Aunque
la contrarrevolución cubana se empeña en mostrarse como un ente unido,
la realidad es bien distinta. Una prueba reciente de que la única causa
que realmente la une es el beneficio económico es la carta que le
enviara Maybel Padilla, autotitulada presidenta del Consejo Unitario de
Trabajadores Cubanos CUTC le enviara a Pedro Pérez Castro, presunto
secretario General de la STC.
La
carta, que ha circulado por correo electrónico, además de demostrar las
ansias de protagonismo de los cabecillas de unas organizaciones a las
que nadie conoce, deja claro que la única causa que realmente los une es
la de la llenar sus bolsillos con el dinero que reciben de los
creadores de tales grupúsculos.
Las
contradicciones entre los grupos anticubanos radicados en el exterior y
su contraparte interna no son nada nuevo. Los de afuera (en Estados
Unidos, República Dominicana y España, principalmente), se quedan
siempre con la mayor parte de los fondos que el gobierno estadounidense o
sus aliados facilitan para los proyectos subversivos anticubanos.
Texto íntegro de la carta
Estimado Pedro:
3 de Abril 2012
Saludos a todos
Desde la década del 90 del siglo pasado la STC nos representó,
primero UD como Secretario de Relaciones Exterior y posteriormente como
Secretario General. Fue intermediario de los recursos destinados por la
CNV al CUTC, de los cuales a Aimée le daban 15.00 US dólares
mensuales y a mí veinte, hasta hacer el Anteproyecto de Código de la
Mujer y de Administración de Justicia Laboral, que fue treinta durante
dos meses, porque el 18 de marzo PPablo fue preso.
Luego
la ayuda la mandaban a casa de Roca, donde la buscábamos el Dr. Y yo,
incluyendo a las esposas de los prisioneros. Lo propuso como Asesor
del CUTC y no estuvimos de acuerdo.
Nos
dijo que integráramos en la lista de los presos a Alfredo Fernández
Sainz y otros, que no han dicho una palabra de agradecimiento al CUTC
por la ayuda ininterrumpida hasta que salieron de Cuba. Los pusimos en
la lista, ojalá lo hubiéramos podido hacerlo con los 75, pero sabe que
no eran del CUTC.
Supimos
que lo asignado al CUTC por la CNV era 16 mil Euro anuales, cuando
vino a Cuba Carlos Molina, de la CNV en América Latina, año 2004, e
hicimos el plan de presupuesto y evaluación (PSE) donde se planifica
lo correspondiente a cada uno, actividades y demás. Los miembros del
CUTC saben lo que le corresponde, a nadie se da menos, sí más si
presentan problemas imprevistos. Lo anterior a 2004 es historia que no
vale la pena sacar a relucir.
Durante
esos años en la arena internacional Siro del Castillo recibía informes
sobre los presos y nosotros sus escritos; fue quien más nos tenía al
tanto de las gestiones relacionales con los mismos y la OIT. De 2003
al momento a los eventos internacionales iban ustedes, por no poder
salir de Cuba nosotros.
Los
tiempos han cambiado. Queremos que la voz se escuche desde Cuba, aunque
sea mediante escritos, pero que sean nuestros. Por ello no queremos
representación, Cuba no se va a escuchar si no estamos presentes; de
hecho en el congreso de la CSA no va a personificarnos nadie, si no
podemos ir.
Se
ha escrito a nombre del CUTC/ STC sin nuestro conocimiento ni
consentimiento, sobre lo cual le hicimos nuestras consideraciones en su
momento oportuno, siempre reiterando la necesidad de que los escritos
salgan del contexto cubano, donde se originan los conflictos; sin
embargo nos han obviado y prescindir de ellos, al no solicitarlos y no
conocer nosotros de todos los eventos ustedes participan y se leen
informes sobre Cuba, desconociendo lo que se habla de ella, salvo
excepciones.
Nos
pasamos meses sin un escrito de la STC, salvo días señalados con una
tarjeta postal; falleció la tía del Dr. Leblanc y tan siquiera una
llamada telefónica ni por causa de pésame; era evidente la falta de
comunicación, en contraposición con las actuales reiterada desde el
congreso de la CSA, el cual conocimos por Internet.
Nos
cansamos. Es el resultado de años de lucha, desengaños y
decepciones, de aislamiento, sin un correo donde relacionarnos con las
organizaciones internacionales a las cuales pertenecemos como CUTC/
STC. El control de las comunicaciones no está en nuestras manos.
Vivimos en el ostracismo mediático sin saber lo que se dice a nombre
nuestro, ni lo que esas organizaciones concluyen sobre Cuba, ni se oye
que queremos decir nosotros. Sobre los eventos se informa en unos casos y
en otros los desconocemos, en el caso de la CSI pero no directamente de
ella.
Nos
sorprendió negativamente conocer las cartas realizadas a nombre del
CUTC/ STC al reino de Swazilandia y al ministro de Egipto y no
solidaridad con los sindicalistas independientes y a la CTC sobre sus
reiteradas violaciones de los derechos humanos y laborales,
hostigamiento, represión y cuantos epítetos se atribuyan.
En
esa ocasión dimos conocer nuestro desacuerdo con escritos a nuestro
nombre, menos enviados a Estados foráneos, cuando no se mandaban a
Cuba, donde somos perseguidos y hostigados. Su respuesta fue la
existencia de un documento de la CSI que mandaba a hacerlo en
solidaridad con los Estados miembros. Le solicité el mismo sin
resultados.
Le
expresé en un e-mail que la CSI no podía mandarnos a hacer nada sin
contar con nosotros, que estamos aquí. Si era por solidaridad, como
me hizo saber, primero que Egipto y el reino de Swazilandia estamos
nosotros.
Nos
cansamos de que el CUTC se utilice sin consentimiento de sus miembros,
consecuencia de estar en la CSI en conjunto no solos, lo cual ha
traído por consecuencia que las relaciones de dicha organización no la
tengamos, a pesar de correspondernos por estar aquí.
No
es un criterio personal, es una carta muy meditada y que nos han
obligado a realizar, ante la insistencia con el congreso de la CSA. Como
conocemos que la va a leer o enviar a quienes entienda, el Dr. y yo
hemos tratado de ser firmes en lo que exponemos, a la vez que realizada
con el mayor respeto. Se ha reiterado que no hay representación del
CUTC en la CSA, nadie va a ir a nuestro nombre, a menos de conseguir
asistir.
Como
sabe, creamos la Coalición Sindical Independiente de Cuba, la cual ha
podido poner en el banquillo de los acusados a la OIT. Con ella no
están de acuerdo, según documento público emitido el 6 de abril de 2010,
dado en Miami, intitulado Una rectificación justa y necesaria, firmada
por ud. y PPablo, en cuyo párrafo final dice (y cito): Por lo tanto,
ratificamos categóricamente que es de todo punto inaceptable tal
Coalición, no representativa de los trabajadores cubanos. Que ha sido
una burda maniobra para quebrar nuestras instituciones.
Con
dicha Declaración no estuvimos ni estamos de acuerdo, por una razón
obvia; somos quienes podemos decidir lo que se haga en Cuba. En el mismo
se duda de la existencia de sindicalistas independientes. En dicho
escrito se deja claro que en Cuba no hay sindicatos independientes,
poniendo en tela de juicio al CUTC, la CONIC y a la CTIC.
Somos
miembros del Consejo de Trabajadores del Caribe y no tenemos relaciones
directas con el mismo ni qué hacen. Estamos asociados a la Universidad
de Trabajadores de la América Latina y al Instituto Latinoamericano de
Cooperación y Desarrollo ILACDE y no tenemos comunicación con ellos,
recibimos algunos documentos pero ningún asesoramiento ni conferencia
que necesitamos, dadas las circunstancias.
Más conocimiento teníamos con Eduardo García Moure, cuando el CUTC pertenecía a la CLAT.
No
somos quienes estamos en esta parte del mundo los que nos
relacionamos con los organismos internacional, ni recibimos el
beneficio de la escucha. Estamos necesitados de intercambios directos,
relaciones que los ilustren sobre la realidad cubana, sindicato,
cuentapropismo, propiedad privada, etc., que hemos ido aprendiendo al
asistir a conferencias impartidas por otros que tienen la amabilidad de
invitarnos, para conocer cómo es el sindicato fuera de Cuba, entre otros
temas relacionados.
El
CUTC no participa en las reuniones de la OIT, ni Ginebra, ni la ONU y
organismos del Consejo de Derechos Humanos. Es cierto que en junio, hace
años, Siro nos enviaba un diario de lo acontecido en el mismo, me
parece que fue PPablo, pero no recibimos el documento oficial de la OIT
tratando sobre Cuba.
Van
a decir que somos mal agradecidos, reconocemos lo que hicieron e
igual sabemos que a nuestro nombre han participado donde no pudimos
estar, la mayoría de las veces sin conocer lo que se refería ni recibir
los acuerdos y/o resoluciones emitidas por los mencionados organismos,
lo cual no hemos dejado de expresar. Habría que preguntarse quiénes se
han beneficiado. Sobrevivimos gracias a la CNV, hasta cuando pueda.
Nos comunicamos con las provincias por la gentileza de ONG que nos
recargan los móviles cuando hay ofertas y en ocasiones.
En
su escrito sobre la Coalición pone en duda la existencia de los
sindicatos, entre los cuales nos encontramos y ahora quieren
representarnos. Entonces, hay sindicato o no?
Hacemos
gestiones para asistir al congreso de la CSA, pero si no podemos ir
lo consideramos mejor, por no ser interés del CUTC pertenecer a una
organización donde el Alba y el contexto latinoamericano, impregnado
de un socialismo que conspira contra nosotros se nos oponga. El análisis
de los presidentes de dichas naciones, la mayoría es de izquierda, lo
cual nos hace suponer, a priori, el poco interés y oposición que vamos a
encontrar en el magno evento. Nos interesa más la CSI, donde está
representado el mundo y la CNV.
Sabe
que Coalición solicitó integrar la CSI, algo que necesitamos para que
se conozca desde Cuba lo que acontece y pasamos los sindicalistas
independientes, que el documento de la STC pone en duda.
De momento, trabajamos en lo que sucede en nuestro contexto.
Esta
carta es personal (del Dr. y mía) aunque tienen conocimiento de su
contenido los miembros del Comité Ejecutivo y algunos delegados
provinciales. Haremos una oficial con la firma del Comité Ejecutivo
que enviaremos oportunamente.
Saludos,
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