Integrantes del grupo Cuban American for Engagement (CAFE), exigieron la flexibilización de relaciones entre Washington y La Habana, y descalificaron a los legisladores de origen cubano en el Congreso de Estados Unidos.
Miembros del grupo de emigrados sostuvieron sendos encuentros en el Departamento de Estado y en las oficinas del Congreso, donde se pronunciaron a favor de políticas de mayor intercambio con Cuba, incluyendo el fin de las prohibiciones de viajar para todos los ciudadanos estadounidenses.
Los integrantes de CAFE reafirmaron ante las autoridades que esa comunidad de emigrados en este país no se siente representada por las posiciones de los cubanoamericanos que actualmente ostentan posiciones de senadores y congresistas en el Capitolio en Washington.
“Rechazamos explícitamente cualquier atribución ( de esos legisladores) a hablar por nuestra comunidad, refiriéndose a ella como un todo”, añadió el comunicado emitido por la agrupación.
Según el informe, en los encuentros con funcionarios de la diplomacia estadounidense y del Congreso , los miembros de CAFE recordaron que, de acuerdo a recientes sondeos, se aprecia un rechazo mayoritario a cualquier reversión de la flexibilización de viajes familiares y del contacto pueblo a pueblo, adoptados por la administración de de Barack Obama.
Durante el encuentro en el Departamento de Estado, CAFE reafirmó su oposición a cualquier política asentada en la Ley Helms-Burton, en lo cual aseguró coincidir con el sentir de la mayoría de los cubanos de la Isla y en la diáspora, y abogó por mantener los intercambios culturales entre ambas naciones.
Los emigrados cubanos también sostuvieron un encuentro con funcionarios de la sección de Intereses de Cuba en Estados Unidos.
El grupo CAFE está integrado por emigrados cubanos asentados en los estados de Florida, Illinois, Colorado, Massachusetts, New York, Virginia y Kentucky, y cuenta con el respaldo del Grupo de Trabajo Latinoamericano (LAWG según sus siglas en inglés) y de las Oficina Latinoamericana de Washington (WOLA).
Figuraron entre el grupo de activistas, el académico Arturo López-Levy y el doctor en física espacial Eduardo Araújo, de Colorado; el publicista Alejandro Barreras, de Florida; el analista financiero Andrés Ruiz y la doctora Romy Aranguiz, de Massachussets.
Estuvieron además, la activista política Ondine Quinn, de Kentucky; la doctora en lengua y literatura María Isabel Alfonso y el músico Benjamin Willis, de New York, y el empresario Ernesto Cabo, de Virginia.
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