Esos que tanto
hablan de defender al pueblo cubano de la “cruel tiranía”. A
esos que se llenan la boca con las palabras Derechos Humanos y
Democracia, les quisiera decir:
Si tanta crueldad
fuera cierta, no se castiga a la víctima con las mismas armas del
victimario, no se quita el hambre provocando más hambre, ni se
libera de la violencia aplicando más violencia, ni se salva
condenando, ni se libera amedrentando, ni se ama odiando.
Como sabemos que
todo eso que ustedes afirman con tanta vehemencia, es solo la
justificación de algunos para tranquilizar sus conciencias, y de
otros, un negocio más. Porque intuimos que muchos tendrán,
seguramente, sus refrigeradores abarrotados, pero el alma vacía, y
ese es el verdadero infierno que les carcome por dentro. No le hagan
más daño a Cuba, a su gente, si un día salieron para mejorar sus
vidas, disfrútenlo y dejen a quienes decidieron quedar en nuestra
amada isla solucionar en paz sus cuitas. Si les preocupan sus
familiares y amigos, llevenselos con ustedes a su paraíso. Hoy nadie
se los impide. Basta ya de apoyar a quienes provocan y causan más
dolor a nuestros compatriotas.
José Martí
escribió: “Dos patrias tengo yo: Cuba y la noche”. Yo tengo
tres: Cuba, el amor y la vida. Así como el Apóstol se refugiaba en
sus patrias, que eran dos y una. Yo me refugio en las mías que son
tres y también una. Para él, la noche de los silencios que hablan,
de reponer fuerzas, de crecer, luego de las faenas del día. Para
mi, el amor y la vida, que fecundan el futuro, y siempre serán motor
de nuevas utopías, de nuevos mundos sin odios.
Cuba seguirá su
camino, seguirá avanzando, aún en aguas turbulentas. Vuestro mayor
castigo será ver como se aleja, cada vez más, del lugar donde la
quisieran ver amarrada. Ahí encontramos la verdadera razón de por
qué desean cada día detener su avance.
#NoMásBloqueo #NoMásTerrorismoContraCuba
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