Muchos sabiamos que el
mundo no se acababa en el 2012, aunque algún día parece que así
sucederá, y si seguimos a este ritmo, mucho más temprano de lo
deseado, no obstante, el cuándo o el cómo, no está a nuestro
alcance, y quizás nunca lo esté.
Sin embargo, en el 2012
si desapareció una gran parte de mi mundo. Personas muy queridas
partieron en su viaje, como decía mi tio-padrino, a su nuevo
planeta. Esa nueva dimensión en la que siguen estando a nuestro
lado, y a la vez sentimos el enorme vacio que nos han dejado.
Mario, Perico,
Mami...ocuparon una gran parte de mi vida y de mis amores. Pronto el
2012 será pasado, pero quedará siempre marcado en mi crónica
personal como un año de tristezas y perdidas irreparables.
Cada nueva era, nuevo
tiempo, es la misma y a la vez diferente, como las estaciones del año
que se repiten, pero no son iguales. La vida se conforma de
repeticiones y novedades, de luces que se apagan mientras otras se
encienden, de amores que se van y amores que llegan, de nacimientos y
muertes. 2013 todavía es futuro, y hacia el caminamos de espaldas,
porque solo el pasado queda ante nuestros ojos. Quiera Dios sea un
mejor año para todos, con menos violencia y muerte inocente. Un año
en que Cuba, sin presiones externas, pueda avanzar en su camino,
sabiendo que como dijo el poeta “siempre habrá sillas que nos
inviten a parar”
Llegue a cada uno de
ustedes, mis mejores deseos.
José Conde
No hay comentarios:
Publicar un comentario