jueves, 22 de enero de 2015

¡Qué gente, caballero, pero qué gente!

Nota mía. En paz descanse esta gran actriz.
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Ofrendas florales a nombre del líder histórico de la Revolución Fidel Castro y del General de Ejército Raúl Castro, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, fueron enviadas al funeral de la actriz


Marta Jiménez Oropesa falleció en La Habana, a los 95 años de edad. Foto: Otmaro Rodríguez

Aun cuando se consideraba a sí misma “no tan modesta, ni tan sencilla”, como aclaró en una ocasión tras recibir el Premio Nacional del Humor en el 2007, su carisma y talento fueron suficientes para que cada cubano le profesara cariño infinito a la primerísima actriz Marta Jiménez Oropesa, a quien familiares, amigos y allegados despidieron en la tarde de ayer, en la necrópolis de Colón.

Popular, admirada y respetada por varias generaciones de cubanos, Jiménez Oropesa fue —du­rante más de 40 años— sencillamente la inefable Rita Pranganillo que cada noche despedía el programa humorístico Alegrías de sobremesa, de Radio Progreso, con su distintiva frase ¡Qué gente, caballero, pero qué gente!

Muchos, quizá, también la mantengan viva en la memoria con el programa radial El suceso de hoy, crónica roja que escenificaba el suceso de la jornada con el acompañamiento musical de Joseíto Fernández. Mientras, otros, en cambio, la recuerden como Juana, la inseparable acompañante de Tarzán, en aquellas aventuras radiales que compartía con otro gran actor, Enrique Santiesteban.

Nacida el 25 de noviembre de 1919 en la barriada habanera de La Víbora, con tan solo siete años subió por primera vez a un escenario, en la ópera Madame Butterfly. Luego, con 13, comenzó a hacer programas infantiles en Radio Lavin, convertida posteriormente en la emisora Mil diez.

En 1950 se incorporó a la televisión y pasó a formar parte del elenco de actores que integraron la CMQ-TV. Marta, como actriz, era capaz de desenvolverse tanto en interpretaciones dramáticas como humorísticas, sin embargo su versatilidad la llevó a convertirse en animadora, locutora, presentadora y, en ocasiones, hasta periodista.

Catalogada como una artista completa, experta en el medio radial, Jiménez Oropesa, durante más de 65 años de vida profesional, también in­cursionó en la dirección de programas dramatizados y ejerció como pedagoga impartiendo cursos de actuación, voz y dicción en la formación de nuevos valores artísticos de todo el territorio nacional.

La excepcional actriz, que en 1983 cumplió mi­sión internacionalista en Angola, mereció nu­merosos reconocimientos por su profesionalidad y entrega absoluta. Entre ellos, figuran el Premio Nacional de Radio, la condición de Artista de Mérito del ICRT, la Distinción Alejo Carpentier, Distinción por la Cultura Nacional, Distinción Raúl Gómez García, el Micrófono de la Radio Cubana y el Sello de Laureado.

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