La
Habana, 9 may (PL) Cuba reiteró su disposición a dialogar con Estados
Unidos sobre el caso del norteamericano Alan Gross, para buscar una
solución humanitaria al proceso sobre bases recíprocas.
Una carta del jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, Jorge Bolaños, al periodista Wolf Blitzer, del programa The Situation Room, fija la actitud de la isla en torno a la condena contra Gross, encarcelado aquí por actos contra la independencia nacional.
En ella, el funcionario explica que la isla ha trasladado a la Casa Blanca su disposición a dialogar para buscar una solución humanitaria al caso sobre bases recíprocas.
Asimismo, expresa que Gross no está preso por ayudar a los judíos que viven aquí a conectarse a Internet, pues todas las sinagogas cubanas tienen acceso a la red de redes.
"Gross violó las leyes cubanas, al implementar un programa del Gobierno de Estados Unidos para atentar contra el orden constitucional cubano. Las actividades encubiertas realizadas por Gross en Cuba constituyen delitos en muchos otros países del mundo, incluyendo Estados Unidos", señala la carta.
Destaca, además, que no es un trabajador voluntario que vino a ayudar al pueblo de Cuba, sino un profesional pagado por el gobierno norteamericano.
Por otra parte, Bolaños asegura que el apresado se encuentra en buenas condiciones físicas, recibe atención médica especializada, alimentación balanceada, acceso consular sistemático, visitas de amistades y personalidades políticas y religiosas.
También ha recibido visitas de su esposa y mantiene comunicación frecuente y estable con su familia.
Estas condiciones son muy distintas al régimen cruel de aislamiento impuesto a cinco antiterroristas cubanos en cárceles norteamericanas, precisa el diplomático.
Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y René González cumplen severas sanciones en Estados Unidos por monitorear grupos terroristas radicados en el sur de la Florida.
Los Cinco, como se les conoce mundialmente, llevan casi 14 años en cárceles norteamericanas por buscar información sobre grupos terroristas, la cual ayudó a salvar vidas en ambos países.
"No obtuvieron secretos del gobierno ni atentaron contra la seguridad de Estados Unidos", subraya el texto, publicado en la página de la Cancillería cubana.
Precisa, además, que los familiares de estos antiterroristas han enfrentado obstáculos para visitarlos, y dos de ellos (Gerardo y René) no han podido ver a sus esposas en ese tiempo.
Una carta del jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, Jorge Bolaños, al periodista Wolf Blitzer, del programa The Situation Room, fija la actitud de la isla en torno a la condena contra Gross, encarcelado aquí por actos contra la independencia nacional.
En ella, el funcionario explica que la isla ha trasladado a la Casa Blanca su disposición a dialogar para buscar una solución humanitaria al caso sobre bases recíprocas.
Asimismo, expresa que Gross no está preso por ayudar a los judíos que viven aquí a conectarse a Internet, pues todas las sinagogas cubanas tienen acceso a la red de redes.
"Gross violó las leyes cubanas, al implementar un programa del Gobierno de Estados Unidos para atentar contra el orden constitucional cubano. Las actividades encubiertas realizadas por Gross en Cuba constituyen delitos en muchos otros países del mundo, incluyendo Estados Unidos", señala la carta.
Destaca, además, que no es un trabajador voluntario que vino a ayudar al pueblo de Cuba, sino un profesional pagado por el gobierno norteamericano.
Por otra parte, Bolaños asegura que el apresado se encuentra en buenas condiciones físicas, recibe atención médica especializada, alimentación balanceada, acceso consular sistemático, visitas de amistades y personalidades políticas y religiosas.
También ha recibido visitas de su esposa y mantiene comunicación frecuente y estable con su familia.
Estas condiciones son muy distintas al régimen cruel de aislamiento impuesto a cinco antiterroristas cubanos en cárceles norteamericanas, precisa el diplomático.
Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y René González cumplen severas sanciones en Estados Unidos por monitorear grupos terroristas radicados en el sur de la Florida.
Los Cinco, como se les conoce mundialmente, llevan casi 14 años en cárceles norteamericanas por buscar información sobre grupos terroristas, la cual ayudó a salvar vidas en ambos países.
"No obtuvieron secretos del gobierno ni atentaron contra la seguridad de Estados Unidos", subraya el texto, publicado en la página de la Cancillería cubana.
Precisa, además, que los familiares de estos antiterroristas han enfrentado obstáculos para visitarlos, y dos de ellos (Gerardo y René) no han podido ver a sus esposas en ese tiempo.
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