jueves, 18 de diciembre de 2014

Y SE HIZO LA.....NAVIDAD

El regocijo es inmenso, finalmente el presidente Barack Obama hizo justicia y se hizo justicia a si mismo. El regreso de Gerardo, Antonio y Ramón a la patria en el día de ayer y el anuncio de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Cuba y USA, dos países vecinos enfrentados en un diferendo de más de 50 años de duración, no solo ha sido la noticia del día, sino que marcó un hito histórico en la región y el mundo.

El 17 de diciembre es un día especial en la fe popular cubana, día de San Lazaro – Babalú Ayé, el santo-orischa de los pobres, de los enfermos, de quienes sufren. Mi madre era devota de este santo, recuerdo de niño colectar los “kilos” (centavos) en un vasito, para con ellos comprar el tabaco que se le prendía cada semana, recuerdo sus promesas por la familia, y su saya de saco de yute que se ponía los miércoles, día en que aprovechaba para lavar la ropa. Crecí en medio de esa piedad popular, de católicos a su manera, creo eso me ha ayudado a ver la vida con devoción, pero sin fanatismos. Ayer pensaba en todo eso cuando supe la noticia de la liberación de los tres compatriotas de cárceles en EE.UU., de la purificación de una política visiada por los desencuentros, de la arrogancia del poderoso frente a la isla inrreductible, de sanidad en la familia cubana que bastante ha sufrido por la separación y las consecuencias del Bloqueo económico impuesto por el vecino del norte, y aúnque este no será levantado por el momento, Obama, como bien dijo, hizo todo lo que podía hacer. Todo esto me hacia preguntarme: casualidad o premeditación? Lo cierto es que si hay mucho simbolísmo.

Como cristiano, me llena de esperanza y gozo evangélico todo lo acontecido en el día de ayer, doy las gracias a todos quienes han contribuido para que se hiciera realidad el sueño de muchos. A Obama por su valentía, a Fidel y Raúl por la firmeza, al pueblo cubano por su resistencia, a los presidentes latinoamericanos que fueron imprescindibles, al Papa Francisco, a los amigos de la solidaridad en Alemania por el acompañamiento en todos estos años de lucha por la liberación, a mis tres hijos y esposa, que también aportaron su granito de arena. Y sobre todo al Dios de amor, justicia, vida.

Este año, la Navidad comenzó antes del tiempo. Hosanna, Felicidad.


Dip. Th. José E. Conde Masdiaz

Berlín, 18 de diciembre 2014

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