AFP Ulrich Perre
Con el aumento de la insatisfacción por la política de la Unión Europea, Alemania corre el riesgo de ver cada vez más creadores de trabajo marchándose del país en busca de nuevas oportunidades.
El año pasado más de 130.000 ciudadanos alemanes se marcharon de su país a otro lugar, la cifra más alta registrada en las últimas décadas. Entre los destinos más populares para trasladarse se encuentran Suecia, EE.UU., Australia y Canadá, países lejanos a la Unión Europea y a las burocracias de Bruselas. La causa de esta estadística es una cierta incertidumbre sobre el futuro financiero de su país.
"Vamos a ver a los empresarios dejando Europa. Es 100 veces más fácil cerrar un negocio que abrir uno, es muy fácil bloquearlo. Las leyes no están hechas a favor de los creadores de trabajo", explica Peter Roth, abogado de Bavaria que se dirige a Nueva Zelanda.
Jens Blecker, dueño de un negocio de software, y su familia también forman parte del grupo de alemanes que abandonan su país en búsqueda de un futuro mejor. "Alemania es un buen lugar pero ahora el futuro parece muy oscuro y tenemos que marcharnos", dice Blecker.
Esta es la causa por la que vende su compañía de software y una empresa de alquiler por unos 2 millones de euros y junto con su familia se muda a Canadá para abrir un negocio nuevo.
"Lo único que ellos hacen es aumentar más y más la deuda y romper sus propias reglas. Basta con mirar las leyes que prohíben losrescates financieros y en cuanto les sirve políticamente simplemente lo tiran por la ventana. Como un hombre de negocios no me imagino un futuro seguro aquí", explica Jens Blecker.
La estadística muestra una tendencia triste no solo para Alemania, sino para toda Europa, y mientras los políticos de la Unión Europea intentan poner en marcha la máquina económica, la inmigración de los dueños de negocios podría dejarles sin un elemento muy importante.
(tomado de Rusia Today)
No hay comentarios:
Publicar un comentario