miércoles, 26 de diciembre de 2012

El 2012

Muchos sabiamos que el mundo no se acababa en el 2012, aunque algún día parece que así sucederá, y si seguimos a este ritmo, mucho más temprano de lo deseado, no obstante, el cuándo o el cómo, no está a nuestro alcance, y quizás nunca lo esté.

Sin embargo, en el 2012 si desapareció una gran parte de mi mundo. Personas muy queridas partieron en su viaje, como decía mi tio-padrino, a su nuevo planeta. Esa nueva dimensión en la que siguen estando a nuestro lado, y a la vez sentimos el enorme vacio que nos han dejado.

Mario, Perico, Mami...ocuparon una gran parte de mi vida y de mis amores. Pronto el 2012 será pasado, pero quedará siempre marcado en mi crónica personal como un año de tristezas y perdidas irreparables.

Cada nueva era, nuevo tiempo, es la misma y a la vez diferente, como las estaciones del año que se repiten, pero no son iguales. La vida se conforma de repeticiones y novedades, de luces que se apagan mientras otras se encienden, de amores que se van y amores que llegan, de nacimientos y muertes. 2013 todavía es futuro, y hacia el caminamos de espaldas, porque solo el pasado queda ante nuestros ojos. Quiera Dios sea un mejor año para todos, con menos violencia y muerte inocente. Un año en que Cuba, sin presiones externas, pueda avanzar en su camino, sabiendo que como dijo el poeta “siempre habrá sillas que nos inviten a parar”

Llegue a cada uno de ustedes, mis mejores deseos.

José Conde

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