sábado, 10 de mayo de 2014

El padrino del terrorismo y su último complot

El sector terrorista de la ultraderecha radicada en Miami continúa sin aceptar el escenario que se produce en el contexto político, económico y social de los Estados Unidos, respecto a la nación cubana; caracterizado por un crecimiento de los que abogan por un cambio en la política de EE.UU. hacia Cuba y promueven el acercamiento entre las dos naciones. Esta tendencia al cambio es más evidente en la comunidad cubana asentada en La Florida, como demostró el estudio realizado meses anteriores por el Atlantic Council.
Terrorista Luis Posada CarrilesEn la actualidad son varios los congresistas estadounidenses que se han sumado a los pronunciamientos en favor de un acercamiento entre ambos pueblos y la eliminación del bloqueo. El caso más reciente son los cuatro congresistas demócratas de visita en nuestro país, quienes han declarado públicamente que están dadas las condiciones para avanzar en negociaciones directas y sin condiciones que permitan normalizar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Barbara Lee, líder del grupo, se pronunció en nombre del grupo que conforman Sam Farr (California), Enmanuel Cleaver (Missouri) y Gregory W. Meeks (Nueva York).
Sin embargo, un sector de la extrema derecha insiste en crear y fomentar la desunión entre Cuba y su comunidad en el exterior. Lideran este sector extremistas como Ileana Ros, Mario Diaz Balart, Robert Menendez, Marco Rubio, entre otros.

Estos representantes protegen a terroristas al servicio de la CIA como Santiago Álvarez Fernández Magriñá, Osvaldo Mitat, Manuel Alzugaray y Luis Posada Carriles, este último proclamado como el padrino del terrorismo en America Latina y cabecilla de los restantes.
Últimas noticias revelan como estos connotados fanáticos de la violencia aparecieron como actores intelectuales de nuevas acciones terroristas en el territorio nacional, sin importar poner en peligro la vida de personas y la seguridad de ambas naciones.
No es de extrañar. Este sector extremista se siente amenazado y avizora su desaparición ante lo inevitable de un acercamiento entre Cuba y Estados Unidos; aunque los que cabildean por este curso de acción, deban trabajar mucho para lograrlo y la comunidad cubana en Miami tenga que estar sometida a las pujas entre grupos.
Su reacción acostumbrada a la frustración, es acudir rápidamente a la organización de actos violentos. Como dice el refrán “no se le pueden pedir aguacates a la mata de mango”.
Las recientes revelaciones del proyecto ZunZuneo, los intentos por generar actos provocadores en el contexto del 1ro. de Mayo y larevelaciones de última hora, demuestran una vez más que en la política aplicada por la extrema derecha no existen costuras entre el terrorismo, la provocación y las guerras de cuarta generación. Todo este accionar forma parte del mismo esquema para doblegarnos donde el fin justifica los medios.
Habrá que esperar qué sale del juicio al que con seguridad serán sometidos los peones del terrorismo miamero. Esta saga no termina aún.

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