por José Conde Masdiaz
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La llegada de la World Wide Web en 1993 implicó un paso de avance significativo, para acercar las fronteras, la información, el conocimiento en el mundo. No obstante, ese momento llegó para Cuba en tiempos difíciles, el Campo Socialista acababa de ser historia del pasado, y contra la isla se recrudecían los intentos de asfixiarla con leyes que reforzaban el Bloqueo de los Estados Unidos. La alimentación era escasa, largas horas sin electricidad (así decíamos que lo que teníamos no eran apagones, sino alumbrones), la moneda se devaluaba por día, las fábricas dejaban de producir, en fin que las prioridades en la sociedad estaban centradas en sobrevivir. No obstante a todas esas dificultades, gracias a la solidaridad de manos amigas, el desarrollo en el mundo de las comunicaciones y la computación no se detuvo, recuerdo que, ya a mediados del Periodo Especial (nombre con el que se designó a los peores años de la década de los 90) usábamos correo electrónico en nuestro trabajo, con módem de 56K y programas como Eudora.
Sin embargo, el desarrollo en el campo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en los últimos 20 años ha sido vertiginoso, y Cuba, sin dudas, no ha podido ir a la misma velocidad que países con menos dificultades para acceder al mercado mundial. No debemos dejar de mencionar la prohibición expresa que tiene la isla (ya desde principios de los años 60 del pasado siglo), al uso de la tecnología, los medios tecnológicos y de comunicación controlados por compañías estadounidenses. Así cuestiones tan simples como el correo postal y la telefonía no se realizan de manera directa entre ambas naciones, y ese es el mismo motivo por el que Cuba no puede acceder a los cables de fibra óptica que pasan apenas a una treintena de kilómetros de sus costas (ver figura 1), lo que ha retrasado su conectividad, pues ha visto limitado su conexión a Internet solo a la vía satelital, que lo encarece. Para un europeo poco informado esto puede parecer una simple justificación del régimen cubano, pero cuando hoy se habla de brecha digital, la cantidad de países pobres que se ven limitados es bastante significativa y según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones afecta a más de 4.500 millones de personas en el mundo. El periódico español El Mundo escribe en sus páginas:
“La población europea es la más conectada del mundo, con un 77% de penetración; seguida de América, con un 61%. Sin embargo, las regiones con menos acceso a la mayor biblioteca del mundo son Asía y el Pacífico, con un 32% de penetración y África donde no supera el 16%.
El gran desafío de hacer desaparecer esta brecha y crear un mundo globalmente conectado deberá ser afrontado al mismo tiempo que el de mejorar una tecnología que debe dar cabida de forma progresiva a un mayor volumen de informaciones.”
Gráfico tomado de Internet |
Seguramente se preguntará, por qué ahora la apertura de los locales públicos de acceso a Internet y no desde hace años atrás. Quizás la respuesta la encontremos en el cable de fibra óptica que une a Cuba y Venezuela desde 2012 y su puesta en operatividad en meses recientes. Dicho cable, nombrado ALBA 1, fue colocado gracias a la colaboración del país sudamericano y no solo le ofrece servicios a la isla grande del caribe, sino también a Jamaica, en medio del proceso integracionista impulsado por el desaparecido líder bolivariano Hugo Chávez. Como han aclarado las autoridades cubanas, aunque el cable no solucione toda las dificultades, abre un camino a una conectividad más estable y eficaz del país a la Internet. Este acontecimiento ha sido la razón que se haya posibilitado, desde el pasado 4 de junio, la apertura de más de 180 lugares públicos de acceso a Internet en todo el país. En una primera etapa, se habilitaron en las ya existentes oficinas de ETECSA (Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A.) un espacio para acceder a Internet, con equipamiento moderno y condiciones confortables. Grata fue la sorpresa al visitar el local de mi pueblo, en el mismo “centro” lo que facilita llegar a él, además un cómodo sofá para si hay necesidad de esperar, pues hay tres PCs disponibles, aunque la población es pequeña (ca. 10000 habitantes) y no todos pueden darse el lujo de contratar una hora de Internet (4,50 CUC), un precio elevado para el salario común de las personas del lugar. Por eso me aventuré a preguntar, y la muchacha gentilmente nos dijo que según sus cálculos un promedio de cinco personas lo usaban diariamente, el cura del pueblo, un alemán que vive allí y otros lugareños. El proceso es bastante sencillo, en la recepción se compra una tarjeta prepagada (existen dos tipos, una desechable luego del uso de la hora, otra recargable que ofrece además una cuenta de correo electrónico bajo el dominio Nauta), con los códigos ocultos e inmediatamente uno puede pasar a las máquinas si están disponibles. Si por casualidad estuviesen ocupadas, el ambiente es agradable, sobre todo la climatización del lugar hace casi deseable la espera, si uno pensara los 30 grados que esperan afuera.
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Cuándo le pregunté a Armandito por el acceso a Internet, no me podía dar información, pues usa generalmente accesos desde centros de trabajo, que no tiene que pagar, aunque según él “allí la conexión es mucho más lenta”.
Según Wilfredo González, viceministro de comunicaciones vienen a corto y mediano plazo muchas más facilidades para el ciudadano común, como son el acceso desde los hogares, en cuantos a los precios dijo:
“estamos concientes de que la tarifa inicial de este servicio es alta y se trabaja para que en la medida de que ETECSA pueda ir recuperando la inversión realizada en la infraestructura ir abaratando el servicio de Internet a la población, como en su momento se hizo con la telefonía móvil”
No obstante, blogueros de la Blogosfera Cubana levantaron su voz por la falta de un cronograma más preciso en estas aclaraciones. Así lo expresó uno de ellos:
„Es solo una pregunta: ¿cuándo? Es necesaria, más bien imprescindible. ¿No existe un cronograma? Entiendo por los argumentos escuchados de boca de un directivo de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba en el programa radio-televisivo Mesa Redonda que SI, que está diseñado, que se vienen ejecutando inversiones sin pausa. Pero si vamos a informar ¿por qué hacerlo a medias?
¿Acaso frases como “estamos estudiando”, “si, pudiera ser”, “estamos en eso”, “si, efectivamente”, “estamos trabajando”, son las respuestas que el pueblo merece? Obviamente, NO. ¿De qué manera podemos hacer contraloría de las instituciones que responden al pueblo si no conocemos de proyectos concretos y cronogramas de ejecución? (...)
Si bien nos hace daño –y mucho– el bloqueo de EEUU a nuestro pueblo, también causa molestias y hasta indignación no recibir todas las respuestas de una institución de nuestro gobierno, que se debe al poder popular, o sea, al poder del pueblo.
Nuestros servidores públicos hablan con la verdad, como nos han enseñado Fidel y Raúl, entonces por qué andar con secretismos absurdos si estoy convencido existe un cronograma para que en primera instancia la RED CUBA llegue a la mayoría de los cubanos y que mediante las diferentes variantes, INTERNET entre a los hogares cubanos.
Reafirmamos el problema de la última milla de conexión telefónica, sin embargo, otras variantes, económicamente menos complejas no se ven como las prioridades. Los 4.50 CUC por hora de las tarjetas Nauta, aparecen como una opción onerosa, como para una urgencia, pero alejada de la mayoría de los bolsillos cubanos.“
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