miércoles, 19 de diciembre de 2012

Emigrar con bolsillo propio

Por La Saeta
LA HABANA. En la práctica y hasta este momento, el estado cubano pagó el pasaje y los trámites burocráticos de muchos ciudadanos que deseaban emigrar y finalmente lo hicieron de forma solapada. De no existir estímulos solo aplicados a los de esa nacionalidad, no hubieran podido radicarse tan fácilmente en Estados Unidos, u otros que le imitan-obedecen.

Fueron ciudadanos que viajaron a un evento deportivo, cultural o de otro tipo, a nombre de un país y con pasaporte oficial, luego no eran perseguidos, pero se les dio ese carácter. A partir de enero del 2013, el rebuscado “argumento” se quedará en cero. No podrán convertir en política a una emigración de corte económico, como cualquier otra.

Con la reforma migratoria que acaba de aprobarse por la administración del presidente Raúl Castro, también es muy probable que se evite en parte eso de quedarse, o pasar hacia territorio norteamericano, con los pies sequecitos, ardid con el cual fue intensificada la poco higiénica Ley de Ajuste cubano, con una paranormal enmienda, añadida en 1995.

Suele afirmarse que toda regla tiene excepciones y a la reciente legislación cubana no le faltan. Aparte de enfermos mentales, individuos con causas penales pendientes y otros que en casi todos los reglamentos migratorios se aplican, los profesionales están entre quienes sufrirán ciertas limitaciones para salir del país. Es de imaginar que si no se pusiera algún freno, la Isla podría sufrir una merma de cerebros y un país de dimensiones liliputienses, en medio de un proyecto modelo Goliat, que tanto invirtió en crear ese “capital humano” no puede darse el lujo de perder personal bien preparado, como sucede ahora mismo en España, por citar un caso.

Aún así, el cuadro no está cerrado para ese tipo de personas, aún cuando les pasen por un filtro de excepcionales motivos. Están por llegar otros decretos para complementar, ampliándolo el recién promulgado. Momento llegará en que no existan barreras pequeñas ni medianas para técnicos o universitarios, quienes podrán cumplir con un contrato de trabajo en el exterior en calidad de privados, a semejanza de muchos artistas e intelectuales que hoy radican en diferentes países.

Según filtraciones, a esos sectores de momento perjudicados pueden sobrevenirle sorpresas salariales y estímulos que eviten la temida sangría de cerebros.

Con independencia de ese aspecto, medidas como la entrega de derechos totales sobre casas, vehículos y otros bienes, se revalida en esta nueva ley, facilitando que quienes solo desean tener mejoras económicas puedan lograrlas en otras naciones, sin perder la ciudadanía ni la posibilidad de retorno.

Medidas como la entrega de derechos totales sobre casas, vehículos y otros bienes, se revalida en esta nueva ley, facilitando que quienes solo desean tener mejoras económicas puedan lograrlas en otras naciones, sin perder la ciudadanía ni la posibilidad de retorno.

Y hablando de regresos, en el Artículo 48.1 de este Decreto-ley, se plantea que: Los ciudadanos cubanos emigrados que pretenden establecer su residencia en el territorio nacional lo solicitan ante las representaciones diplomáticas o consulares, o ante la oficina de trámite del Ministerio del Interior que corresponda, cuando se encuentran en Cuba. El asunto no va en una sola dirección. Se atiene a situaciones existentes.

Enigmas

Incompleta, sin satisfacer aún las múltiples necesidades o deseos, la disposición cubana coloca, si no toda, parte de la bola en la cancha opuesta. Le quita algunas justificaciones a Washington para mantener su incivilizada hostilidad.

Victoria Nuland, portavoz del Departamento de Estado norteamericano dijo en conferencia de prensa el 16 de octubre: “….Nos mantenemos comprometidos con los acuerdos migratorios bajo los cuales nuestros dos países apoyan y promueven la emigración segura, legal y ordenada”. ¿Supone esa afirmación que van a reanudarse los interrumpidos -hace 3 años- encuentros semestrales entre La Habana y WashingtonLa vocera aseguró que analizan todos los detalles, pero no cree que se hagan cambios en ninguna de las leyes estadounidenses actuantes sobre el tema (¿permanece la prohibición de que los norteamericanos puedan visitar la Isla?). Por lo pronto, el requisito de exigir las visas estadounidenses se mantiene, según dijo, ocultando, quizás, temores sobre una situación compleja a partir de que es EE. UU. donde mayor cantidad de cubanos radican.

Con una visión en línea con los hechos, el abogado de origen cubano José Pertierra, consideró que la reforma migratoria de Cuba no provocará un éxodo masivo. Su opinión está apoyada por sondeos que encuestadoras norteamericanas realizaron en la Isla.

De todos modos, el letrado está convencido de que la verdadera prueba está en si Estados Unidos facilita la emisión de visas de turismo o no. El único obstáculo que queda, en teoría, es la obtención de visas, dijo.

Por su parte y en respuesta a una pregunta de la agencia española EFE, el profesor en la Universidad de Denver, Arturo López-Levy, estimó que "En cuestión de semanas hay una realidad: Estados Unidos debe escoger si va a responder a un acto de distensión o movimiento positivo de la política migratoria cubana con sus propios gestos de distensión o va a responder de otra manera".

Las administraciones estadounidenses dieron pie a muchas restricciones. También han perdido diferentes oportunidades de actuar con racionalidad y hasta de ganar terreno, si dejaran a un lado revanchismos medioevales, de un grupo que tiene el odio como negocio y convierten en rehenes a los dirigentes de la nación con mayor poder del planeta.

Mientras unos se desgastan y otros se quedan anclados en un pasado sin boleto de progreso, en la Mayor de las Antillas, sigue en agenda una segunda y quizás terceras partes de la reforma migratoria total, buscando sumas y descuentos constructivos.

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(tomado de Progreso Semanal)

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