Edmundo García
Manuel
Lázaro Maroño, más conocido como “Manny”, es un descendiente de cubanos
que nació en Miami el 16 de noviembre de 1971. Comenzó una ascendente
carreta política hacia 1995, como comisionado más joven (23 años) de
Sweetwater, una municipalidad del condado de Miami Dade con unos 21 000
habitantes; de la que desde 1999 sería alcalde.
En
el 2010-2011 Manny Maroño decidió apoyar a Rick Scott en su carrera
para Gobernador de la Florida y este quedó tan contento que lo agregó a
su equipo de trabajo; sin necesidad de que se estableciera en
Tallahassee. Se dijo incluso que Scott, actual gobernador, pensó algún
día en Maroño como Vice Gobernador.
Con
unos 18 años acumulados en la política local de Miami, Maroño se
consideraba a sí mismo como un político intuitivo al que se le daban las
cosas con facilidad. Gozaba de cierta popularidad entre sus electores y
del apoyo del concejo de la ciudad de Sweetwater, del que formó parte
su propia madre Isolina Maroño; en el 2012 de forma interina, siendo
ratificada después como concejal en elecciones en mayo de este 2013. Con
un 77% del “voto ausente”.
Jennifer
Muñoz-Maroño, esposa, y Antero Espinosa, tío, también trabajan o han
trabajado para la ciudad de Sweetwater bajo la administración de Maroño.
Pero
toda esta carrera política se vino abajo cuando el martes 6 de agosto
pasado el FBI arrestó al alcalde Maroño bajo acusaciones de haber
recibido 40 mil dólares en sobornos. Posteriormente se dieron a conocer
otras violaciones éticas y legales conseguidas por el FBI a través de
múltiples operaciones encubiertas.
Junto
al cabildero Jorge L. Forte, el alcalde Maroño fue también acusado de
aceptar 60 mil dólares de supuestos representantes de una compañía
(ficticia) de Chicago llamada Sunshine Universal; quienes en verdad eran
agentes del FBI. Maroño tuvo negocios ilícitos aprovechando su cargo
público. Durante un tiempo fue propietario de empresas
remolcadoras que mediante un contrato (a veces verbal) con la ciudad se
apropiaban de autos a muy bajos precios, que luego revendían con amplios
márgenes de ganancia. En registros estatales Maroño aparece alguna vez
como codueño de la Upick Towing and Recovery, Inc y de Southland The
Towing Company.
En
un artículo del 7 de noviembre de este 2013 las periodistas Brenda
Medina y Melissa Sánchez informaron que al menos en 5 ocasiones Maroño
compró autos para comercializarlos en su beneficio personal. Negocio
redondo: Una camioneta Toyota podía salirle al político por 50 dólares, y
un bote marca Yamaha por 250 dólares. Luego, podía revender a su gusto.
Ante
estas y otras evidencias irrefutables Manny Maroño se declaró
recientemente culpable de cometer “fraude”; lo que le podría llevar a la
cárcel por 5 años. Primero fue acusado de “extorsión”, que podía
costarle hasta 20 años de prisión, pero posteriormente la Fiscalía
Federal del Distrito del Sur de la Florida le cambió el cargo. Pero esto
no fue lo único que hizo la Fiscalía por Maroño.
Desde
agosto hasta la fecha la prensa de Miami ha publicado más de dos
decenas de artículos sobre los actos de corrupción del ahora ex alcalde
de Sweetwater. Él mismo ha reconocido la decepción que ha causado entre
sus seguidores y lo indignada que está la opinión pública de Miami por
su conducta. Precisamente por todo esto la Fiscalía Federal del Sur de
la Florida le ha fijado sede al juicio de Maroño fuera de Miami, en la
ciudad de Fort Lauderdale del condado Broward, para que la justicia no
esté presionada por la prensa ni la opinión.
En
el proceso contra Los Cinco luchadores antiterroristas cubanos en
Miami, a pesar de tratarse de la misma Fiscalía Federal del Distrito del
Sur de la Florida, no se mantuvo el mismo rasero. Esa Fiscalía que por
su propia iniciativa buscó ahora para Maroño una sede justa y desligada
de la influencia de los medios, no actuó de igual forma en un proceso
donde hubo hasta congresistas federales que hicieron campaña para que
condenaran a Los Cinco.
En
el juicio a los héroes cubanos los abogados de su defensa pidieron
explícitamente el cambio de sede, por la presión que sobre los testigos,
los miembros del jurado (algunos fotografiados y perseguidos
amenazantemente hasta sus autos) y la misma jueza hacían políticos y
unos periodistas que como ya se conoce estaban siendo pagados por el
gobierno norteamericano, parte en el proceso, para crear un ambiente desfavorable a los antiterroristas cubanos.
Esto
es una nueva prueba de la injusticia cometida contra ellos. Por eso
suscribo las palabras del ex Fiscal de Estados Unidos Ramsey Clark, que
en el recién finalizado IX Coloquio Internacional por la Libertad de Los
Cinco en la ciudad de Holguín dijo: "No se podrá ignorar el mal que se
ha hecho con esta arbitraria decisión. El mal a estas personas hoy
detenidas. El mal a sus familias y el mal a las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Algún día en Estados Unidos tendremos que dar cuenta por este juicio errado".
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