viernes, 25 de octubre de 2013

Trampas para confundir

Yadira Escobar 

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Las leyes dentro de Cuba definen la manera en que se relacionan gobierno-pueblo, y de ninguna manera esas leyes pueden ser sacudidas bajo presión exterior. Precisamente es lo que pretendió el grupo siniestro que se esconde detrás de la hija del fallecido Oswaldo Payá.
Se presentó en esta ocasión dentro de un foro juvenil llamado “Vanguardia Iberoamericana”, un proyecto solapado de manipulación de las estructuras del estado cubano, para ser presentado por dicha organización a los jefes de estado reunidos en la pasada XXIII Cumbre Iberoamericana en Panamá.
La cumbre se realizó esta vez en un país donde la derecha política en el poder, junto a sus amigos financieros de Corea del Sur, pone los recursos mineros del país en manos de la empresa Inmet-Minera Panamá y vigila a la sociedad civil a través de dos siniestros ministerios. No me extraña que más de la mitad de los mandatarios no participara esta vez, pero sí me asombra que los jóvenes del “Foro Juvenil” se hayan prestado para servir de plataforma a una agenda política tan partidista como la presentada por la hija de Payá.
¿Se  podría decir que no es partidista la propuesta porque habla de un Plebiscito, que se supone que es algo no partidista? No, porque quienes organizaron desde las sombras todo esto sí son una agrupación política bastante afincada en la derecha europea y norteamericana y eso por no hablar de la alta posibilidad de que esté involucrada la inteligencia de alguna gran potencia.
Los intentos de infiltración y manipulación de organizaciones no gubernamentales y supuestamente apolíticas como este foro juvenil son lamentables porque contaminan el verdadero espíritu crítico, progresista y sincero de estas agrupaciones. Los jóvenes en general son idealistas y están llenos de buenos deseos y de proyectos que quieren presentar a los jefes de estado. Es grotesco que entre esos jóvenes se presentara una títere con planes hostiles como ha hecho esta joven al servicio de la vieja ultraderecha internacional.
¿Sabe esta enemiga del nacionalismo cubano que está siendo usada por gente que de verdad no cree en los plebiscitos?
La cacareada democracia representativa no es participativa y deja bastante juventud fuera de sus planes. Es que ella desconoce con seguridad que aquí mismo en los Estados Unidos, para no ir muy lejos, el 15% de los jóvenes, según concluyó el informe de The Opportunity Nation, no trabaja ni estudia. ¿Cree ella que fuera de Cuba la juventud está integrada a la sociedad y participa políticamente?
La trampa de quienes desean desmantelar al estado cubano es confundir la opinión pública con aparentes críticas al gobierno de la isla, que en realidad son críticas al estado; y es que estado y gobierno no son la misma cosa. Aquí en los Estados Unidos, por ejemplo, se toleran críticas a los gobiernos, ya sean bajo administración demócrata o republicana, pero las críticas al estado nunca son bien vistas. La constitución y las estructuras que definen esta federación son sagradas e intocables y me imagino que todo país se defiende de igual manera, cosa que la hija de Payá desconoce, quizás por ignorancia política, por obediencia a amos que no todos vemos o por simple arrogancia humana.
Ella y sus patrocinadores creyeron poder falsear realidades llevando con aparente inocencia ante los mandatarios de la Cumbre Iberoamericana una propuesta de Plebiscito para Cuba, como si los cubanos en la isla fueran inválidos de ánimo e inteligencia y como si en la isla la voluntad general no se hubiera consultado antes.
Todos sabemos que si los opositores tuviesen respaldo popular, sus candidatos ganarían fácilmente varias localidades, así que lo que se trata con estas hipócritas estrategias no es de democratizar más Cuba, sino alterar la estructura del estado para introducir entidades de manipulación electoral que como cabeza de playa sirvan a la derecha global para conquistar espacios nacionales.
Sin negar que determinadas cuestiones de interés nacional pudieran ser sometidas a un plebiscito, es una falta de respeto a los cubanos que la derecha internacional sea la que pretenda decir a los que viven dentro de la isla cómo se deben gobernar a través de estos truquitos seudo-liberales planificados desde del exterior por gente que no ama ni respeta a Cuba.
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