- El gobierno de Barack
Obama ha dado un paso serio hacia la centralización del financiamiento
para los cibercontrarrevolucionarios dentro de Cuba...
- Por Percy Francisco Alvarado Godoy
El gobierno de Barack Obama ha dado un paso serio hacia la centralización del financiamiento para los cibercontrarrevolucionarios dentro de Cuba,
dedicando 20 millones de USD para lograr, mediante la armazón de un
tinglado tecnológico de soporte, una mayor eficiencia en la labor de
estos grupúsculos en su labor de subversión dentro de la Isla.
Obviamente, esta vez Obama pretende que todo este dinero vaya a ser
realmente invertido para derrocar a la revolución y no para enriquecer a
los ejecutores de estos programas. De esta forma, el Departamento de
Estado concentrará todo este esfuerzo a través de tres de sus oficinas:
la Oficina de Latinoamérica y el Caribe (LAC), de la USAID; la Oficina
de la Democracia, los Derechos Humanos y el Trabajo (DRL); y la Oficina
de Asuntos del Hemisferio Occidental (WHA).
El 7 de junio de 2012, hace apenas unos días, Roberta S. Jacobson,
Secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental,
describió la actual política de Obama contra Cuba, ante la Subcomisión
de Hemisferio Occidental de la Comisión de Relaciones Exteriores del
Senado. Sin reparos, expuso el nuevo accionar de la Casa Blanca con
respecto a nuestra Patria: “En Cuba, la prioridad de la administración
Obama es capacitar a los cubanos para que determinen libremente su
futuro”.
Luego, apuntaló: “Nuestra política reconoce también la importancia de
participar con activistas en pro de la democracia y los derechos
humanos que han estado trabajando durante años para ampliar los derechos
políticos y civiles de todos los cubanos. (…) Nuestros programas en
Cuba proporcionan ayuda humanitaria a los presos políticos y a sus
familias, apoyan la documentación de las violaciones de los derechos
humanos, y fomentan el libre flujo de información hacia, desde y dentro
de la isla. Constantemente apoyamos y destacamos la labor de las
personas que promueven el cambio positivo en Cuba”.
La centralización de los fondos para articular la guerra ideológica
contra Cuba, establecida por Obama para el nuevo año fiscal, obedece a
las pasadas críticas realizadas sobre la forma en que se han distribuido
los mismos y, por supuesto, al robo escandaloso de una parte de dichos
fondos. Un ejemplo de ello, fue la denuncia de que la USAID había
favorecido con una subvención de 3,4 millones de USD a la Fundación por
los Derechos Humanos en Cuba (FHRC), dependiente de la tan cuestionada
Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA). Asimismo, el presidente del
Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU., John Kerry,
condicionó desde el 1 de abril de 2011 el desembolso de 20 millones de
dólares adicionales para este tipo de programas pro-democracia en Cuba a
una “revisión plena”, al manifestar sus dudas sobre su real eficacia.
En esta oportunidad, dijo Kerry: “No hay prueba de que los programas de
promoción de la democracia, que hasta la fecha le han costado a los
contribuyentes estadounidenses más de 150 millones de dólares, estén
ayudando al pueblo cubano”.
Kerry, en ese entonces, solicitó a la Oficina de Contabilidad del
Gobierno (GAO) la realización de un pormenorizado un estudio para
determinar la eficacia de estos programas. Posteriormente, el 27 de
julio de ese mismo año, John Kerry autorizó a descongelar los para
“promover la democracia” en Cuba, luego de que el Departamento de Estado
y la USAID, se comprometieran a enviar al Comité de Relaciones
Exteriores del Senado informes detallados sobre el comportamiento de
estos programas y el número de cubanos a los que benefician. El senador
demócrata, Patrick Leahy, empero, mantuvo bloqueados 14 millones de
estos fondos, argumentando carecer de información necesaria sobre su
empleo y resultados. En agosto de 2011, Leahy anunció que retiraba su
veto sobre dichos fondos luego, al recibir respuestas adicionales del
Departamento de Estado sobre cómo se emplearían los mismos.
Obviamente, el Departamento de Estado encargará a SINA, como siempre
lo ha hecho, un papel destacado en la distribución de ese dinero, ya que
ésta es la que realmente actúa sobre el terreno en la promoción de
actividades subversivas y desestabilizadoras, dirigiéndolo hacia ciertos
programas que permitan obtener resultados a corto y a mediano plazo.
Sin duda alguna, la SINA ha determinado ya, mediante sus oficiales de
campo de la CIA, cuáles son los sujetos y actividades a las que hay que
priorizar en el acceso a novedosas tecnologías, la facilitación a los
servicios de red y otros sofisticados medios, para fomentar el discurso
político anticubano.
La LAC será una de las privilegiadas en la administración de estos 9
proyectos, encargándose la misma de usar 4 millones de USD en un
programa de democracia digital, basado en el empleo de tecnología de
punta. En este artículo examinaremos algunos de esos programas, algunos
de los cuales ya se han ido poniendo en marcha, tratando de generar
flujos de informaciones –generalmente distorsionadas y tendenciosas-,
que serán usadas en la guerra ideológica contra Cuba.
La LAC dispondrá de otro medio millón de dólares en el programa “La
Aplicación de la Tecnología en la Promoción de la Democracia”, cuya
finalidad es sufragar aquellas actividades que permitan buscar fuentes
alternativas de acceso a internet por parte de sus mercenarios en Cuba.
En abierto apoyo a la contrarrevolución, esta Oficina se encargará de
emplear 2,9 millones de USD en alimentos, medicinas y otros beneficios
personalizados para beneficiar a sus colaboradores en la Isla.
El propio Mark Lopes, vice administrador asistente para Latinoamérica
y el Caribe de la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID),
declaró con desparpajo: “En espíritu, y en dinero, hay un repunte” en
los gastos de tecnología para aumentar el flujo de información” (…)
“Desde los resultados deportivos hasta los titulares internacionales, el
pueblo cubano debe ser capaz de satisfacer su sed de información no
censurada, como cualquier otro ciudadano de las Américas. Esto es
fundamental, y estamos comprometidos a ayudar como quiera que podamos”.
Uno de los claros propósitos de ese soporte a la contrarrevolución es
contrarrestar la legítima defensa de Cuba a su soberanía, mostrada
mediante su vigilancia de frontera, simplificando los medios que serán
entregados a sus mercenarios dentro de la Isla a medios como
computadoras, DVDs, unidades USB y teléfonos celulares. Esto no quiere
decir, por supuesto, que no se introduzcan medios más sofisticados, los
que se harán mediante el empleo de valijas diplomáticas de la propia
SINA y de países “amigos”.
Otro de los administradores será la Oficina de Asuntos del Hemisferio
Occidental (WHA), ubicada en el 2201 C Street, NW, Room 3248, (Bureau
of Western Hemisphere Affairs), Washington, DC 20520. La WHA recibió una
asignación de $1.53 millones para un programa destinado a aumentar el
acceso de los cubanos a la información libre de censura por medio de
“entrenamiento a distancia sobre habilidades básicas para la información
tecnológica”, lo que permitirá que supuestos “periodistas y
bibliotecarios independientes” reciban entrenamiento en técnicas de
subversión, manipulación de la información, mediante teleconferencias y
cursos de capacitación, tres de los cuales ya ha desarrollado la SINA.
La Oficina de la Democracia, los Derechos Humanos y el Trabajo (DRL)
empleará cerca 1.05 millones de USD para capacitar y abastecer de medios
técnicos a aquellos grupúsculos cuya misión es fabricar supuestas
violaciones de los derechos humanos en la Isla, así como otros 750,000
USD para entrenarse en la manipulación de fenómenos tales como los
derechos humanos, la impunidad y la corrupción. Asimismo, la DRL también
administrará otros 700,000 USD para cada uno de dos nuevos programas,
encaminados a la juventud y su manipulación mediática, así como para
divulgar las bondades de la economía de mercado. La propia DRL usará
otros 4 millones de USD para apoyar programas específicos de la National
Endowment for Democracy (NED), de acuerdo con solicitudes hechas por la
misma y que aún mantienen secretividad con respecto a su empleo.
Por último, el Departamento de Estado usará otros 2,87 millones de
USD para gastos supuestamente dedicados a papelería, aunque no se
descarta que estos fondos vayan dirigidos a actividades de alto nivel de
subversión y de carácter encubierto.
No resultó casual que un grupo de grandes empresarios como
representantes de Bacardi, el American Express Bank, Colgate-Palmolive y
otros monopolios, así como Carlos Gutiérrez, ex secretario del
Departamento de Comercio de George W. Bush, publicara un documento auto
titulado “Compromiso con la libertad”, apoyara abiertamente el aumento
de la guerra sucia contra Cuba. El objetivo del tendencioso documento no
deja dudas al respecto: “Los que suscriben, exiliados cubanos
vinculados a compañías norteamericanas e internacionales, instituciones y
sectores empresariales, denuncian la campaña fraudulenta del régimen de
Castro encaminada a recabar recursos económicos para prolongar su
férreo dominio sobre el pueblo de Cuba”.
No podía faltar el apoyo a este macabro documento por parte de Ileana
Ros-Lehtinen, presidenta del Comité de Exteriores de la Cámara de
Representantes de Estados Unidos, y furibunda enemiga de la Revolución
Cubana.
¿CÓMO ARTICULA SINA LOS PROGRAMAS ANTICUBANOS?
Obama y el Departamento de Estado cuentan en la SINA
con un valioso y experimentado equipo multiagencias, para administrar y
ejecutar la política subversiva contra Cuba, encabezado por John
Caulfield, quien asumió la jefatura de la Misión desde septiembre de
2011. Experto en guerra sucia, desestabilización y actividades de
subversión, Caulfield procedía de Caracas, donde ocupó el cargo de
Encargado de Negocios en la Embajada de Estados Unidos en Venezuela,
desde julio de 2010.
John Caulfield cuenta con un equipo de colaboradores entre los que se
encuentran el Jefe interino de la Misión: Charles V. Barclay; el Jefe
político y económico: Joaquin F. Monserrate; la Cónsul General: Martha
Melzow; el Oficial Administrativo: Alfred T. Canahuate y la Oficial de
Relaciones Públicas: Gloria F. Berbena.
Este equipo se apoya en cerca de 36 diplomáticos y funcionarios
norteamericanos, la mayor parte de los cuales se dedican a tareas de
espionaje, así como a la implementación de la guerra sucia contra Cuba,
particularmente en lo relacionado con la atención directa de los
cabecillas de los grupos contrarrevolucionarios internos. Ellos se
encargan de ejecutar el financiamiento, organización, capacitación y
planificación de los grupúsculos contrarrevolucionarios. Son ellos los
que realizan las entregas de dinero provenientes de la USAID y otros
entes del gobierno, los que abastecen con computadoras, teléfonos
celulares, propaganda contrarrevolucionaria y otros medios a los
cabecillas que son citados en las oficinas o son contactados en sus
viviendas y otros lugares públicos, así como en la organización de las
campañas subversivas anticubanas.
Varios de estos confirmados oficiales operativos de la CIA,
especializados en subversión ideológica, dictan a los “periodistas
independientes” aquellas infamias y mentiras que es necesario escribir o
fabricar en cada momento, llegando incluso a prestar sus oficinas,
accesos a internet y otros recursos para que los mismos realicen su
labor ideológica contra su patria.
LOS CURSOS A “PERIODISTAS INDEPENDIENTES”
El pasado 19 de junio de 2012, la SINA culminó un
curso de "Introducción al Periodismo”, iniciado en febrero pasado, y
mediante el cual obtuvieron sus diplomas, emitidos por la Universidad
Internacional de La Florida, cerca de 26 contrarrevolucionarios. En la
actividad de graduación participaron varios funcionarios de la SINA,
encabezados por Charles “Chip” Barclay. Según sus organizadores, este
curso capacita a los graduados en temas sugestivos como "Pensar como un
escritor", "Periodismo Social", "Periodismo en la Radio", y "Uso de
Internet para el Periodismo de Investigación".
Un primer curso de este tipo se había realizado con anterioridad,
graduándose 26 “periodistas” el 6 de diciembre de 2011. Patrocinado por
el Centro Internacional de Medios de la Universidad Internacional de La
Florida, incluyó una serie de video conferencias sobre reportaje radial,
el periodismo social, y la confección y edición de artículos, siendo
ofrecido por profesores de EE.UU., Argentina, España y Costa Rica,
vinculados a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Este tipo de curso se ofrece dos veces al año y está destinado a
entrenar a sus asistentes como emisarios de un flujo de información
dentro de Cuba, debidamente mediatizada, y que servirá para tributarios
como Radio Martí, la blogósfera anticubana en el exterior y otros medios
de prensa internacionales.
El 27 de enero de 2012 la SINA graduó a otros 26
contrarrevolucionarios como “periodistas independientes”, en una
modalidad de curso intensivo de corta duración y enfocado hacia la
actividad radial. La parte principal de los contenidos fueron impartidos
mediante videoconferencias, por profesores de la Universidad
Internacional de Florida y de San Jose, en Costa Rica.
Tanto este tipo de curso corto, con dos días de duración, así como el
Curso de “Introducción al Periodismo” y otro sobre redacción, son
financiados por la USAID y otras agencias del gobierno norteamericano.
DIVERSIONISMO IDEOLOGICO A LA CARTA: LAS VIDEO CONFERENCIAS.
Las video conferencias se han convertido en un medio
interactivo entre las autoridades norteamericanas y sus mercenarios
dentro de Cuba, propiciando con su empleo un intercambio que permite, a
la vez, instruirlos en el discurso político anticubano y conocer de
primera mano a sus asalariados, sus puntos de vista, inquietudes y
características individuales. Una de ellas fue la recientemente
realizada el pasado 7 de junio, cuando un grupo de mercenarios reclamó
solidaridad a los miembros del Senado norteamericano, destacándose por
sus reclamos Sara Marta Fonseca y Jorge Luis García Pérez (Antúnez), así
como José Daniel Ferrer. Por la parte norteamericana estuvo, del otro
lado, el reaccionario anticubano Bob Menéndez, jefe de la Subcomisión
para América Latina del Senado.
Anteriormente, se realizó una de ellas, el 3 de mayo pasado, en
ocasión del Día Mundial de la Libertad de Prensa, donde se congregaron,
en la SINA, cerca de 30 contrarrevolucionarios. Esta actividad versó
sobre el “Periodismo de Investigación y la Libertad de Prensa”, siendo
auspiciada por la Oficina de Programas de Información Internacional del
Departamento de Estado. En esta video conferencia participaron Luis
Manuel Botello, Director del Programa de Proyectos Especiales en el
Centro Internacional para Periodistas (ICFJ) y Javier Sierra, del
Proyecto Directo en el Comité Mundial de Libertad de Prensa (WPFC).
El 11 de abril de 2012 tuvo lugar otra vídeo conferencia titulada “La
Ética en el Periodismo”, la cual fue encabezada por Luis Manuel
Botello, director principal de programas para Proyectos Especiales en el
Centro Internacional para Periodistas y el Dr. Raúl Reis, decano y
profesor en la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad
Internacional de la Florida, así como por. Liza Gross, ex directora
ejecutiva de la Fundación de Mujeres en los Medios de Comunicación. Este
encuentro fue dirigido por la señora Gloria F. Berbena, comprobada
agente de la CIA, y al mismo asistieron alrededor de 26
contrarrevolucionarios.
Apenas unos días antes, el 21 de marzo de 2012, la SINA realizó otra
video conferencia entre los administradores del anticubano sitio Cubanet
y varios de sus “colaboradores” dentro de la Isla. Tanto Hugo Landa,
director de Cubanet, como su editor asistente, Manuel Rodeiro, dieron
instrucciones a sus “periodistas” sobre la brevedad, calidad e
inmediatez de sus envíos.
Casi un mes antes, el 22 de febrero de 2012, la SINA realizó otra
videoconferencia sobre “la Libertad de Prensa y de Expresión”, dirigida
por el ya mencionado panameño, Luis Manuel Botello, la Dra. Sallie
Hughes, profesora de Periodismo y Estudios sobre América Latina en la
Universidad de Miami, y Zita Arocha, profesora en periodismo multimedia
en el Departamento de Comunicación de la Universidad de Texas, en El
Paso.
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