También fui joven, todos fuimos jóvenes impetuosos, aguerridos,
hermosos... no olvido esa hermosa etapa y aun hoy, ando con el mismo
corazón adolescente. Mas no por ser joven exigí jamás espacio alguno a
las instituciones: trabajé mucho, logré una obra, mostré resultados aun
siendo muy joven dentro y fuera de nuestra patria, a razón de pura
partitura manuscrita! pues permanecí aquí, en todos los tiempos,
resistí, luché, colaboré comprometida con mi tierra, aquí hice mi obra,
aquí nacieron mis tres hijos: hoy jóvenes de bien, magníficamente
formados por la Revolución.
Quiero decir, que los derechos de crear no están supeditados al
calzo, sencillamente es una necesidad del alma, aun en escaso bolsillo.
Los espacios de un creador los gana con su obra, no con reclamos torpes
ni mucho menos con pretender que el Estado revolucionario abrace
comportamientos indignos que solo contribuyan al malestar en la supuesta
visión de una generación dolida, amargada, reprimida, lo cual es
totalmente falso. Siento a los jóvenes del Movimiento San Isidro un
tanto desorientados. Pude ver algunos videos y realmente es penoso
constatar su mínima convocatoria, habrían muchos más vecinos merodeando
que los miembros del llamado movimiento, digo, pequeño grupo de jóvenes
inconformes. Y me pregunto: inconformes con qué? Inconformes con la
formación recibida?
He tenido la posibilidad de conocer realidades de artistas, y muy
talentosos, en tantas partes del mundo sin soporte alguno, que realmente
me enorgullece el empeño del Gobierno cubano en subvencionar al grueso
de los artistas profesionales del patio, aun con tantas limitaciones
económicas, porque hablando claro, los artistas no somos "el centro del
universo" ni mucho menos; es enorme esfuerzo e inusitado, que no existe
así en otros países salvo instituciones especificas financiadas
directamente por sus gobiernos, muy selecto.
Ahora bien, el Estado no tiene por qué calzar a personas que ignoran
su gestión e irrespetan nuestro sistema político, pues precisamente el
Socialismo que tenemos, imperfecto o no, es el que propicia esta
política cultural que protege a intelectuales y artistas; por lo cual no
tiene sentido que las personas que están en contra del sistema sean
beneficiados por él.
Soy defensora de los jóvenes de la continuidad necesaria y apelo,
insto a que se sumen siempre valientes al presente y futuro digno de la
patria, porque son ellos los que continuando nos hacen sentir, a sus
viejos, victoriosos. Y bueno, para finalizar reafirmo que cuando
la obra de un creador es válida y cala profunda en otros, no hay Dios
que la paralice, camina sola, se impone sola, triunfa por si misma.
Así que a trabajar!!! y no perderse en lamentaciones, menos hacer
concesiones de principios éticos y morales, y abanderarse sí, por Cuba
que es sagrada, por la Cuba de los científicos, maestros, médicos,
obreros, la Cuba de los niños, ancianos, la Cuba nuestra; y unirse en
movimiento de todo un pueblo, en apretado abrazo limpio, enaltecedor,
para y por el bienestar de todos.
Fui joven, compuse música con muy pocos recursos y continúo
escribiendo así, pues creo que la creación verdadera no necesita mucho
mas: un piano viejo, papel pautado y pluma! Nada más; y con la necesidad
de saberse útil, cual deber esencial, y la felicidad de haberlo
logrado. Así es el creador que entiendo, que por demás no envejece.
Buen dia!! Les comparto esta excelente interpretacion de "Entre el espanto y la ternura" poema de Silvio Rodriguez y mi...
Publicado por Beatriz Corona Rodriguez en Martes, 24 de noviembre de 2020