Por: Reynaldo Cruz
Por ya bastante tiempo, el perenne proceso de cómo los peloteros cubanos son sacados ilegalmente de la isla para ser objeto de toda clase de situaciones y así ser elegibles para firmar contratos profesionales en el Béisbol Organizado ha estado lejos de ser un secreto. Y por casi el mismo tiempo, Major League Baseball no ha tomado cartas en este asunto, como mismo hicieron a finales de los años 80 y principios de los 90 con el escándalo de los esteroides. Sin embargo, el Departamento de Justicia y el Buró Federal de Investigaciones han decidido que es hora de que se haga algo al respecto y van a iniciar una investigación que puede llevar a los más drásticos cambios en los fichajes internacionales.
En las últimas décadas, muchos jugadores han encontrado la ruta del abandono ilegal de Cuba. Pero en cualquier caso, la participación de los famosos “buscones” ha sido crucial para acelerar sus documentos “legales” y ser desbloqueados por el gobierno de EE.UU. para convertirse en agentes libres. México, República Dominicana y Haití son clásicas rampas de lanzamiento para que los peloteros cubanos reciban un tratamiento expedito a la hora de recibir sus papeles y firmar rápidamente con clubes de MLB, de manera tal que puedan devolver el dinero a aquellos que “invirtieron” en que llegaran al Big Show.
Durante algún tiempo, los “buscones” o “manejadores” han estado ganando bastante dinero. Los peloteros cubanos, con su falta de conocimiento de cómo funciona la negociación de un contrato, cómo funciona la vida en el mundo capitalista, cómo funciona la MLB y cómo se deben manejar las finanzas, se convierten en presa fácil de los ya mencionados personajes. Mientras tanto, las Grandes Ligas han decidido ignorar el problema, e incluso el Gobierno norteamericano lo ha hecho al darle estatus de agente libre a peloteros cubanos que han estado sujetos a este irregular proceso. No se equivoquen, los peloteros cubanos son de hecho víctimas de estas actividades, pero son personas valiosas adquiridas ilegalmente. No obstante, admitir que tales actividades ocurren es en cierto modo admitir su incapacidad para llegar a un acuerdo con un país que antes de 1959 tenía la mayor presencia extranjera en las Mayores.
Según el artículo de Jon Werthen en Sports Illustrated con un reporte especial de Carl Prine, la evidencia:
… incluye grabaciones de video, fotografías, sumarios legales confidenciales, comprobantes de pago, copias de visas de peloteros y documentos de pasaportes, emails internos de clubes y comunicaciones privadas de ejecutivos de franquicias en 2015 y 2016.
Agrega además que:
Colectivamente, los documentos ofrecen una ventana vívida tanto a este bajo mundo y la termodinámica de la operación: Cómo contrabandistas caribeños trafican a nacionales cubanos a suelo americano usando estaciones de paso en terceros países. Cómo la tramitación ilegal transporta a los peloteros cubanos a escondites en países como Haití y México antes de que puedan buscar contratos con clubes de MLB. Cómo los equipos interactúan con los buscones, los agentes callejeros no regulados que muchas veces apuestan de manera financiera por peloteros latinoamericanos.
El atractivo de contratos millonarios y de jugar en el mejor torneo del mundo, hace imposible retener a todos los peloteros en la Serie Nacional. Además, las leyes norteamericanas no permiten que los deportistas cubanos sean contratados legalmente. Sin embargo, como sucede con cada ley, siempre hay “lagunas legales”. Digamos que en este asunto no hay zona gris.
Según otro trabajo, este de Sheryl Ring en FanGraphs, reconoce el tráfico humano en el deporte de las bolas y los strikes:
Hemos sabido por algún tiempo que el béisbol ha tenido un problema de tráfico humano, particularmente de peloteros cubanos. El caso de más alto perfil es tal vez el de Yasiel Puig.
El cienfueguero Puig fue víctima de una operación que involucró hasta amenazas de muerte si no pagaba a los que le “ayudaron” a firmar un contrato con los Dodgers. Su historia está marcada por la odisea que sufrió para poder jugar en la MLB y todas las distracciones ajenas al terreno de juego que tuvo, muchas de ellas relacionadas con este proceso sombrío.
Tal vez, una evidencia se vio en el libro de 2016 Cuba’s Baseball Defectors: The Inside Story (Desertores del Béisbol Cubano: la historia hasta ahora secreta), del recientemente fallecido Peter C. Bjarkman. En el libro, el autor dijo:
Fue el mercado en alza de los peloteros cubanos, aparejado a la cuestionable ética de las operaciones comerciales del deporte norteamericano, la principal causa y sustancia de la más rentable operación de tráfico humano de Norteamérica. Es todo un negocio sucio y peligroso, para los clubes de MLB parece ser preferentemente ignorado. El periodista Scott Eden brinda una esclarecedora frase del legendario scout de los Dodgers nacido en Cuba, Mike Brito (directamente involucrado en el fichaje de Puig) que refleja la quintaesencia misma: “Cómo salió de Cuba, no me importa,” comentó Brito. “Tampoco quiero averiguarlo. … Lo único que nos importa es cuando un muchacho está en un territorio en el que podamos firmarlo. Firmar peloteros y mantener mi boca cerrada. Mientras menos hables, menos te metes en problemas.”(1) No es exagerado afirmar que Brito acá habla como la voz mayoritaria de Major League Baseball.
Así que, en general, era un secreto a voces, más abierto que el que rondó en el infame escándalo de los esteroides.
Sin embargo, ha surgido una nueva forma de sacar a los peloteros de Cuba, una forma que es limpia y sin traumas, y que fue mencionada por el periodista cubano Reinaldo Taladrid en el programa llamado Al Duro y sin Guantes (2) de la televisión nacional cubana:
¿Qué pasa hoy? Pues que [los jugadores] salen de Cuba de manera legal por el aeropuerto con sus padres a buscar un buen contrato en el exterior. Por ejemplo, de los últimos equipos Cuba en las categorías 13–14, 15–16 y Juveniles, ¿cuántos peloteros quedan en el país? Tengo entendido que la cifra es bien baja.
Así que la idea inicial de que los peloteros cubanos comenzarían a escasear en la MLB (en la cual pensé personalmente cuando aparecieron las noticias sobre esta investigación) es para reírse, pero en el proceso para que ellos lleguen al béisbol profesional de manera más ordenada, los buscones se están quedando sin materia prima, o sin sujetos para explotar, aunque hay aún muchos peloteros cubanos varados en el debate de regresar a Cuba o esperar por un contrato fantasma que no ha aparecido y tal vez no lo haga jamás. Una vez que esos peloteros se decidan, los buscones dejarán de ser necesarios, y lo saben. ¿Cuán peligrosos se tornarán? ¿Cuán lejos llegarán? Las respuestas podrían asustar al mismísimo Padrino.
Pero aun sin la evidencia, asumir que los Dodgers tenían contacto directo con los buscones no es loco para nada. Hace unos años tenían en su organización a Yasmani Grandal, Yasiel Puig, Bárbaro Erisbel Arruebarruena, Alexander Guerrero, Héctor Olivera y Pablo Millán Fernández. Aunque puede que Grandal no haya sido objeto de nada relacionado con el tráfico humano, los otros sí cayeron en manos de esas personas (de manera directa o indirecta), pues todos abandonaron el país en botes ilegales.
Eso, más que una suposición, debía haber sido una señal de alarma cuando ocurrió. Es decir, tienen un equipo que ha firmado no a uno ni dos, sino a cinco peloteros que vienen originalmente del mismo país, y coincidentemente, ese país está fuertemente restringido en términos de fichajes… ¡¿y nada de eso les resulta sospechoso?! El Departamento de Justicia puede estar actuando ahora, pero cualquier medida que tomen está desfasada: cuando llegue el momento en que los cubanos varados fuera de Cuba y el béisbol profesional decidan qué hacer, los buscones apenas tendrán víctimas potenciales para extorsionar, amenazar, o “manejar”… y tal vez es hora ya de limpiar la casa antes de que esto suceda y se tornen más peligrosos.
Whitney McIntosh, de SB Nation hizo esta teoría más fuerte al escribir:
El que los equipos se tornen creativos, y posiblemente quebranten la ley, para evadir las leyes de fichajes internacionales de la liga y adquirir los mejores peloteros de América Latina no es algo nuevo. En años recientes, ha habido presión para que la liga limpie estas prácticas, pero ahora con el Departamento de Justicia involucrado, parece que está bien lejos del alcance de la liga, y las consecuencias podrían ser más serias que nunca antes.
El artículo de FanGraphs mencionado anteriormente va tan lejos como para mencionar la palabra RICO (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act: Ley de Chantaje Civil, Influencia y Organizaciones Criminales), una ley que se enfoca mayormente en el procesamiento de actividades de intimidación, que incluyen — entre muchas otras — violación de estatutos estatales en secuestro o extorsión (acá mencionamos las que más afectan el asunto en cuestión), al igual que “introducir, ayudar o asistir a extranjeros para entrar ilegalmente en el país (si la acción fue por una ganancia monetaria).” Por supuesto, también es necesario que haya involucrada una organización o empresa, que es lo que son los clubes de Grandes Ligas, y la peor parte — que afecta directamente a la gerencia de cualquier equipo que resulte involucrado — es que solamente “ordenar” los crímenes puede tenerse en cuenta para ser procesado bajo la Ley RICO.
Cada equipo de las Grandes Ligas estará bajo el microscopio, de eso no hay dudas, e incluso Major League Baseball puede estar sujeta a algo de escrutinio.
En el momento de la normalización de las relaciones durante la administración de Barack Obama, era casi obvio que querían hacer un pacto, pues Dan Halem, Vicepresidente de la MLB para Asuntos Legales, viajó a Cuba.
Antes, era virtualmente imposible para un pelotero cubano llegar al béisbol profesional sin tener que usar ninguno de los canales traseros mencionados anteriormente.
Al menos en el caso de los cubanos, los buscones y otros traficantes de personas están condenados de todas maneras. Otros países latinos no ofrecen blancos tan fáciles y valiosos por la mera razón de que sus ligas está afiliadas a la MLB, lo cual hace que sea fácil para los peloteros ser detectados, chequeados y firmados con muy pocos traumas. El paraíso que estaban creando colapsará muy pronto, y los equipos involucrados en estas operaciones harán todo lo que esté a su alcance para librarse.
En este minuto, los Dodgers y tal vez los Bravos están en serios problemas, no obstante otro equipo podría unirseles. Los peloteros cubanos son el blanco favorito, pero no el único. Lo que suceda luego de la investigación podría redefinir cómo se firman o fichan los peloteros internacionales… o tal vez el status quo no cambie nunca. Después de todo, el núcleo de la investigación es algo que los cubanos que saben de béisbol y muchos norteños que han estado escribiendo sobre los latinos y cómo son fichados han sabido por años.
Una cosa es cierta, el resultado de esta investigación expondrá definitivamente algunos de los más oscuros secretos que rodean al tráfico de personas y a la MLB, y tal vez también a algunas personas que han estado moviendo los hilos. Sin un acuerdo entre ambas partes, el futuro de los peloteros cubanos parece incierto. Pero la resolución de este problema con certeza limpia la atmósfera… y hace que ese acuerdo sea más posible que nunca antes.
Notas:
(1) Scott Eden (“No One Walks Off the Island”), 17 de abril de 2014.
(2) Al Duro y Sin Guantes es un programa televisivo de Cuba en el que se discuten ciertos temas. Aunque en años recientes los comentaristas y analistas en cámara se han ganado la reputación de edulcorar asuntos serios sobre la realidad deportiva cubana, este show específico fue altamente calentado por las observaciones de Taladrid. (Nota del Autor)
(Tomado de Universo Béisbol)
Por ya bastante tiempo, el perenne proceso de cómo los peloteros cubanos son sacados ilegalmente de la isla para ser objeto de toda clase de situaciones y así ser elegibles para firmar contratos profesionales en el Béisbol Organizado ha estado lejos de ser un secreto. Y por casi el mismo tiempo, Major League Baseball no ha tomado cartas en este asunto, como mismo hicieron a finales de los años 80 y principios de los 90 con el escándalo de los esteroides. Sin embargo, el Departamento de Justicia y el Buró Federal de Investigaciones han decidido que es hora de que se haga algo al respecto y van a iniciar una investigación que puede llevar a los más drásticos cambios en los fichajes internacionales.
En las últimas décadas, muchos jugadores han encontrado la ruta del abandono ilegal de Cuba. Pero en cualquier caso, la participación de los famosos “buscones” ha sido crucial para acelerar sus documentos “legales” y ser desbloqueados por el gobierno de EE.UU. para convertirse en agentes libres. México, República Dominicana y Haití son clásicas rampas de lanzamiento para que los peloteros cubanos reciban un tratamiento expedito a la hora de recibir sus papeles y firmar rápidamente con clubes de MLB, de manera tal que puedan devolver el dinero a aquellos que “invirtieron” en que llegaran al Big Show.
Durante algún tiempo, los “buscones” o “manejadores” han estado ganando bastante dinero. Los peloteros cubanos, con su falta de conocimiento de cómo funciona la negociación de un contrato, cómo funciona la vida en el mundo capitalista, cómo funciona la MLB y cómo se deben manejar las finanzas, se convierten en presa fácil de los ya mencionados personajes. Mientras tanto, las Grandes Ligas han decidido ignorar el problema, e incluso el Gobierno norteamericano lo ha hecho al darle estatus de agente libre a peloteros cubanos que han estado sujetos a este irregular proceso. No se equivoquen, los peloteros cubanos son de hecho víctimas de estas actividades, pero son personas valiosas adquiridas ilegalmente. No obstante, admitir que tales actividades ocurren es en cierto modo admitir su incapacidad para llegar a un acuerdo con un país que antes de 1959 tenía la mayor presencia extranjera en las Mayores.
Según el artículo de Jon Werthen en Sports Illustrated con un reporte especial de Carl Prine, la evidencia:
… incluye grabaciones de video, fotografías, sumarios legales confidenciales, comprobantes de pago, copias de visas de peloteros y documentos de pasaportes, emails internos de clubes y comunicaciones privadas de ejecutivos de franquicias en 2015 y 2016.
Agrega además que:
Colectivamente, los documentos ofrecen una ventana vívida tanto a este bajo mundo y la termodinámica de la operación: Cómo contrabandistas caribeños trafican a nacionales cubanos a suelo americano usando estaciones de paso en terceros países. Cómo la tramitación ilegal transporta a los peloteros cubanos a escondites en países como Haití y México antes de que puedan buscar contratos con clubes de MLB. Cómo los equipos interactúan con los buscones, los agentes callejeros no regulados que muchas veces apuestan de manera financiera por peloteros latinoamericanos.
El atractivo de contratos millonarios y de jugar en el mejor torneo del mundo, hace imposible retener a todos los peloteros en la Serie Nacional. Además, las leyes norteamericanas no permiten que los deportistas cubanos sean contratados legalmente. Sin embargo, como sucede con cada ley, siempre hay “lagunas legales”. Digamos que en este asunto no hay zona gris.
Según otro trabajo, este de Sheryl Ring en FanGraphs, reconoce el tráfico humano en el deporte de las bolas y los strikes:
Hemos sabido por algún tiempo que el béisbol ha tenido un problema de tráfico humano, particularmente de peloteros cubanos. El caso de más alto perfil es tal vez el de Yasiel Puig.
El cienfueguero Puig fue víctima de una operación que involucró hasta amenazas de muerte si no pagaba a los que le “ayudaron” a firmar un contrato con los Dodgers. Su historia está marcada por la odisea que sufrió para poder jugar en la MLB y todas las distracciones ajenas al terreno de juego que tuvo, muchas de ellas relacionadas con este proceso sombrío.
Tal vez, una evidencia se vio en el libro de 2016 Cuba’s Baseball Defectors: The Inside Story (Desertores del Béisbol Cubano: la historia hasta ahora secreta), del recientemente fallecido Peter C. Bjarkman. En el libro, el autor dijo:
Fue el mercado en alza de los peloteros cubanos, aparejado a la cuestionable ética de las operaciones comerciales del deporte norteamericano, la principal causa y sustancia de la más rentable operación de tráfico humano de Norteamérica. Es todo un negocio sucio y peligroso, para los clubes de MLB parece ser preferentemente ignorado. El periodista Scott Eden brinda una esclarecedora frase del legendario scout de los Dodgers nacido en Cuba, Mike Brito (directamente involucrado en el fichaje de Puig) que refleja la quintaesencia misma: “Cómo salió de Cuba, no me importa,” comentó Brito. “Tampoco quiero averiguarlo. … Lo único que nos importa es cuando un muchacho está en un territorio en el que podamos firmarlo. Firmar peloteros y mantener mi boca cerrada. Mientras menos hables, menos te metes en problemas.”(1) No es exagerado afirmar que Brito acá habla como la voz mayoritaria de Major League Baseball.
Así que, en general, era un secreto a voces, más abierto que el que rondó en el infame escándalo de los esteroides.
Sin embargo, ha surgido una nueva forma de sacar a los peloteros de Cuba, una forma que es limpia y sin traumas, y que fue mencionada por el periodista cubano Reinaldo Taladrid en el programa llamado Al Duro y sin Guantes (2) de la televisión nacional cubana:
¿Qué pasa hoy? Pues que [los jugadores] salen de Cuba de manera legal por el aeropuerto con sus padres a buscar un buen contrato en el exterior. Por ejemplo, de los últimos equipos Cuba en las categorías 13–14, 15–16 y Juveniles, ¿cuántos peloteros quedan en el país? Tengo entendido que la cifra es bien baja.
Así que la idea inicial de que los peloteros cubanos comenzarían a escasear en la MLB (en la cual pensé personalmente cuando aparecieron las noticias sobre esta investigación) es para reírse, pero en el proceso para que ellos lleguen al béisbol profesional de manera más ordenada, los buscones se están quedando sin materia prima, o sin sujetos para explotar, aunque hay aún muchos peloteros cubanos varados en el debate de regresar a Cuba o esperar por un contrato fantasma que no ha aparecido y tal vez no lo haga jamás. Una vez que esos peloteros se decidan, los buscones dejarán de ser necesarios, y lo saben. ¿Cuán peligrosos se tornarán? ¿Cuán lejos llegarán? Las respuestas podrían asustar al mismísimo Padrino.
Pero aun sin la evidencia, asumir que los Dodgers tenían contacto directo con los buscones no es loco para nada. Hace unos años tenían en su organización a Yasmani Grandal, Yasiel Puig, Bárbaro Erisbel Arruebarruena, Alexander Guerrero, Héctor Olivera y Pablo Millán Fernández. Aunque puede que Grandal no haya sido objeto de nada relacionado con el tráfico humano, los otros sí cayeron en manos de esas personas (de manera directa o indirecta), pues todos abandonaron el país en botes ilegales.
Eso, más que una suposición, debía haber sido una señal de alarma cuando ocurrió. Es decir, tienen un equipo que ha firmado no a uno ni dos, sino a cinco peloteros que vienen originalmente del mismo país, y coincidentemente, ese país está fuertemente restringido en términos de fichajes… ¡¿y nada de eso les resulta sospechoso?! El Departamento de Justicia puede estar actuando ahora, pero cualquier medida que tomen está desfasada: cuando llegue el momento en que los cubanos varados fuera de Cuba y el béisbol profesional decidan qué hacer, los buscones apenas tendrán víctimas potenciales para extorsionar, amenazar, o “manejar”… y tal vez es hora ya de limpiar la casa antes de que esto suceda y se tornen más peligrosos.
Whitney McIntosh, de SB Nation hizo esta teoría más fuerte al escribir:
El que los equipos se tornen creativos, y posiblemente quebranten la ley, para evadir las leyes de fichajes internacionales de la liga y adquirir los mejores peloteros de América Latina no es algo nuevo. En años recientes, ha habido presión para que la liga limpie estas prácticas, pero ahora con el Departamento de Justicia involucrado, parece que está bien lejos del alcance de la liga, y las consecuencias podrían ser más serias que nunca antes.
El artículo de FanGraphs mencionado anteriormente va tan lejos como para mencionar la palabra RICO (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act: Ley de Chantaje Civil, Influencia y Organizaciones Criminales), una ley que se enfoca mayormente en el procesamiento de actividades de intimidación, que incluyen — entre muchas otras — violación de estatutos estatales en secuestro o extorsión (acá mencionamos las que más afectan el asunto en cuestión), al igual que “introducir, ayudar o asistir a extranjeros para entrar ilegalmente en el país (si la acción fue por una ganancia monetaria).” Por supuesto, también es necesario que haya involucrada una organización o empresa, que es lo que son los clubes de Grandes Ligas, y la peor parte — que afecta directamente a la gerencia de cualquier equipo que resulte involucrado — es que solamente “ordenar” los crímenes puede tenerse en cuenta para ser procesado bajo la Ley RICO.
Cada equipo de las Grandes Ligas estará bajo el microscopio, de eso no hay dudas, e incluso Major League Baseball puede estar sujeta a algo de escrutinio.
En el momento de la normalización de las relaciones durante la administración de Barack Obama, era casi obvio que querían hacer un pacto, pues Dan Halem, Vicepresidente de la MLB para Asuntos Legales, viajó a Cuba.
Antes, era virtualmente imposible para un pelotero cubano llegar al béisbol profesional sin tener que usar ninguno de los canales traseros mencionados anteriormente.
Al menos en el caso de los cubanos, los buscones y otros traficantes de personas están condenados de todas maneras. Otros países latinos no ofrecen blancos tan fáciles y valiosos por la mera razón de que sus ligas está afiliadas a la MLB, lo cual hace que sea fácil para los peloteros ser detectados, chequeados y firmados con muy pocos traumas. El paraíso que estaban creando colapsará muy pronto, y los equipos involucrados en estas operaciones harán todo lo que esté a su alcance para librarse.
En este minuto, los Dodgers y tal vez los Bravos están en serios problemas, no obstante otro equipo podría unirseles. Los peloteros cubanos son el blanco favorito, pero no el único. Lo que suceda luego de la investigación podría redefinir cómo se firman o fichan los peloteros internacionales… o tal vez el status quo no cambie nunca. Después de todo, el núcleo de la investigación es algo que los cubanos que saben de béisbol y muchos norteños que han estado escribiendo sobre los latinos y cómo son fichados han sabido por años.
Una cosa es cierta, el resultado de esta investigación expondrá definitivamente algunos de los más oscuros secretos que rodean al tráfico de personas y a la MLB, y tal vez también a algunas personas que han estado moviendo los hilos. Sin un acuerdo entre ambas partes, el futuro de los peloteros cubanos parece incierto. Pero la resolución de este problema con certeza limpia la atmósfera… y hace que ese acuerdo sea más posible que nunca antes.
Notas:
(1) Scott Eden (“No One Walks Off the Island”), 17 de abril de 2014.
(2) Al Duro y Sin Guantes es un programa televisivo de Cuba en el que se discuten ciertos temas. Aunque en años recientes los comentaristas y analistas en cámara se han ganado la reputación de edulcorar asuntos serios sobre la realidad deportiva cubana, este show específico fue altamente calentado por las observaciones de Taladrid. (Nota del Autor)
(Tomado de Universo Béisbol)
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