Por:
Alice Walker
“Ninguna revolución ha significado tanto para mí como la cubana.
Me encuentro entre millones por todo el mundo que, bien nacidos en la
pobreza o comprendiendo sus causas, han empeñado su compromiso con una
forma de vida que no aplasta a los pobres de modo sádico o avaricioso.
Durante cuatro visitas y una cantidad igual de décadas he sido testigo
del daño destructivo que el bloqueo norteamericano
ha causado a uno de los pueblos más nobles de la tierra. Ha sido algo
que desgarra el alma. Sin embargo, el corazón se renueva por la acción
de la continua admiración, el respeto y el amor.
No he leído el libro de Lamrani,
pero por muchos años he seguido sus escritos sobre Cuba. Me ha
maravillado su dedicación al presentar las interminables mentiras en
torno a Cuba y su revolución y he sentido agradecimiento por hallar
alguien con tal coraje y habilidad siempre en apoyo de lo que es
verdadero.
Considero a Cuba como una revolución ilustrativa. Justo como, por
allá por los 60, los jóvenes cubanos se fueron a las montañas y valles
de su país para enseñar a leer a cada persona que lo deseara, nosotros,
que enfrentamos una crisis mundial sin paralelo en la historia humana
—hasta donde la mayoría sabemos—, debemos empeñarnos por aprender todo
lo que podamos sobre cómo sobrevivir en tanto seres humanos a la brutal
dictadura de los bancos, la violencia militar y económica así como la
avaricia. Este libro quizás sea un comienzo inteligente.”
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