lunes, 6 de mayo de 2013

Díaz-Canel: Lo peor es el silencio


Fragmentos de las palabras de Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la clausura del seminario nacional preparatorio del curso escolar 2013-2014, concluido ayer domingo. 


Hoy, una de las cosas que más tenemos que emprender, y que de una manera sensata e inteligente tenemos que percibir y enfrentar, es la subversión político-ideológica que el enemigo asume contra nuestro país, muy directamente orientada e intencionada sobre todo al sector juvenil y en particular sobre el sector estudiantil.

Ese diseño de subversión esta muy bien elaborado y estructurado, tiene mucho dinero para apoyarlo por parte de agencias especializadas. Forma parte de la ideología del imperialismo norteamericano.

No sé si han tenido la oportunidad de leerlo, un pequeño fragmento del libro EL ARTE DE LA INTELIGENCIA, de ALLEN W. DULLES, fundador e ideólogo de la CIA en la década de los 50,  y que expresa lo que se concibió contra la URSS como subversión ideológica:

"Sembrando el caos en la Unión Soviética, sustituiremos sus valores, sin que sea percibido, por otros falsos, y les obligaremos a creer en ellos. Encontraremos a nuestros aliados y correligionarios en la propia Rusia. Episodio tras episodio se va a representar por sus proporciones una grandiosa tragedia, la de la muerte del más irreductible pueblo en la tierra, la tragedia de la definitiva e irreversible extinción de su autoconciencia. De la literatura y el arte, por ejemplo, haremos desaparecer su carga social. Deshabituaremos a los artistas, les quitaremos las ganas de dedicarse al arte, a la investigación de los procesos que se desarrollan en el interior de la sociedad. Literatura, cine, teatro, deberán reflejar y enaltecer los más bajos sentimientos humanos. Apoyaremos y encumbraremos por todos los medios a los denominados artistas, que comenzarán a sembrar e inculcar en la conciencia humana el culto del sexo, de la violencia, el sadismo, la traición. En una palabra: cualquier tipo de inmoralidad. En la dirección del estado crearemos el caos y la confusión. De una manera imperceptible, pero activa y constante, propiciaremos el despotismo de los funcionarios, el soborno, la corrupción, la falta de principios. La honradez y la honestidad serán ridiculizadas, innecesarias y convertidas en un vestigio del pasado. El descaro, la insolencia, el engaño y la mentira, el alcoholismo la drogadicción, el miedo irracional entre semejantes, la traición, el nacionalismo, la enemistad entre los pueblos, y ante todo el odio al pueblo ruso; todo esto es lo que vamos a cultivar hábilmente hasta que reviente como el capullo de una flor.

Sólo unos pocos acertarán a sospechar e incluso comprender lo que realmente sucede. Pero a esa gente la situaremos en una posición de indefensión, ridiculizándolos, encontrando la manera de calumniarles, desacreditarles y señalarles como desechos de la sociedad. Haremos parecer chabacanos los fundamentos de la moralidad, destruyéndolos. Nuestra principal apuesta será la juventud. La corromperemos, desmoralizaremos, pervertiremos.”

Díganme si eso no es lo que están tratando de hacer contra nuestro país, contra nuestra juventud, en los momentos actuales. 

Y ese mismo apoyo que buscarían entre los artistas, tratarían de buscarlo también entre los educadores, que también son artistas de la pedagogía. Es por eso que tenemos que tener bien claro a qué nos estamos enfrentando y cómo  nosotros, con inteligencia y convicciones,  podemos enfrentar todo esto contra nuestro país.

Otro elemento alrededor de la subversión y la ideología es cuando se empieza a hablar de "post Revolución", como si la Revolución hubiera terminado y ahora viviéramos una etapa diferente. Es un llamamiento desmovilizador para la sociedad cubana. La respuesta nuestra es que nosotros siempre vamos a estar en Revolución, y estarlo, para los educadores cubanos, es estar siempre en Revolución en la educación.

Todo esto lo tenemos que hacer en medio de la situación que vive el país, apoyando e implementando los Lineamientos y objetivos aportados por el VI Congreso, y sobre todo, a partir del vínculo directo con las bases, escuchando y dialogando.

Hoy, con el desarrollo de las tecnologías de la información, de las redes sociales, de la informática y la Internet, prohibir algo es casi una quimera imposible. No tiene sentido. Hoy, las noticias de todos lados, las que son buenas y las que son malas, las que están manipuladas y las que son verdades, las que están a medias, circulan por las redes, llegan a las personas, la gente las conoce. Lo peor entonces es el silencio.

Por tanto, nosotros constantemente tenemos que estar dialogando, argumentando, discutiendo para  poder lograr que en esa diversidad de información nuestros estudiantes, profesores,  y nuestro pueblo en general, puedan discernir las verdades y lo que es el bien de lo que es mal, lo que es favorable para la Revolución de lo que no lo es.

Por tanto, no nos podemos empantanar en un dialogo que sea formal y en que otros pongan el debate que nosotros debemos desplegar. El escenario de las clases y el aula es de los ideales para desarrollar todo este trabajo.


(Tomado del Blog de Yohandri)

No hay comentarios:

Publicar un comentario