El acto criminal perpetrado el 4 de septiembre de aquel año, como parte de la campaña de terror organizada y financiada por la CIA contra instalaciones turísticas capitalinas, cercenó la vida de Fabio a los 32 años de edad. Su madre ha muerto sin ver aplicada la justicia contra quien lo ordenó directamente: el terrorista confeso Luis Posada Carriles.
"Ese italiano estaba en un lugar y en un momento equivocado, pero
yo duermo como un bebé", declaró Posada, quien hoy se pasea
impunemente por las calles de Miami, amparado por las autoridades
estadounidenses. (SE)
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