lunes, 24 de febrero de 2020

Da tristeza la pobreza moral y humana.

Da tristeza, que aparezca un comentario, en la página web del Instituto Iberoamericano de Berlín, en que se glorifique y aplaudan hechos vandálicos contra monumentos a José Martí, Héroe Nacional de Cuba. Institución que tiene entre uno de sus deberes, la divulgación y protección en el ámbito germano, de la obra de los próceres latinoamericanos. Martí, es respetado y querido por la mayoría de los cubanos, tanto en la isla como en la emigración. Incluso por quienes se adversan en cuestiones políticas.

Da tristeza, si, pero no la tristeza de acongojamiento y aflicción, sino de esa que alimenta el alma, ante la pena por la pobreza humana de otros. Martí que es cultura, amor y alma de la nación Cubana no puede ser manchado, porque su vida y su legado son impolutos. Se manchan si, quienes atenten contra su memoria, no por sagrada o de santoral católico romano, sino por la sencilla razón que él mismo definiera en una de sus frases más emblemáticas: “Honrar, honra”. Porque la gratitud y el reconocimiento al otro, son dos valores éticos que trascienden las culturas y los contextos sociales y políticos.


De las palabras escritas por el Sr. Schumann, que en buen cubano pudiéramos llamar de simple tontería pedante, con fascinación por lo vulgar y de mal gusto, me gustaría resaltar dos usadas en su panfleto: Clandestinos y Resistencia Cultural.

Clandestinos? De verás? Aunque se hicieron llamar así quienes ejecutaron y quienes financiaron los actos vandálicos, casi sin haber pasado las dos semanas de su primer “golpe” ya estaban descubiertos y era revelado todo el entramado de dinero, pagos, modus operandi y complicidades de organizaciones que el Gobierno de los USA utiliza para este tipo de trabajo contra Cuba. No hay que olvidar, que son varios millones anuales del Estado, que la nación del norte dispone para subvertir, financiar y comprar conciencias contra nuestra patria. Clandestinos fueron los hermanos Frank y Josué País, Machadito, Joe, Fructuoso, Carbó Serviá, las hermanas Giralt, Oscar Lucero y muchos otros, entre ellos también mi abuelo, que viviendo al lado de un Coronel de la tiranía batistiana, con una posta que hacia ronda en la calle, imprimía las octavillas del movimiento 26 de Julio en su imprenta, a riesgo de su propia vida. Clandestinos los de la sangre de puerco? No jodas (disculpen la expresión es puramente coloquial).

Resistencia Cultural?, es la expresión que más me ha gustado. Simplemente debiera quedar en el diccionario de las antítesis. Eso no es resistencia y mucho menos cultural. Resistencia es lo que desde hace más de 60 años realiza el pueblo cubano, ante un Bloqueo financiero y económico del país más poderoso de la tierra contra la isla caribeña, causante de cientos de miles de millones en perdidas económicas, y mucho más importante, porque detrás de cada uno de esos números, de cada centavo, hay un niño cubano, una mujer, un anciano, un trabajador que no ha podido vivir y desarrollarse a plenitud, sin embargo, a su vez, ello no le ha sido impedimento para sonreír, soñar y realizarse dignamente. Pero, podrán saber lo que es dignidad, quienes trafican con el dolor del pueblo cubano, quienes los financian y quienes los aplauden? Estoy seguro que no. Si habláramos de resistencia cultural, hoy, en este mundo globalizado, no para proteger las culturas y la diversidad, sino para expandir el comercio y las ganancias, para idiotizar y estandarizar los gustos y la cultura, efectos de los que no escapan ni las milenarias culturas europeas, entonces habría que hablar de Cuba, y de ese pueblo agredido y aguerrido, que se resiste al Mainstream de los poderosos.

Ud. Sr. Schumann, con sus aplausos a la ignominia, se ha irrespetado a si mismo, y a todo el saber que quizás pudo haber acumulado en su vida, pero el saber, cuando es solo un proceso de acumulación, y no nos hace mejores seres humanos, más allá de las ideologías y los credos, es pura vanidad y semilla estéril. Ud. también nos da tristeza.


Dip. Th. José Conde Masdiaz

Presidente

Asociación La Estrella de Cuba 
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Escrito del Sr. Schumann aparecido en el portal del Instituto Iberoamericano de Berlín:


Clandestinos – Kultureller Widerstand in Kuba

Von Peter B. Schumann

Nachdem 2018 die alte Garde um Raúl Castro einer jüngeren Generation die Regierungsgeschäfte überlassen hatte, erwarteten viele Beobachter eine innenpolitische Entspannung. Doch das Gegenteil ist eingetreten. Zwar wurden die Möglichkeiten für private Geschäfte erweitert, aber zugleich wurde der kulturelle Spielraum durch neue Auflagen noch stärker reglementiert und die Repression gegen regimekritische Aktivitäten verschärft. Doch die Kulturschaffenden lassen sich nicht unterkriegen – wie die Clandestinos zeigen.

Clandestinos/ Illegale nennt sich die Gruppe, die seit Wochen den kubanischen Staatssicherheitsapparat an der Nase herumführt. Ihr Erkennungszeichen ist die Guy-Fawkes-Maske der Anonymous-Bewegung. In der Silvesternacht haben die Clandestinos eine Reihe von Büsten des Nationalhelden José Martí mit Schweineblut übergossen und seither regelmäßig auf Videos im Internet zum Widerstand gegen das Regime aufgerufen.

Oppositionelle Künstlerinnen und Künstler wie Tania Bruguera oder Luis Manuel Otero Alcántara haben in den letzten Jahren immer wieder gegen die Zensur und für die Meinungsfreiheit demonstriert. Sie haben ihre Aktionen in aller Öffentlichkeit durchgeführt und diverse Schikanen und sogar Gefängnishaft erlitten. Doch ein solcher anonymer Angriff, der zum Handeln animiert, ist neu. Entsprechend massiv reagierte das offizielle Cuba. In allen Institutionen, deren Martí-Büsten betroffen waren, fanden sogleich revolutionäre Treueschwüre statt. Der Staatssicherheitsdienst hat auch rasch zwei Täter ausgemacht, sie im Fernsehen vorgeführt und das Ganze als „konterrevolutionäres Verbrechen“ deklariert, bezahlt vom Exil in Miami. Der Reportage im staatlichen Nachrichten-Programm fehlte nicht nur durch sein Machart jegliche Glaubwürdigkeit. Zu oft hat dieser ‚Dienst‘ auch Fakten und ganze Fälle manipuliert. Außerdem tauchen auch heute noch in verschiedenen Städten mit roter Farbe übergossene Martí-Büsten und sogar Fidel-Plakate auf.

„Wir sind mit keiner bekannten politischen Bewegung verbunden. Wir handeln aus dem Untergrund. Unsere Botschaft an die Diktatur ist klar: Wir sind viele, und wir werden nicht aufhören.“

Solche Aussagen von Clandestinos über ihre fortgesetzten Aktivitäten müssen das System verunsichert haben, denn es konnte deren Kampagne bisher nicht verhindern. Statt dessen sperrte ETECSA, das staatliche Telekommunikationsmonopol, ein Wochenende lang den Zugang zu den Portalen sämtlicher regimekritischer Medien: ein massiver Einschüchterungsversuch gegen die an Repressalien gewöhnte alternative Presse auf der Insel. Außerdem verhaftete die kubanische Stasi für kurze Zeit eine Reihe von Aktivisten, die auf ihren Facebook-Seiten Fotos der Clandestinos verbreitet haben, weil sie damit „Delinquenten“ unterstützt hätten. Unter ihnen den Performer Luis Manuel Otero Alcántara.

„Ich bin kein Delinquent, sondern ein Künstler, ein Bürger, der für die Freiheit Cubas kämpft und für eine glückliche Zukunft der Kubaner, damit sie nicht mehr in Massen emigrieren und sich nicht mehr prostituieren müssen, damit sie wieder Hoffnung fassen und eine Lösung für ihre Probleme vor Augen haben.

Die Provokationen von Clandestinos sind zwar nur Nadelstiche. Sie veranschaulichen jedoch, dass selbst ein scheinbar allmächtiger Überwachungsapparat mitunter an seine Grenzen gerät.



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