lunes, 8 de abril de 2013

Yo soy una sola cosa: actor


Ariadna Ruiz AlamanzaYo soy una sola cosa: actor
A eso le llamo yo: pasión. A la fe ciega en sí mismo, en un ideal. Ya diría Martí: “el mar airado da idea floja de las olas que levanta la pasión”, ese remolino que nos nace dentro, y lo mínimo que podemos hacer es desatarlo. A esa sensación de libertad que con los años se vuelve serena, se refiere Miravalles cuando dice: “Mi gran felicidad ha sido dedicarme a lo que más me satisface: ser actor”. Creo que por eso sonríe tanto, con esa carcajada plena que ha protagonizado, no pocas ocasiones, en la historia del cine cubano, y que hoy continúa dándonos motivos para quererle. Luego de 20 años sin filmar en Cuba, el director Gerardo Chijona, puso en sus manos un guión escrito por Eduardo Eimil, basado en la novela homónima de Eliseo Alberto (Lichi) Diego: Esther en alguna parte.
“En todos estos años, recibí varias propuestas de trabajo, pero ninguna me estimuló como el guión de Esther en alguna parte”–cuenta Miravalles. En un principio me pareció muy largo, y quedamos en desarrollar una segunda versión. Esta última tampoco me convenció, hasta que obtuve una tercera, que sí encontré excelente. Ya conocía a Chijona y su obra, y me dio un argumento que me satisfizo mucho: artístico, no comercial, por eso lo acepté… Me siento muy afortunado de haberlo hecho.
¿Cómo creó a Lino Catalá?

Lino Catalá es completamente diferente: es triste, tiene un conflicto fuerte en la historia, trabaja mucho la gestualidad, las impresiones. Tuve que centrarme en las expresiones faciales, algo poco común para el cine cubano, pero creo que lo logré. Yo no soy el mejor, ni aspiro a serlo, pero sí me considero profesional. Empecé a trabajar en 1944 y aún no paro. He hecho más de cuarenta películas, y no solo en Cuba, también en México, Nicaragua, Venezuela, Colombia, Alemania. Son setenta años de experiencia, donde únicamente he interpretado los papeles que considero aportan a mi carrera. Esa es mi vida. Y estoy orgulloso de que algunos de mis filmes estén hoy en el estante del cine cubano.
¿Cómo fue la experiencia de volver a trabajar con sus amigos en Cuba?
Amistad y cariño. Aquí tengo un caudal de amigos. Nos respetamos y queremos mutuamente. Pienso que Chijona está orgulloso de haber hecho esta película, que para mí es “equilíbrica”, una palabra que no sé cómo la construí, pero es así. Es un filme raro, ahí está su atractivo, y parece que va a tomar un camino amplio.
Reinaldo Miravalles y Enrique Molina
Reinaldo Miravalles y Enrique Molina
Tres frases de Cheíto León, en El hombre de Maisinicú, figuran entre las diez más recordadas del cine cubano. “Alberto Delgado, cará…”, es una de ellas. Sin dudas, usted ha dejado una huella imborrable en nuestra cinematografía y entre los espectadores. ¿Cómo fue el reencuentro con su público cubano, que tanto le aclama?
Sabes, en mi carrera he recibido aplausos de quince minutos. Y ha sido el resultado de mi trabajo y esfuerzo, porque bonito no soy –sonríe. Creo que la película ha tenido una buena acogida. Mucha gente en la calle no me reconoce al instante, pero sí dicen, “ehhh se parece a Miravalles”. Siento que el pueblo cubano me quiere mucho. Cuando regresé a La Habana, por primera vez, fui a ver un espectáculo infantil en el teatro Karl Marx. Al salir, se unió un mar de gente a mi alrededor. ¡¡¡Ño, empecé a llorar de tanta emoción!!! Es que yo nací en el Callejón del Chorro. ¡¡¡Yo soy habanero!!! Y vengo a Cuba porque aquí hay mucho cariño para mí.
¿Cómo retomó su carrera en Estados Unidos?
He hecho solamente dos filmes, uno de ellos con Rolando Díaz: Cercanía (2008), sobre la emigración, es una comedia. Pero he tenido varios papeles secundarios en producciones latinoamericanas. Y por ahí anda rondando otro proyecto con Chijona. Vamos a ver qué sucede. Porque ya son 90 años, ehhh –sonríe. En general, trato de hacer lo que sé y me siento satisfecho con ello. Soy feliz, vivo tranquilo con mi esposa en un apartamentico en Miami. Yo no soy quien principia ni determina nada, la vida te conduce por caminos complejos, y lo que he tratado es de encontrar un equilibrio.
¿Y cómo lleva a Cuba en el corazón?
Cuba es mi Patria.

Reinaldo Miravalles en el rodaje de Esther en alguna parte
Reinaldo Miravalles en el rodaje de Esther en alguna parte

(tomado de On Cuba)

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