martes, 6 de agosto de 2013

Patriotismo de Regino Boti, visto a 55 años de su deceso

PABLO SOROA FERNÁNDEZ

 GUANTÁNAMO.— La convicción antimperialista y patriótica de Regino Boti Barreiro fue evocada ayer, en coincidencia con el aniversario 55 del deceso del audaz renovador de la lírica hispanoamericana a principios del pasado siglo.

En la tertulia celebrada en el Centro de Arte y Literatura que ostenta el nombre del insigne intelectual guantanamero, su nieto y albacea literario, Regino Rodríguez Boti, disertó sobre las peripecias de su abuelo en un curso para maestros cubanos en la Universidad de Harvard.

El diplomado, relató el descendiente del bardo, fue promovido en 1900 por el gobierno interventor norteamericano, pero no pudo minimizar el sentimiento antimperialista de mi abuelo, reflejado después en su poesía y obras historiográficas.

De acuerdo con el conferenciante, tres meses de intensivas clases metodológicas en el centro universitario de Cambridge, estado de Massachusetts, resultaron baldíos para variar las convicciones patrióticas de quien en 1913 alcanzaría fama internacional con el poemario Arabescos Mentales.

Boti Rodríguez precisó que intervino también en ese curso el habanero Ramiro Guerra Sánchez, quien junto al guantanamero devendría una de las figuras cimeras de la literatura y la historiografía cubanas.

Meses antes de la partida, el primero señalaba en un artículo que en Cuba "por la lógica de los hechos y por la lógica de lo que se quiere, no puede tener más cabida legal que un partido político, el que tenga por lema la independencia".

En el comentario publicado en el periódico local El Managüí, Boti se lamentaba de que "cuán pocos comprenden el valor del haz de leñas de nuestro escudo, el cual simboliza la unión".

Sus advertencias no impidieron su permanencia en el grupo de diplomados, ni que a su regreso de Estados Unidos criticara desde las páginas del citado bisemanario a los yanquis y su modo de vida, en una serie de artículos titulada Harvardianas, muy elogiados por Graciela Pogolotti.

Ayer tuvo lugar una peregrinación de familiares y amigos al panteón de la necrópolis guantanamera de San Rafael, donde se guardan los restos mortales de este poeta cubano de primera línea. (AIN)

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