Por: J. M. del Río
El pasado 12 de febrero tuvo lugar en La Habana el histórico encuentro entre Su Santidad el Papa Francisco, Obispo de Roma y primado de la Iglesia Católica y su Santidad Kirill, Patriarca de Moscú y de Toda Rusia, primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa. En ese encuentro de poco más de 2 horas, se emitió un comunicado conjunto con puntos coincidentes para ambas iglesias, que fue firmado por estos líderes religiosos, en breve ceremonia que contó con la presencia del Presidente cubano Raúl Castro.
A pesar de lo que ambas eminencias religiosas declararon, hay algunas personas de buena voluntad y otros, no muy bien intencionados, que tratan de presuponer lo que pudiera haber “en el lado oscuro de la luna”, que aún se preguntan ¿por qué Cuba?
Para responder esa pregunta, aquí en el barrio hemos intercambiado bastante en estos días y, a pesar de ciertos criterios contrapuestos, llegamos al consenso de que en el actual mundo convulso y complicado, donde se han exacerbado las contradicciones interreligiosas, el territorio cubano resulta una zona neutral, donde conviven diversas manifestaciones religiosas de forma armónica y respetuosa, y la decisión de los líderes de estas iglesias cristianas de escoger Cuba para su cenáculo no pudo ser mejor.
Veamos el panorama religioso que se vive en Cuba actualmente: el cristianismo está representado por la Iglesia Católica, las Iglesias Protestantes y Evangélicas y las Iglesias Ortodoxas. Existen además las Religiones cubanas de origen africano, el Judaísmo, el Islamismo, el Espiritismo, el Budismo, un grupo de Asociaciones fraternales y otros grupos religiosos que funcionan, aunque no tienen reconocimiento legal.
La iglesia Católica cuenta con su Conferencia de Obispos, dos seminarios y otros centros de formación, más de 90 órdenes e institutos seculares masculinos y femeninos, tres arzobispados, 8 obispados, estructuras parroquiales e iglesias y casas religiosas diseminadas por todo el país, un sanatorio psiquiátrico, hogares de ancianos y casas de abuelo.
Hay más de 50 iglesias evangélicas y protestantes que cuentan con el Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), donde se asocian un grupo de esas iglesias y existen otras denominaciones que no son miembros del CIC, hogares de ancianos, 10 seminarios, varios campamentos, más de 900 templos y 1667 casas de culto autorizadas.
Las religiones cubanas de origen africano están integradas por la Regla Ocha o Santería, la Sociedad Cultural Yoruba de Cuba, la Regla Conga o Palo Monte y los Paleros individuales, la Sociedad Abakúa, el Vudú, Arará y otros. Entre los Espiritistas estás los Científicos, los de Cordón, los Cruzados y los Espiritistas individuales. Hay templos en Cuba de la Iglesia Ortodoxa Rusa y de la Iglesia Ortodoxa Griega; mientras que la comunidad Hebrea cuenta con una Coordinadora, un Patronato, el centro Sefardí, el Adath Israel y otras comunidades y Sinagogas en La Habana y otras Provincias.
En Cuba también actúan la Liga Islámica de Cuba, el Soka Gakkai (Budista), la Asociación Espiritual Nacional de los Bahai´s y la Asociación de auto-relajación Yoga; así como 11 órdenes fraternales con más de mil logias.
Todas estas manifestaciones religiosas y fraternales conviven en un ambiente de Paz y tranquilidad, donde creyentes y no creyentes, respetando sus diferencias, cohabitan de forma amistosa, relajada y civilizada. El artículo 8 de nuestra Constitución establece que “El Estado reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa. Las distintas creencias y religiones gozan de igual consideración”. Y el artículo 42 dispone que; “La discriminación por motivo de raza, color de la piel, sexo, origen nacional, creencias religiosas y cualquiera otra lesiva a la dignidad humana, esta proscripta y es sancionada por la Ley”
Y todo eso sucede en un país que a pesar de las dificultades que confronta, principalmente por la política agresiva e inhumana que nuestro vecino del norte nos ha impuesto por más de medio siglo, se esfuerza para lograr el bienestar de todo el pueblo, que trabaja con ahínco para lograr la implementación de un socialismo próspero y sustentable, aplicando el criterio martiano: “con todos y para el bien de todos”.
¿No cree usted que le sobraron razones a los primados de las Iglesias Católica y Ortodoxa Rusa para haber escogido a Cuba para su histórico encuentro?
(tomado de La Santa Mambisa)
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