viernes, 22 de agosto de 2014

Pagar con la moneda a mano

El pago en moneda nacional se va haciendo cada vez más cotidiano Foto: Dilbert Reyes Rodríguez
Buena acogida en general ha tenido por la población cubana la medida de posibilitar el pago en lo que comúnmente la población llama moneda nacional (CUP) para las compras realizadas en tiendas minoristas que hasta hace poco solo operaban en pesos convertibles (CUC).
Inconvenientes cotidianos criticados con frecuencia, como el hecho de hacer otra cola, agregar un trámite más, trasladarse hacia la oficina, o simplemente la propensión de ir a parar ante los ilegales que ofrecen un servicio rápido y cercano (con su muy personal cobro de impuesto, claro), eran consecuencias asociadas a la hasta entonces exclusiva alternativa de “pasar por CADECA”, y que ahora pueden paliarse desde la propia tienda y sin mediaciones cambiarias, sin importar si el bolsillo lleva uno u otro tipo de dinero.
No son todas las tiendas, ni en todos los lugares, pero la aplicación de la medida se ha ido extendiendo, acercando a la familia, y generando criterios que, recogidos por Granma en varios puntos de la Isla, dan cuenta de una acogida mayoritariamente favorable, aunque no exenta de sugerencias y opiniones divergentes.

Esta decisión es vista, aunque algunos piensen lo contrario, como uno de los pasos del proceso de la anunciada eliminación de la dualidad monetaria, pues la experiencia establece que en cualquiera que sea la moneda en que se pague, la población no pierde su actual capacidad de compra.
Ahora bien, ¿cómo las personas han percibido la opción, de uno u otro lado del mostrador?

A la vista del público (detrás de la dependienta) hay tablas que informan la conversión, según la tasa de cambio de CADECA. Foto: Miguel Febles Hernández
SALTARSE A CADECA
A Yosnieli Camejo le vino como anillo al dedo su visita al Centro Comercial Calle Cuba, de la ciudad de Camagüey. Quería comprar un coche para su niño y allí pudo adquirirlo, aunque no le alcanzaban los CUC para cubrir completamente el precio del producto.

“Pagué 20 y el resto en pesos. Este nuevo sistema lo veo bastante bien, porque se ahorra uno la molestia de ir a CADECA, donde a veces las colas son bastante largas”, explica el joven, satisfecho por la compra efectuada.
En Bayamo, capital de Granma, el cliente Mario Antúnez aprecia de igual modo la ventaja de suprimir el trámite de CADECA, “que implica el esfuerzo de ir hasta allá si estás muy lejos, y cuando es fin de semana o tiempo de vacaciones, como ahora, hacer una incómoda cola”.
“También posibilita —apunta Luisa Gon­zález— que si te falta un menudo en CUC pa­ra completar el pago, ya no tienes que volver a la CADECA a comprar al menos un peso más, porque te faltaron 20 o 30 centavos; ni tampoco —en caso de apuro o porque CADECA está lejos— cometer la ilegalidad de comprarle a un vendedor de los que siempre merodean las tiendas”.
“Se trata de una medida muy positiva”, consideró el cienfueguero Yuseibis Alián, quien adquirió un ventilador de 28 CUC por 700 pesos, en un comercio de la Perla del Sur. Junté dos sueldos y lo compré directo, sin necesidad de ir a CADECA. Ojalá pronto todas las tiendas operen así. Es mucho menos engorroso y práctico”, sostuvo.
En cambio, su coterráneo Josué Palacios, veterano trabajador, contrapuso: “Es muy bonito pero, la verdad, no hemos ganado nada, porque CADECA queda en el centro de Cienfuegos, comprar el CUC no era nada del otro mundo, sino algo resuelto de forma momentánea. Los precios, por su parte, siguen igual. El verdadero impacto será cuando el cambio esté a 10 o 15 por uno”.
Por su parte, en Santiago de Cuba el cuestionamiento predominante entre la población y los trabajadores de tiendas recaudadoras de divisas, se resumió en una pregunta y una sugerencia: ¿por qué la experiencia no se había aplicado mucho antes?, y que sería conveniente extenderlo a otros servicios como la gastronomía y la transportación en CUC.
Las unidades cuentan en su interior con elementos promocionales del nuevo servicio.Foto: Miguel Febles Hernández
“La mínima incertidumbre que pudo haber generado la modalidad se derrumbó de un día para otro, pues en la práctica no hay nada engorroso y sí mucha satisfacción para los clientes, quienes por esa forma han adquirido todo tipo de artículos”, refiere Yusmira Morell Miclé, jefa del Departamento Co­mercial de la División Terriorial de la Cadena TRD Caribe.
En la capital cubana volvió la disyuntiva. Por un lado una mayoría opina como Miguel Ángel Cabezas: “Ha sido una muy buena idea, porque así no es preciso ir a cambiar donde siempre hay colas, y si no te alcanza con una moneda, completas con la otra”; mientras por otro varias personas prefieren hacer vibrar la tensa cuerda del precio: “Es la misma historia, solo que uno se ahorra ir a CADECA, pero los precios siguen igualitos. El mismo precio con diferente moneda”, recalcó Yanet López.
Más allá de las inquietudes con relación a los precios de los productos, la mayoría de los entrevistados por Granma señala la relevancia de suprimir el casi obligado paso por CADECA, lo cual sí representa una gran ventaja pues en muchas localidades donde ya funciona el comercio en doble moneda o está por implementarse, no existen estas oficinas o resultan insuficientes.
En este sentido, para nadie es secreto el incremento creciente de personas en poblados  distantes de las grandes ciudades, cuyo poder adquisitivo en moneda nacional se ha elevado, dada su vinculación a la producción agropecuaria.
No obstante, los vendedores ilegales de divisas en los alrededores de las tiendas, aunque se han atenuado un poco, continúan con sus actividades, aprovechando sobre todo el desconocimiento que muchas personas tienen de la medida.
“Por eso es preciso que la divulgación sea visible, incluso en los exteriores de la tienda, para que el cliente no se entere dentro, cuando ya pudo haber cambiado ilegalmente el dinero. Además, es importante la labor promotora de los propios dependientes”, acotó Odalis Alfonso, gerente económica de la corporación CIMEX en Granma.
Valia Espinosa, cajera en el complejo bayamés Las Novedades, declaró haber alegrado a varios clientes con la noticia de la nueva posibilidad, cuando al darse cuenta de que no les alcanzaba el efectivo en CUC, pretendían suspender la compra o salir a “gestionar” el menudo frente a la tienda.
Ana Esther López, dependienta de la cienfueguera tienda La Gráfica, concuerda en la observación sobre la necesidad de mayor divulgación; en tanto Evisley Abreu, trabajadora de la camagüeyana Plaza Mercado, reproduce el criterio: “A veces la persona se entera en la propia tienda. De todas formas, siempre le explicamos las opciones de pago que tiene y sus ventajas.
Carmen Brizuela dio fe de ello en la urbe de los tinajones: “Realmente me entero ahora. Por supuesto que es un servicio muy beneficioso para el cliente. Si lo hubiera sabido antes, a lo mejor este ventilador lo hubiera pagado en CUP”.

DETRÁS DEL MOSTRADOR

Una clienta compra mediante la combinación de ambas monedas en la tienda El Prado, de Cienfuegos. Foto: Glenda Boza
Mostradores adentro, a unos cajeros les ha costado más que a otros adaptarse a la realidad de manejar más efectivo y lidiar con el riesgo del equívoco, la confusión, la exposición al billete falso, o la inadecuada tecnología en la caja para acomodar el dinero por su valor, sin hablar del apremio que el cliente casi siempre tiene.
La propia dependienta entrevistada en La Gráfica, de Cienfuegos, expresó que ella y sus compañeras estaban preparadas para asumir este reto, el cual en realidad no alcanza dificultad mayor, pues rápidamente se habitúan al nuevo proceder, muy básico.
Fundadora hace cinco años de Plaza Mercado, en Camagüey la cajera-dependiente Minerva Albernas considera que el nuevo sistema, lejos de traer inconvenientes, ha favorecido a la población; en tanto Eldys Carbonell, gerente de la unidad, ratifica que las dudas, si existieron, se disiparon rápido: “La diferencia en el procedimiento de caja es mínima, por lo que no ha repercutido en la atención del cliente. No han mermado ni la afluencia de público ni los niveles de venta”.
En Granma, por su parte, los días iniciales de la experiencia fueron los de mejores ventas, y aunque “cogerle la vuelta” al procedimiento no ha sido problema para los cajeros, sí es preciso crear algunas condiciones mínimas en las cajas para no entorpecer la fluidez en la atención al cliente, la organización del efectivo y evitar equívocos lamentables.
Roberto Ramos y Liuba Rosabal, del departamento de Electrónica de Las Novedades, hacen notar la diferencia que sobrevino con la medida; pues los altos precios de los electrodomésticos multiplican por 25 veces la cantidad de dinero a manejar cuando se paga en moneda nacional.
“Solo la venta de un refrigerador implicó recientemente el conteo de unos 19 mil pesos, y esto, más la rutina de revisar el equipo, probarlo y llenar los papeles de propiedad y garantía, demora el despacho e incomoda al cliente que espera su turno”, dijo Liuba.
Para la cajera María Antonia Carbonell sería muy conveniente la emisión de billetes de mayor denominación en moneda nacional.Foto: Eduardo Palomares
En La Violeta, la cajera Magalis Ocaña afirmó no tener ninguna duda con el nuevo sistema, sin embargo los compartimentos de la caja resultan insuficientes para distribuir bien el dinero en las dos monedas, por lo que recurren a la peligrosa variante —por el riesgo de equivocación— de colocar una moneda debajo de la otra, agrupando los billetes de similar valor.
Casi al otro extremo del país, en la capital cubana, Yulién Castro, gerente general del Complejo Comercial Especial La Época, al referirse a los electrodomésticos, dijo que se venden menos en CUP, pues parece que con el cambio el dinero es demasiado como para llevarlo encima. “Cuando tenemos una venta grande de ese tipo debemos llamar a la caja central para que se ocupen de eso, porque las cajas sencillas no están diseñadas para recepcionar tal cantidad de efectivo”.

EN EL VISOR DEL CLIENTE
Una buena observación, en pos de atenuar los riesgos que siempre entraña el manejo de efectivo abundante, la hizo casi sin querer el cliente granmense Alberto Rebilla, quien operaba una compra en CUP por medio de una tarjeta magnética, con la cual era posible ese trámite desde antes de ser anunciada la nueva medida.

“Creo que la tarjeta magnética es una posibilidad que debería seguir incrementándose, pues además de la comodidad de la operación, se evitan muchos riesgos. Al no intervenir efectivo, no es posible equivocarse, ni hay peligro de falsificación, ni demora en el servicio por conteo o registro de billetes grandes”.
Esta sería una ventaja que la provincia de Granma está en condiciones favorables de explotar, pues según explicó Odalis Alfonso, la gerente económica de la corporación CIMEX, este territorio oriental es uno de los que en el país cuentan con más post (dispositivos conectados en red para la lectura de tarjetas magnéticas) funcionando en tiendas y quioscos.
Por su parte, en la cadena TRD de esa provincia, su director Alberto Rosabal calificó de muy positiva la experiencia, estrenada en la tienda El Arte, de Bayamo, por ser la mayor de esa organización en la ciudad y tener una variedad superior de familias de productos; mientras Yaquelín Pérez, la gerente de ese comercio, confirmó la buena salud de las ventas en CUP, aunque muy lejos todavía de equipararse a los montos en CUC.
Sin embargo, fue allí —a pesar de que el criterio no distingue a TRD de CIMEX— donde constatamos la primera queja sobre la exclusividad del vuelto en CUC. Al parecer no a todos les conviene, pues según refirió Maidolis Benítez: “Si tengo solo un billete de 20 pesos para pagar diez, ¿por qué estoy obligada a recibir el vuelto en CUC, si tenía los otros diez pensados para otra cosa?
No obstante, Dulce María Ramos, cajera de El Arte, aseveró que varios clientes han expresado su conformidad con acceder a un menudo valorado en la justa proporción de       1 x 25; porque en CADECA no se puede comprar moneda fraccionaria, y en la calle los vendedores lo proponen más caro.
Por otro lado, resulta engorrosa para el flujo de atención a los clientes la medida de seguridad que tienen implementada en TRD para evitar el uso de billetes falsos. Allí cada billete de 50 o de 100 pesos en CUP debe ser registrado con su número de serie, datos del cliente y su firma.
La cajera del departamento de Electrónica aseguró que es una operación que en ocasiones consume mucho tiempo y exaspera a los clientes. “Imagínese el pago de siete mil pesos, como pasó recientemente con un equipo: 140 billetes que debieron ser registrados, uno a uno, con 140 series, 140 direcciones iguales y la misma firma 140 veces”.

EXPERIENCIA EN EXPANSIÓN
La cadena CIMEX está presente actualmente en todos los municipios del país y pretende extender esta medida a todas sus unidades. “Tenemos en la actualidad 223 establecimientos que ofrecen ventas en CUP y CUC, pero todavía no es suficiente —explicó a Granma Bárbara Soto Sánchez, vicepresidenta comercial de CIMEX. Ya hemos creado las condiciones en otros 81 para incorporarlos próximamente”, acotó.

“Queremos, antes de que concluya el mes de agosto, que en todas las tiendas del país que pertenecen a nuestra cadena se preste este servicio, a las que se sumarán además algunos servicentros”, añadió.
Por su parte, la cadena TRD Caribe ha incorporado el 86 % de las unidades comerciales a esta modalidad. “Los kioscos (49 %) y puntos de venta (49 %) se han ido sumando con menos velocidad, porque eso depende también de la caja”, informó María Eloísa Cabrera, directora de Mercadotecnia de esa cadena.
“Tenemos la voluntad de que todas las tiendas estén ofreciendo ese servicio a lo largo del país para el 31 de agosto”, dijo.
Los números también hablan de la aceptación de esta opción. Hasta el momento de la realización de este reportaje, la cadena CIMEX, por esta modalidad, había vendido cerca de 20 millones de pesos en CUP, y las provincias centrales eran las que iban delante con los mejores resultados.
Mientras, en las unidades de TRD un día de ventas podía llegar a aportar cerca de cuatro millones de pesos.
En opinión de María Eloísa Cabrera esta medida ha reanimado incluso las ventas en muchos territorios, como es el caso de Cien­fue­gos, por las facilidades de pago que brinda; de ahí entonces la importancia de prestar atención a las sugerencias de los usuarios.
Dar una mayor divulgación, preparar consecuentemente al personal y sobre todo, establecer medidas de seguridad que no se conviertan en barreras que entorpezcan el servicio, además de asegurar los requerimientos técnicos para facilitar el trabajo y evitar los riesgos, son asuntos a atender con prioridad.
El país viaja hacia el establecimiento de una sola moneda. Se precisa entonces crear las condiciones para una travesía sin innecesarios contratiempos.
(tomado del Periódico Granma)

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