jueves, 1 de diciembre de 2011

La escuela de cine de La Habana pide renovación


La renovación de los albergues estudiantiles es una de las prioridades de la escuela. Fotos Raquel Pérez
Con medio siglo de vida, la Escuela Internacional de Cine de Cuba es un referente en el Séptimo Arte. En sus aulas se han graduado más de 700 cineastas y dan charlas figuras como George Lucas o Steven Spielberg. Aunque nació como un centro gratuito la institución busca fuentes de financiamiento con matrículas, mientras reclama una renovación de sus instalaciones.
La escuela está herida pero no de muerte, según explica a BBC Mundo el Director Académico, Gerónimo Labrada, quien agrega que "nosotros no nos explicamos bien y algunos nos entendieron peor".
La alarma nace a partir de una carta publicada por el actual Director de la Escuela, Rafael Rosal, quien asegura que el centro docente "se encuentra a punto de colapsar" y necesita ayuda urgente "para frenar el deterioro de su infraestructura".
Labrada nos explica que en la escuela existen problemas concretos sobre todo en el transporte, en el mantenimiento de los edificios y en la renovación del equipamiento pero no hay ningún peligro de que se produzca un colapso.
En un recorrido por las instalaciones comprobamos que los cursos se mantienen y que se están reparando los apartamentos a pesar de que algunos alumnos confirman que hay cierto deterioro en las condiciones de vida respecto a años anteriores.

Renovar el equipamiento

Jerónimo Labrada, director académico de la escuela.
"No estamos cerca del colapso ni siquiera en crisis, es la única escuela de cine del mundo que tiene un claustro de 300 profesores de diferentes partes del mundo, de Australia, de la India, de EEUU, Francia, Reino Unido y América Latina", explica Labrada.
Agrega que "en esta escuela han impartido e imparten clases y talleres personalidades como su fundador, el escritor Gabriel García Márquez, Robert Redford, George Lucas, Francis Ford Coppola, Steven Spielberg y muchos otros cineastas de todo el mundo".
Los estudiantes entrevistados coinciden con Labrada en que "en el terreno académico no se ha sentido la crisis, los profesores han seguido llegando a pesar de los costos que eso significa para la escuela", nos dice Antonio Caro de Chile.
Sin embargo, Labrada acepta que existen problemas materiales, los autobuses son muy viejos, los edificios necesitan ser reparados, hay que construir otros para aumentar el número de talleres y es imprescindible una renovación del equipamiento.
La dirección de la escuela busca contribuciones financieras para solventar estos problemas, en concreto ayudas privadas y de organismos internacionales, además de que esperan que los países de origen de los estudiantes los apoyen pagando las becas.

700 cineastas

Desde su fundación en 1986, se han graduado 750 cineastas. En la actualidad cursan los 3 niveles 109 jóvenes provenientes de 25 países.
Algunos gobiernos africanos, además de Bolivia, Republica Dominicana, Brasil y Venezuela les otorgan becas.
La Escuela surgió como una iniciativa gratuita para formar cineastas latinoamericanos pero durante la crisis de los años 90 se comenzó a cobrar matrícula para aliviar la carga del gobierno cubano que financia un tercio del presupuesto.
"Cobramos 15.000 euros (US$ 20.000), que incluyen la formación académica, el alojamiento y la alimentación durante tres años", nos dice Labrada pero agrega que "esto no nos gusta porque limita el ingreso de mucha gente pobre con vocación por el cine".
"Desde su fundación en 1986, se han graduado 750 cineastas. En la actualidad cursan los tres niveles 109 jóvenes provenientes de 25 países."
Antonio Caro nos confiesa que "por ese dinero nunca hubiera podido estudiar esta carrera en otra parte del mundo, sobre todo porque incluyen alimentación y alojamiento. Probablemente en Chile no me hubiera alcanzado ni para pagar la matricula".
Cada estudiante cuesta 41 mil euros (US$ 55.000), una parte de los cuales se costea con el pago de la matrícula, otro monto importante proviene de los más de 40 talleres internacionales que se organizan cada año y el resto lo financia el gobierno cubano.
El nuevo enfoque económico de la isla implica también cambios para la Escuela Internacional de Cine. El estudiante Antonio Caro explica a BBC Mundo que "desde dentro se nota que se agudizó la situación económica".
"Acabo de ser informado de que las consultas médicas al exterior tienen que ser pagadas, hay dificultades para recibir productos alimenticios y las tesis ya no se pueden filmar en 35 mm como era tradicional", nos dice el joven chileno.
Posiblemente la palabra "colapso" haya sido exagerada o mal interpretada pero lo cierto es que la Escuela Internacional de Cine de Cuba necesita encontrar fuentes de financiamiento que le permitan adaptarse a los nuevos tiempos que se viven en el país anfitrión.

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