía no es solo un libro del pasado, sino un diálogo vigente con el presente. Boecio nos llama a mirar hacia adentro, a desconfiar de los ídolos de la fortuna y a encontrar en la razón y en la virtud el camino hacia una vida verdaderamente libre.

La profundidad de La Consolación de la Filosofía no impide que su pensamiento sea sometido a preguntas críticas. De hecho, el verdadero homenaje a un pensador no es repetirlo, sino dialogar con él, incluso en desacuerdo. Algunas cuestiones que hoy nos interpelan podrían formularse así:
  • ¿No implica su visión del mal como “privación de bien” una minimización del sufrimiento humano real? ¿Puede una madre que ha perdido a su hijo en la guerra, o un hombre condenado injustamente, hallar consuelo en saber que el mal “no tiene existencia real”?

  • Cuando Boecio afirma que todo sucede bajo un plan de la Providencia divina, ¿no está invitando a la resignación ante la injusticia? ¿No puede leerse su mensaje como una aceptación pasiva del orden establecido, justificando así cualquier poder o violencia como parte de un diseño mayor?

  • ¿Cómo se articula su confianza en la razón con el hecho de que la razón misma, en su tiempo, no logró salvarlo de la prisión ni de la ejecución? ¿No hay aquí una tensión entre lo que la filosofía promete y lo que puede realmente ofrecer ante el poder y la violencia?

  • Si la libertad humana se mantiene intacta dentro del conocimiento eterno de Dios, ¿no es eso solo una formulación elegante de una paradoja irresoluble? ¿Puede realmente un ser omnisciente no condicionar, aunque sea de modo indirecto, nuestras decisiones?

  • ¿Por qué Boecio, siendo cristiano, deja fuera explícitamente toda referencia a Cristo, la Iglesia o la salvación religiosa en su obra más famosa? ¿Fue una elección filosófica, o una estrategia para alcanzar a públicos más amplios, incluidos paganos y neoplatónicos?

Estas preguntas no invalidan el valor de su pensamiento. Al contrario, lo actualizan. Boecio, como todo gran autor, resiste el paso del tiempo no porque tenga todas las respuestas, sino porque plantea preguntas que siguen vivas, y deja abiertas otras tantas. Que su diálogo con la Filosofía continúe, ahora, en diálogo con nosotros.


JECM con ayuda de IA

viernes, 14 de febrero de 2025

Día de San Valentín: Historia, evolución y celebración global del amor en todas sus formas

Origen histórico y leyenda

La figura central es San Valentín, un sacerdote cristiano del siglo III en Roma. Desafiando al emperador Claudio II —quien prohibió los matrimonios para reclutar más soldados—, Valentín los celebraba en secreto. Arrestado, realizó un milagro al devolver la vista a Julia, hija de su carcelero, convirtiendo a su familia al cristianismo. Antes de su ejecución el 14 de febrero del 270, le envió una carta firmada "De tu Valentín", frase que perdura hoy. Enterrado en Roma, el papa Gelasio I estableció en el 496 esta fecha como su festividad.

Su historia se mezcla con tradiciones paganas como Lupercalia (15 de febrero), un festival romano de fertilidad con sorteos de parejas, y Juno Februata, rituales de emparejamiento. La Iglesia intentó cristianizar estas prácticas, pero con el tiempo prevaleció el intercambio de mensajes amorosos.

De la tradición romántica a la celebración inclusiva

Aunque inicialmente vinculado al amor de pareja, en muchos países el 14 de febrero se ha transformado en el Día del Amor y la Amistad, incluyendo relaciones familiares, amistades y vínculos no románticos:

Amistad como eje:

En México, Cuba, Colombia y Ecuador, se regalan detalles entre amigos o se organizan reuniones.

En Finlandia y Estonia (Ystävänpäivä), se prioriza el compañerismo sobre el romance.

Movimientos como el Galentine's Day (EE.UU., 13 de febrero) celebran la sororidad entre mujeres.

Familia y comunidad:

En Cuba, Argentina y Chile, se expresa afecto a padres, hermanos o hijos con regalos simbólicos.

En Filipinas e India, se integran gestos hacia parientes e incluso compañeros de trabajo.

Crítica al romanticismo exclusivo:

La ampliación responde a la presión social por tener pareja, ofreciendo alternativas para quienes priorizan otros afectos.

Tradiciones globales y símbolos


Tarjetas: Inspiradas en notas que niños enviaban a Valentín en prisión y en los sorteos romanos.

Almendro: Plantado por Julia en su tumba, símbolo de amor duradero.

Flores y dulces: Chocolates en forma de corazón (EE.UU.), panecillos con frutas (Inglaterra) o gaekkebrev (rimas anónimas en Dinamarca).

Rituales curiosos: En Italia, solteras esperan al primer hombre visto al amanecer como presagio de matrimonio.

Reflexión: ¿Amor o consumismo?

En 1969, la Iglesia eliminó a San Valentín del calendario litúrgico por sus raíces paganas, pero el consumismo del siglo XX revitalizó la fecha. Hoy, aunque persisten críticas por su comercialización, la evolución hacia el Día del Amor y la Amistad refleja valores contemporáneos:

Diversidad afectiva: Celebración de todas las formas de amor que nos sostienen.

Inclusión: Nadie queda excluido, ya sea por elección o circunstancia.

Humanización: Menos presión romántica, más espacio para gratitud y conexiones auténticas.


¿Es necesaria una fecha comercial para expresar afecto? La respuesta varía, pero lo esencial es recordar que el cariño —en pareja, familia, amistades o hacia uno mismo— merece ser celebrado todos los días. El 14 de febrero, más que un mandato, puede ser un recordatorio de eso. 💞🌍

JECM / IA

jueves, 13 de febrero de 2025

G.K. Chesterton: Pensamiento Filosófico, crítica al Liberalismo y defensa de la Tradición Cristiana

Introducción Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) fue un prolífico escritor, filósofo, periodista y crítico social británico cuya obra ha dejado una huella indeleble en la historia del pensamiento contemporáneo. Su vasta producción incluye ensayos, novelas, biografías y obras apologéticas que reflejan una profunda preocupación por la dirección que tomaba la sociedad occidental en su tiempo. En sus escritos, Chesterton realizó una severa crítica al liberalismo capitalista y denunció el abandono de los valores y tradiciones cristianas, presentando una alternativa filosófica basada en la dignidad humana y el distributismo. Este ensayo explora su legado intelectual, con énfasis en sus contribuciones filosóficas y críticas sociales.

1. Chesterton como Filósofo: Una Defensa de la Razón y la Fe Aunque no se lo considera un filósofo en el sentido académico, Chesterton abordó cuestiones fundamentales del pensamiento filosófico en sus obras. Uno de sus mayores aportes fue su defensa de la razón y la lógica dentro de un marco cristiano. En Ortodoxia (1908), expuso su visión de la fe como una estructura racional que responde mejor a la condición humana que el materialismo o el escepticismo cientificista. Chesterton argumentó que la modernidad había reducido la razón a una herramienta puramente mecanicista, vaciándola de su dimensión metafísica y moral.

En El hombre eterno (1925), contrastó la visión cristiana del hombre con las explicaciones materialistas, destacando la singularidad de la civilización cristiana en la historia de la humanidad. Para Chesterton, la historia de la humanidad es, en esencia, la historia de su búsqueda de Dios, y el cristianismo proporciona la respuesta más coherente a esa búsqueda.

2. Crítica al Liberalismo Capitalista y Defensa del Distributismo Chesterton fue un feroz crítico del liberalismo capitalista, al que veía como un sistema que concentraba la riqueza y el poder en manos de unos pocos, despojando a las personas comunes de su independencia económica y moral. En Lo que está mal en el mundo (1910), denunció los efectos destructivos del capitalismo y el socialismo estatal sobre la autonomía de la familia y la comunidad. Junto con Hilaire Belloc, Chesterton propuso el distributismo, una teoría económica basada en la propiedad amplia de los medios de producción, que contrastaba con el monopolio capitalista y el colectivismo socialista.

Chesterton sostenía que el capitalismo no promovía la verdadera libertad, sino que esclavizaba a las personas al trabajo asalariado y a la dependencia del gran capital. La solución, según él, no era la abolición de la propiedad privada, sino su distribución equitativa para garantizar la independencia económica de cada familia. Su enfoque distributista sigue siendo relevante en debates sobre economía alternativa y justicia social.

3. La Defensa de la Tradición y los Valores Cristianos Uno de los temas recurrentes en la obra de Chesterton es su defensa de la tradición cristiana frente a los embates del secularismo moderno. En Herejes (1905), criticó a los intelectuales de su época por abandonar la sabiduría acumulada de la civilización cristiana en favor de ideologías de moda. Para Chesterton, la modernidad había perdido el sentido de lo sagrado y había caído en un relativismo moral peligroso.

En sus ensayos y escritos periodísticos, Chesterton defendió la institución de la familia, el matrimonio tradicional y la importancia de la religión en la vida cotidiana. Para él, el cristianismo no solo era una doctrina teológica, sino un código de vida que daba sentido a la existencia humana y protegía la dignidad del individuo frente a los abusos del Estado y el mercado.

4. Reflexiones sobre la Democracia y los Regímenes Autoritarios Chesterton también se pronunció sobre la democracia y los regímenes autoritarios. Creía en una democracia auténtica basada en la participación real del pueblo y en la descentralización del poder. Para él, la democracia moderna a menudo se convertía en una farsa manipulada por élites económicas y políticas. En El perfil de la cordura (1926), sostuvo que una sociedad verdaderamente democrática debía estar fundamentada en valores éticos y en la autonomía de las familias y comunidades.

En cuanto a los regímenes autoritarios y despóticos, Chesterton los consideraba una consecuencia de la degradación de la democracia y la corrupción del liberalismo. Veía en el totalitarismo una manifestación de la negación de la libertad humana y una imposición de ideologías que despojaban al individuo de su dignidad. En sus escritos, advirtió contra los peligros de los gobiernos que se arrogaban el poder absoluto en nombre del progreso o de la eficiencia.

Conclusión G.K. Chesterton sigue siendo una figura fundamental en el pensamiento contemporáneo por su defensa de la razón, su crítica al liberalismo capitalista y su reivindicación de los valores cristianos. Sus escritos ofrecen una visión alternativa a las ideologías dominantes, abogando por un modelo de sociedad basado en la justicia distributiva, la autonomía familiar y la preservación de la tradición. Además, sus reflexiones sobre la democracia y el autoritarismo continúan siendo relevantes en un mundo donde el poder centralizado y las manipulaciones políticas amenazan la participación real del pueblo. En un mundo donde la globalización y el materialismo siguen desafiando la identidad cultural y espiritual de las naciones, las ideas de Chesterton continúan siendo una fuente de reflexión y debate.

Fuentes Consultadas y Recomendadas

  1. Chesterton, G.K. Ortodoxia. Ediciones Rialp, 2002.

  2. Chesterton, G.K. El hombre eterno. Ediciones Encuentro, 2009.

  3. Chesterton, G.K. Lo que está mal en el mundo. Homo Legens, 2010.

  4. Chesterton, G.K. Herejes. Ediciones Acantilado, 2015.

  5. Chesterton, G.K. El perfil de la cordura. Homo Legens, 2014.

  6. Belloc, Hilaire. El estado servil. Homo Legens, 2013.

  7. Pearce, Joseph. Wisdom and Innocence: A Life of G.K. Chesterton. Ignatius Press, 1996.

  8. Wood, James. Chesterton: The Nightmare Goodness of God. Baylor University Press, 2011.

  9. Martin, Dale Ahlquist. G.K. Chesterton: Apostle of Common Sense. Ignatius Press, 2003.


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