La luz siempre
acompaña al Apostol, aún en los días fríos y de largas sombras,
aún en aquellos más oscuros, casi noches, días de odio y muerte,
porque hay una luz que sale de lo más profundo de las almas buenas,
y con ella, él cubre a quienes se le acercan.
"Mi país es pobre, mi piel mejunje, mi gobierno proscrito, mis huestes utópicas." Silvio Rodríguez
viernes, 29 de enero de 2016
Ofrenda floral por el 163 Aniversario del natalicio de José Martí
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