Por Rafael Cuevas Molina
¿Se trata solamente de una entrevista mal preparada hecha por una periodista atolondrada y prejuiciada? Seguramente no. La Deutsche Welle ha venido decantándose hace algún tiempo por una actitud provocadora en relación con Cuba.
Pía Castro, argentina que trabaja en la televisora estatal alemana Deutsche Welle, entrevistó al cantautor cubano Silvio Rodríguez, exponente de primera línea de la Nueva Trova Cubana, quien amablemente la recibió en las instalaciones de los Estudios Ojalá en La Habana. La entrevista fue transmitida a América Latina el jueves 8 de setiembre en el programa Aquí estoy,en el que Castro entrevista regularmente a latinoamericanos residentes en Alemania que realizan alguna labor digna de destacar.
La entrevistadora tiene un estilo bastante atropellado, un poco atolondrado, de relacionarse con la persona con la que dialoga. En el caso de la entrevista que le hace a Silvio, ese atolondramiento se combinó con una serie de preguntas e insinuaciones que traslucían una actitud instigadora basada en un punto de vista construido desde el prejuicio. El mismo cantante se lo hizo ver en algún momento del encuentro.
¿Se trata solamente de una entrevista mal preparada hecha por una periodista atolondrada y prejuiciada? Seguramente no.
La Deutsche Welle ha venido decantándose hace algún tiempo por una actitud provocadora en relación con Cuba. La bloguera Yoani Sánchez, por ejemplo, tiene ahora un espacio permanente, también de entrevistas, llamado La voz de tus derechos. El solo hecho de poner en su programación a alguien que ha estado en la picota por sus actitudes hostiles hacia la Revolución Cubana, y que no ha tenido ningún empacho en departir y asociarse con los más rancio de la disidencia cubana afincada en Miami, que la ha invitado y con la que se ha fotografiado sonriente y en abierta camaradería, es una provocación.
El chileno Gonzalo Cáceres tiene otro programa dirigido a la audiencia latinoamericana: Claves; en él, convoca a analistas de diferentes países latinoamericanos para que se refieran a temas candentes de la actualidad. En Costa Rica, organizó uno sobre migración en Centroamérica.
La cita se llevó a cabo en un salón emblemático para los costarricenses, el Salón Dorado del Museo de Arte, y en ella participaron la señora directora de migración, la defensora de los estudiantes y un profesor universitario que ha dedicado buena parte de sus investigaciones al tema de las migraciones, especialmente de nicaragüenses hacia Costa Rica.
Pocos temas son de tanta actualidad en esta región del mundo. Son oleadas de mexicanos y centroamericanos que se trasladan legal y, sobre todo, ilegalmente, hacia los Estados Unidos, haciendo a la frontera entre México y ese país la más transitada del mundo. Pero el señor Cáceres insistía en referirse y centrar su atención en los 8 mil cubanos que, hace un par de meses, se aglomeraron en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua provenientes de Ecuador, preguntando a los entrevistados sobre las razones por las que migraban los cubanos, un tema en el que ninguno de ellos es experto y sobre el que no versaba la conversación.
Fuera del ámbito de la Deutsche Welle, la fundación Panter Stiftung (equivalente al Grupo Prisa de España) financió, y el periódico Taz organizó, un “workshop” respaldado por el ministerio de relaciones exteriores alemán en octubre del año pasado. A él fueron invitados especialmente los periodistas cubanos que han impulsado la iniciativa Periodismo de Barrio, dirigida por Elaine Díaz, para quien lo más provechoso de las recién retomadas relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos, según sus palabras retomadas por artículo de la Deutsche Welle, es que “legitiman las suyas con ONG extranjeras que financien Periodismo de Barrio”. Además, como si los organizadores del evento hubieran querido curarse en salud, declararon que habían invitado a los cubanos “más para un intercambio que para un entrenamiento”[1].
Las redes sociales y el famoso “periodismo independiente” constituyen ejes centrales de la nueva política de Occidente en contra de Cuba, enmarcada en el concepto de soft power impulsado especialmente por la administración norteamericana de Barak Obama, pero que ha hecho carrera en países como Alemania, que se encuentra en la primera línea de la ofensiva contra los procesos revolucionarios y progresistas de América Latina. Otro caso, que amerita un artículo aparte, es el de Venezuela y su tratamiento noticioso y en otros espacios de esta emisora estatal alemana.
La atolondrada de Pía Castro hizo una mala entrevista, a tal punto que a ratos daba vergüenza ajena, pero debemos ver más allá: fue una periodista torpe que sigue una línea editorial anticubana que a duras penas logra contener su actitud provocativa.
Nota
(1) Véase el artículo de la Deutsche Welle en: http://www.dw.com/es/periodistas-cubanos-en-berl%C3%ADn/a-18727947
(*) Rafael Cuevas Molina. Escritor, filósofo, pintor, investigador y profesor universitario nacido en Guatemala. Ha publicado tres novelas y cuentos y poemas en revistas.
Es catedrático e investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos (Idela) de la Universidad de Costa Rica y presidente AUNA-Costa Rica.
¿Se trata solamente de una entrevista mal preparada hecha por una periodista atolondrada y prejuiciada? Seguramente no. La Deutsche Welle ha venido decantándose hace algún tiempo por una actitud provocadora en relación con Cuba.
Pía Castro, argentina que trabaja en la televisora estatal alemana Deutsche Welle, entrevistó al cantautor cubano Silvio Rodríguez, exponente de primera línea de la Nueva Trova Cubana, quien amablemente la recibió en las instalaciones de los Estudios Ojalá en La Habana. La entrevista fue transmitida a América Latina el jueves 8 de setiembre en el programa Aquí estoy,en el que Castro entrevista regularmente a latinoamericanos residentes en Alemania que realizan alguna labor digna de destacar.
La entrevistadora tiene un estilo bastante atropellado, un poco atolondrado, de relacionarse con la persona con la que dialoga. En el caso de la entrevista que le hace a Silvio, ese atolondramiento se combinó con una serie de preguntas e insinuaciones que traslucían una actitud instigadora basada en un punto de vista construido desde el prejuicio. El mismo cantante se lo hizo ver en algún momento del encuentro.
¿Se trata solamente de una entrevista mal preparada hecha por una periodista atolondrada y prejuiciada? Seguramente no.
La Deutsche Welle ha venido decantándose hace algún tiempo por una actitud provocadora en relación con Cuba. La bloguera Yoani Sánchez, por ejemplo, tiene ahora un espacio permanente, también de entrevistas, llamado La voz de tus derechos. El solo hecho de poner en su programación a alguien que ha estado en la picota por sus actitudes hostiles hacia la Revolución Cubana, y que no ha tenido ningún empacho en departir y asociarse con los más rancio de la disidencia cubana afincada en Miami, que la ha invitado y con la que se ha fotografiado sonriente y en abierta camaradería, es una provocación.
El chileno Gonzalo Cáceres tiene otro programa dirigido a la audiencia latinoamericana: Claves; en él, convoca a analistas de diferentes países latinoamericanos para que se refieran a temas candentes de la actualidad. En Costa Rica, organizó uno sobre migración en Centroamérica.
La cita se llevó a cabo en un salón emblemático para los costarricenses, el Salón Dorado del Museo de Arte, y en ella participaron la señora directora de migración, la defensora de los estudiantes y un profesor universitario que ha dedicado buena parte de sus investigaciones al tema de las migraciones, especialmente de nicaragüenses hacia Costa Rica.
Pocos temas son de tanta actualidad en esta región del mundo. Son oleadas de mexicanos y centroamericanos que se trasladan legal y, sobre todo, ilegalmente, hacia los Estados Unidos, haciendo a la frontera entre México y ese país la más transitada del mundo. Pero el señor Cáceres insistía en referirse y centrar su atención en los 8 mil cubanos que, hace un par de meses, se aglomeraron en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua provenientes de Ecuador, preguntando a los entrevistados sobre las razones por las que migraban los cubanos, un tema en el que ninguno de ellos es experto y sobre el que no versaba la conversación.
Fuera del ámbito de la Deutsche Welle, la fundación Panter Stiftung (equivalente al Grupo Prisa de España) financió, y el periódico Taz organizó, un “workshop” respaldado por el ministerio de relaciones exteriores alemán en octubre del año pasado. A él fueron invitados especialmente los periodistas cubanos que han impulsado la iniciativa Periodismo de Barrio, dirigida por Elaine Díaz, para quien lo más provechoso de las recién retomadas relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos, según sus palabras retomadas por artículo de la Deutsche Welle, es que “legitiman las suyas con ONG extranjeras que financien Periodismo de Barrio”. Además, como si los organizadores del evento hubieran querido curarse en salud, declararon que habían invitado a los cubanos “más para un intercambio que para un entrenamiento”[1].
Las redes sociales y el famoso “periodismo independiente” constituyen ejes centrales de la nueva política de Occidente en contra de Cuba, enmarcada en el concepto de soft power impulsado especialmente por la administración norteamericana de Barak Obama, pero que ha hecho carrera en países como Alemania, que se encuentra en la primera línea de la ofensiva contra los procesos revolucionarios y progresistas de América Latina. Otro caso, que amerita un artículo aparte, es el de Venezuela y su tratamiento noticioso y en otros espacios de esta emisora estatal alemana.
La atolondrada de Pía Castro hizo una mala entrevista, a tal punto que a ratos daba vergüenza ajena, pero debemos ver más allá: fue una periodista torpe que sigue una línea editorial anticubana que a duras penas logra contener su actitud provocativa.
Nota
(1) Véase el artículo de la Deutsche Welle en: http://www.dw.com/es/periodistas-cubanos-en-berl%C3%ADn/a-18727947
(*) Rafael Cuevas Molina. Escritor, filósofo, pintor, investigador y profesor universitario nacido en Guatemala. Ha publicado tres novelas y cuentos y poemas en revistas.
Es catedrático e investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos (Idela) de la Universidad de Costa Rica y presidente AUNA-Costa Rica.
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